jueves, 2 de mayo de 2013

DÍAS DE CAPA Y TENSIÓN


Siempre se ha dicho que la cabra tira al monte, y que al final el tiempo siempre pone a todos en su sitio.
En una monarquía como la holandesa que se supone que lucha por modernizar su institución y estar al lado de su pueblo, al final, y desde el punto de vista de este vecino, enseña su verdadera patita y el nuevo rey en el día de su estreno, se muestra en todo su esplendor, y como un pavo real despliega su cola, él despliega varios metros de capa real.
A Superman se le podía perdonar la capa, porque formaba parte de su vestimenta en cualquier momento (de sus calzones rojos por fuera, mejor no mencionarlos), y al menos le servía para volar, pero una capa real, ya te está diferenciando de la sociedad a la que supone que estás cansado de decir que eres uno más, y en realidad es un gran anacronismo, suponiendo que un anacronismo pueda ser grande, o acabo de inventar el anacronismo del anacronismo.
En España mismo estamos cansados de que se juegue con “es como uno más”. En la versión casa real española, cuando se intenta “humanizar” al monarca de turno, al que un día de niño le llamaban Juanito y jugaba en Donosti durante sus años de estudios, se dice que es muy campechano, pero esa palabra en sí misma ya está diciendo que en realidad es diferente.
De todas maneras, bien mirado, en España existen muchas monarquías aunque no sean de la realeza.
Muchas personas de las que se hacen famosas, y realmente no sabes el por qué, luego intentan perpetuar su “importancia” en sus hijos. Y en realidad el origen de estas monarquías, junto con las de la realeza vienen de lo mismo, de unos espermatozoides que una noche de lujuria y vino, dieron pese a todo en la diana.
Hay muchas estirpes en España, que viven de las rentas, y nunca mejor dicho, pero poniendo una de ejemplo, nos referiremos a los Preysler, porque primeros apellidos hay varios, pero Preysler solo uno.
Los niños, por definición, siempre vienen con un pan debajo del brazo, pero a algunos con el apellido les es más que suficiente. En el fondo este vecino les admira, porque el trabajo de muchos de ellos es hablar, normalmente delante de un panel que por casualidades de la vida tiene publicidad, y cobran por ello. Es lo mismo que hace este vecino bloguero, y que muy en contra de su ánimo lo hace, como se diría en un ambiente pijo, “by the face”.
Para terminar por hoy, a este vecino del mundo le gustaría como al nuevo rey holandés, utilizar la capa, aunque en este caso de otro tipo, especialmente la capa al político de turno, siempre metafóricamente hablando, claro, que aún siendo más bien feo, sabe crear con su actitud, una tensión sexual no resuelta, que debiera de solucionarse debidamente.

*FOTO: DE LA RED

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