jueves, 30 de agosto de 2018

¿SILENCIO POR FAVOR?



Algunas veces la vida misma es la encargada de poner en solfa muchas cosas, muchos tics, especialmente en su versión más machista, de una sociedad  que nos quieren vender como normalizada.

Si no que se lo pregunten a la jugadora de tenis francesa Alicé Cornet que ayer en el US Open tras volver a la pista, su novio le indicó que su camiseta estaba al revés, lo de adelante atrás, y  decidió colocársela bien de la manera más inocente y recatada posible, ya que además llevaba un sujetador de esos deportivos que más parecen un “top”.

Pues bien, cuando la Señorita Cornet mantenía una postura, ajena a todo, de lo más "normal", es el juez principal mediante un micrófono el que le da una advertencia o aviso, y ella en un primer momento no sabía ni de qué le estaba hablando, por lo que es el juez quien le aclara que por la normativa de ese torneo iba a ser sancionada. La cara de la jugadora, en ese mismo instante, en opinión muy personal de este vecino del mundo, daba mucha pena, porque se sintió totalmente indefensa ante una actitud de un machismo decimonónico que apabullaba.

Un torneo en el que todos los jugadores, hombres y mujeres, están sufriendo temperaturas de más de cuarenta grados y en el que ya habíamos visto imágenes por ejemplo de un Rafa Nadal, o de un Novak Djokovic paliando el calor como podían, naturalmente medio desnudos. Por lo que hoy mismo la organización del torneo ha sacado un comunicado pidiendo perdón por la sanción  a la jugadora francesa y cambiando las normas  del torneo.

Hay momentos en los que no es que impere la cordura, sino que la realidad atropella a lo que se cuestiona, y se hace todo tan evidente que no queda más, a la organización en este caso, que plegar velas.

Lo mejor ha sido que en la rueda de prensa de la jugadora francesa, ella ha reconocido que con las disculpas tan rápidas de la organización le parecía más que suficiente, pero ya aprovechando ha roto una lanza por su compañera Serena Williams que en su regreso a las pistas tras un parto complicado usó para Roland Garros, en mayo, un catsuit (traje de malla completo de arriba abajo) de lycra, y se acaba de prohibir para el año que viene por razones estéticas. Cuando la realidad es que el fin de ese traje es proteger las zonas de una deportista que acaba de ser madre. 

La mayoría de las veces los gerifaltes, y los deportivos especialmente, tocan de oído y su partitura, al menos parece, está dictada por las grandes empresas, y en las que "humanidad" y "sentido común" solo son palabras que se encuentran en el diccionario y nunca en su corazón.

*FOTO: DE LA RED

miércoles, 29 de agosto de 2018

BAJO EL INFLUJO DE LOS RODRÍGUEZ



Hoy, antes de nada, lo voy a decir de antemano para no llevarnos a engaño y dejar las cosas claras desde un primer momento, el tema, o los temas a tratar en este post no van a ser políticamente correctos. Normalmente nunca lo son, pero la ironía siempre actúa a modo de vaselina para que todo más o menos fluya. Esperemos que hoy también la ironía no deje tras de sí al menos ninguna mala cara, ningún mal gesto.

Dos décadas atrás, o incluso mejor antes, no había verano sin Rodríguez. Los Rodríguez, o los maridos forzados por su trabajo, a permanecer en la ciudad  mientras la familia estaba de vacaciones formaban una casta aparte. Bañados por la soledad en lo cotidiano y perdidos en lo personal sin tener al lado  a quien muchos acostumbraban a decir sus últimas palabras "Sí, cariño", los Rodriguez gozaron incluso de un cine arropado entre el "landismo" y actores-personajes coetáneos, Sin olvidar tampoco a esas "novelas de tapas blandas" de lectura especialmente veraniega tanto de Ángel Palomino como de Fernando Vizcaíno Casas.


Ahora los Rodríguez ya solo son un viejo grupo musical, y un recuerdo para los más que talluditos que pasan las vacaciones en solitario sin ya tener un clan a quien pertenecer y así ser tenidos en cuenta a modo de pedigrí.

Según un estudio reciente, este vecino se ha enterado hoy aunque mentiría si dijera que le ha extrañado, para las mujeres los hombres resultan atractivos sobre los cincuenta años. Sin embargo, para los hombres la edad perfecta en la mujer, serían los dieciocho.

Ahora es el momento de tirar piedras contra mi propio tejado, diciendo  que si a los hombres siempre les gusta, y generalizar tiene sus riesgos, todo tipo de aparatitos, incluídas las televisiones, que sean lo último en tecnología, por aquello de más prestaciones, la juventud en la mujer sería vista de la misma manera.

Muchas mujeres se pasan la vida intentando recibir por decirlo de alguna manera que no se aleje de la realidad, un reconocimiento de la “parte contraria”, y visto por este vecino del mundo, quizás ahí esté su gran fallo. Porque para reconocer, primero hay que verlo y tenerlo claro. Y el hombre nunca ha tenido, no tenemos, nada claro. Como que nos pasamos la vida creyendo que nosotros, en las relaciones, somos los que elegimos, y simplemente nos dejamos llevar.

Este vecino del mundo estos días de verano, las cosas han venido así, está solo, la Nuri, su sufrida no le ha podido acompañar, y fijaros las ganas que tiene de visitas y de conocer a nueva gente, que hace mucho tiempo que decidió no tener ni en la casa que utiliza en verano, ningún electrodoméstico Balay, para evitar que vengan es@s trabajador@s, como en el anuncio, que más que serviciales siempre los ha catalogado de pelín cotillas.


En España nunca se regala nada por nada, ni un delantal, ni siquiera una visita. Solo ver el anuncio de Balay le inquieta  a este vecino más que un paquete sospechoso a un miembro de la brigada de explosivos.

*FOTO: DE  LA RED


lunes, 27 de agosto de 2018

EMPAQUETANDO LA NADA



Ayer al atardecer caminando sin pretensiones por el paseo marítimo iba despidiéndome de lo que veía. No hay nada más melancólico que una palmera a media asta. Porque en estos días inciertos en los que las horas son importantes, sabes que de un día para otro los que te acompañan e incluso tú, ahora estás, pero mañana ya estás “devuelta a la normalidad”. Como si tus vacaciones hayan sido una especie de “asalto al Jardín de las delicias”.

Últimamente algún amigo me ha llamado al móvil, muy preocupado porque al leerme tenía serias dudas, según él, de estar usando “psicotrópicos”.

La verdad es que no sé si he arreglado el tema al decirle que la realidad es más peligrosa que esnifar pegamento. 

Si llega a vivir el bueno de Rafael Azcona, se hubiera vuelto al Edén donde sin duda estará eternamente, porque las cosas han tendido al superlativo hiperbólico (me acabo de despertar y todavía estoy con ramalazos de una vida que no es la mía en el día a día). 

Ya no se lleva el “buscarse la vida” si eres el hijo de un famosillo. Si no has seguido estudiando porque te quieres ganar la vida, y puedes, como tus padres, de exclusiva en exclusiva, nunca dirás, por ejemplo, que no haces nada. Sino que sorprenderás a todos,  proclamandote “influencer” de tu comunidad y "coacher" en gestión de tiempo libre.

Ahora somos especialistas en empaquetar la nada y ponerle un lazo vistoso al tocarse las pelotas, o al pelotazo, que aunque parecen muy diferentes, en realidad provienen de la misma familia.

Mientras escribo, me voy dando cuenta de que lo mismo que mi madre me prohibía bañar en la playa sin que pasaran tres horas de haber comido, me voy a tener que prohibir acercarme al ordenador si no se ha cumplido una hora desde que me levanté. Estoy convirtiendo el teclado en un arma de destrucción masiva. 

Además, no se puede regalar nada, ni siquiera tus tribulaciones. Hay que guardarlas y en su momento darle forma de “memorias”. Tendrán un bonito precio si consigues hacerte famoso, que en realidad viene siendo la póliza antigua que se incrustaba en cualquier documento, y que ahora autentifica el valor de lo vivido. O eres famoso, o tu vida no vale nada.

*FOTO: DE LA RED

domingo, 26 de agosto de 2018

¿"CREATIVO" ES LA PALABRA?


El otro día por mi correo particular me mandaba un mensaje una seguidora de este vecino del mundo para decirme la suerte que tengo con ese frigorífico en el que van apareciendo  personajes  de nuestra actualidad, que quizás como lazo de unión tienen el que ya están empachando por su aparición en todo tipo de reportajes televisivos.
Y es que el mundo del aburrimiento es muy creativo si quieres sacarle punta a todo, o a nada.

Hoy por ejemplo, me he debido de quedar dormido viendo alguna película sobre las doce y media de la noche (dicho sea de paso, podía haber sido en cualquier cadena porque todas practican la nocturnidad y alevosía fílmica), y me he despertado sobre las dos y media en plena “tienda de la tele”. Y esa orilla que va entre la realidad y el sueño, o ensueño, también te da mucho para pensar. Y es que, digamos, lo “abstracto” da para mucho.

Despertarse en plenas vacaciones sobre las siete de la mañana, e ir a dar un paseo para calmar tus lejanísimos ramalazos deportivos, y encontrarse en la playa con los jubilados (al gremio al que ya pertenezco oficialmente, aunque sinceramente no me considero preparado para ello), que por una vez no se están manifestando por unas pensiones dignas, sino por dos metros de tierra junto a la orilla del mar, es más abstracto que buscar el significado de un Miró visto al revés, que dicho sea de paso, tampoco estaría mal pero eso sería otra obra.

Aunque tampoco hace falta despertarse de madrugada para observar lo que te rodea con ojos críticos.

Todo ese torbellino político que se ha creado al cambiar el partido en el gobierno, y que ahora los antes mandamases se rasguen las vestiduras por el panorama actual no es de delito sino de sufrir las entrañas en la boca, y vomitar hasta soltar la primera papilla. Y lo peor, es que muchos no se dan, no nos damos cuenta.

Y podía haber sido peor. Imaginemos que nos despertamos y tenemos ahora a Donald Trump, que es español, y nuestro Presidente.

¿Lo peor? Es que más de uno ya está tomando maneras y discurso, aunque por ahora, y todavía tiene solución, ni ellos mismos se lo creen ni suena a verdadero.

Miedo me da, volverme a dormir, y despertarme con un estruendo nuclear…

*FOTO: DE LA RED
 TRUCAJE: PATXIPE

jueves, 23 de agosto de 2018

ENTRE PARPADEO Y PARPADEO...



Llámenme loco, pero estamos en una época del año en la que tengo la sensación de que si vengo un poco tarde de la playa, me voy a perder la cena de Navidad... O dicho de otra manera, en cualquier momento va a sonar el timbre del portal, y al ponerme al telefonillo me entero que es MRW. Me he debido de desvanecer, y lo siguiente ya es una gran montaña en el salón de mi casa con todos los primeros números de los fascículos que se lanzan estas semanas.

Lo mismo que hay una clara pendiente cuesta arriba, la famosa de enero, existe otra no tan publicitada pero sí sufrida desde finales de agosto, y con una vertiginosa pendiente que más que bajar se desploma y nos deja en plenas navidades frente al mostrador de cualquier departamento de “El Corte Inglés”. Tenemos que improvisar, como siempre, unos cuantos regalos haciendo un gran esfuerzo para no repetir actuaciones pasadas que tampoco fueron ninguna maravilla de originalidad.

Hablando de originalidad, estoy pensando muy seriamente  en ese maldito cisne hinchable con el que prácticamente todos estamos terminando estas vacaciones, y que por supuesto lo mantenemos hinchado, para no asfixiarnos aún más, mal colgado en ese metro de balcón al que seguimos llamando “terraza”. 

Ya que lo tenemos, y no hay vuelta atrás cuando tomo una decisión, este año va a sustituir al árbol navideño, y pondremos los regalos en su base.

¿No se nos dice continuamente que hay que reciclar, no malgastar, y ser originales? Pues este año nacerá el “Cisne de Santa Claus”, que será el mismo del verano, al que añadiremos un elegante gorro de Santa que naturalmente habrá depositado en mismísima persona en el “chino” más cercano. Por supuesto, que dos metros alrededor del cisne quedará confiscado todo tipo de petardo, velas y cerillas para no convertir aquello en una trampa mortal.

La veteranía que dan los años te ayuda a asimilar que la vida son una sucesión de imágenes entre parpadeo y parpadeo. Y que además hay que aprender  a disfrutar antes de que cualquier desaprensivo te meta el dedo en el ojo con cualquier excusa como bromas o familiaridades mal entendidas.

Me acabo de poner el casco, nunca se sabe, por aquello de a grandes velocidades, grandes remedios…

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 TRUCAJE: PATXIPE

martes, 21 de agosto de 2018

LA IMPORTANCIA DE LO QUE NO SE DICE...



Entre amigos y conocidos, este vecino del mundo, tiene fama de quisquilloso. Y es que como buen amante del cine tiene más que asumido que nunca pasa algo por casualidad

Si en un momento dado, en una película por ejemplo, algún personaje tiene un catarro, significará, a no ser que sea un “macguffin” (pista al parecer muy importante pero que nunca nos llevará a nada) al más puro estilo “hitchcockniano”, que en parte de la trama el citado “resfriado” jugará una parte importante; como ocurre por ejemplo en la película “Pelham 1, 2, 3” de 1974.

Ayer al ver en riguroso directo, y ahora se entenderá la anterior introducción, el comunicado de los “mossos d'esquadra” sobre lo ocurrido horas antes en Cornellá al ser abatido un presunto terrorista, y oír al portavoz, en el momento de ir a dar la traducción al castellano, pedir perdón por no hablar bien el español, a este vecino, como si estuviera con su cuadrilla guipuzcoana, le salió un “bien tirado, Valentín”. Y es que el citado portavoz acababa de hacer varias cosas al mismo tiempo, y sin aparente esfuerzo. Entre otras, publicidad para su causa, y hacer constar que él vive en otro país, se podría apostillar con irónica maldad, que muy alejado del nuestro.

Este vecino, como vasco que no habla euskera, ya que en aquella época “franca”, finales de los cincuenta, no se enseñaba en las escuelas, y parte de la familia, la que estaba más cercana al niño, tampoco lo hablaba, ahora se podría decir que le ocurre lo contrario, que hay más gente que lo habla y algunos ya se encargan de hacerle sentir en minoría. 

Ha habido más de un@ que a este vecino le ha “animado” a aprender, y siempre les contesta lo mismo:
-Primero tuve que aprender el francés por razones escolares, y solo llegué a hablar más con las manos que con la boca; y después, primero por estudios y luego por razones alimenticias, el inglés, al que por lo menos llegué al punto de “poder meterme en problemas con los nativos”. Y en mi caso “hay dos sin tres” porque me planté.

Llegados a este punto a este vecino siempre le preguntan: ¿Y no tienes miedo de algún día quedarte incomunicado, como un extranjero, en tu propia tierra?
La contestación siempre es la misma:
-Como cada vez que reciba contacto vía oficial siempre será, no falla, por algo relacionado con dinero, gentilmente siempre vendrá traducido al castellano, porque quizás el dinero siempre sea el mejor “diccionario”.

No falla, cuando este vecino del mundo termina de decir eso, el interlocutor ya se ha ido. Y ya se sabe aquello de que el que calla otorga.

Y ya para terminar, siempre me acordaré de aquella comparecencia ante las cámaras, días después del incendio del Liceu de Barcelona, de una compungida Montserrat Caballé, en un perfecto castellano, apelando al corazón de todos los españoles para que la reconstrucción de tan insigne edificio se realizara cuanto antes.

Queda patente que ayer la comparecencia del portavoz de los mossos dio para mucho, al menos para este vecino del mundo, en especial por lo que no dijo ni en el original, ni en los subtítulos.

*FOTO: DE LA RED

domingo, 19 de agosto de 2018

DEL HOYO AL BOLLO, UNA VEZ MÁS



Hoy me han llamado “raro”, y eso que a lo largo de mi vida me han podido decir de todo, pero “raro” nunca. Y lo más triste es que siendo de la familia, es posible que esa persona tenga razón. “Raro”, como venido de otra galaxia. “Raro”, como que mi raciocinio se basa en otros valores que si no queremos decir que no son “los normales”, al menos no son los usuales.

Todo ha venido porque La Nuri, mi sufrida, me iba a dar dos noticias de ámbito familiar, utilizando el manido “tengo una noticia buena, y otra mala”. Y tras elegir primero la mala, me he enterado, de acuerdo a lo que me ha dicho ella, que al parecer la mayoría de las veces el comportamiento suele ser el contrario.

Siempre se ha dicho, y con los años este vecino lo practica con más frecuencia, eso de que más sabe el diablo por viejo que por diablo. Y uno va aprendiendo a encajar las cosas. Por eso  ante la perspectiva de recibir dos noticias, este vecino lo tiene más que nítido, que primero prefiere la noticia mala, que sería como un túnel negrísimo, y luego recibir la buena, a modo de vislumbrar luz al fondo del caos.

Y es que si algo nos está enseñando, y de antemano perdón por la expresión, que en este caso está muy alejada del tufillo racista, esta merienda de negros en que se ha convertido la vida diaria es que hay que fijarse en los pequeños detalles.

En una semana en la que hemos descubierto que en Benidorm hay demasiados españoles, según una jubilada británica, y que las cosas no cambian en aquello relacionado con el viejo dicho de “el muerto al hoyo y el vivo al bollo”. Con una tremenda crudeza y torpeza se ha practicado esto último, sin anestesia, en los actos que iban a ser una especie de homenaje a los caídos en los actos terroristas de hace ahora un año, y se han convertido, además, en la merienda mencionada anteriormente.  

Quizás lo único que se puede salvar, lo bueno de lo malo, le duela a quien le duela, por supuesto que aparte del comportamiento de las víctimas y de los representantes de los fallecidos que estuvieron en su justo sitio sacando los colores a todos, no es el comportamiento de la monarquía, así en general, sino de Felipe VI y su esposa, Doña Letizia, que han demostrado que son ante todo y sobre todo personas.

En momentos en que uno se sabe estar, como se dice ahora, en el centro mediático, tiende a sobreactuar y de persona transmuta tristemente a personaje.  Y  llámenme “raro” que ya saben que no serán los primeros, pero en los actos conmemorativos de lo ocurrido en Barcelona y Cambrils hubo más personajes que los que se pueden encontrar en un belén navideño.

Durante las retransmisiones televisivas, al verse a los políticos de cualquier pelaje, solo faltó la voz en off de Groucho Marx diciendo: Estos son mis principios pero si no les gustan tengo otros.

Por eso cuando La Nuri me habló de una noticia buena y otra mala, no lo dudé: La esperanza siempre hay que dejarla para el final.

*FOTO: DE LA RED





martes, 14 de agosto de 2018

CUANDO BAJAN LOS ÁNGELES



Ayer cumplí uno de los ritos de mis vacaciones veraniegas desde hace muchos años: comprar dos números diferentes y con distinta terminación para “La lotería de Navidad”. De hecho, al centro comercial que acudí era con idea de ir al cine, pero fuimos muchos los que ese día debimos de pensar lo mismo, y al ver aquellas colas inmensas, quedaba claro que había gente para llenar todas las salas, nueve, en todas las sesiones y además colocados como las hamacas playeras tras un día ajetreado, uno encima de otro. Y me dije a mí mismo: “No es plan”.

Todos los años igual, gente por todos lados, como si de una superproducción americana se tratara, y con miles de figurantes que además hacen muy bien su trabajo, hacemos muy bien nuestro trabajo: molestar y molestar.

Era un día que tenía toda la pinta de que iba a acabar mal, la experiencia de los años en tus huesos te lo dice, como cuando viene cambio de tiempo. Y sin embargo, con todo en contra, en un paseo marítimo también atestado de turistas y manteros, unas notas primero bosquejadas como un rumor, me dieron la pista.

Era “City of stars”, tocada con ukelele y violín. Seguro que fue el momento pero…, no se puede tocar también, debería de ser delito. 

Dibujar belleza sonora, además en un entorno, en apariencia al menos, tampoco colaborativo, es como quemar las naves de primeras o apostar en el casino por un número que nunca ha existido.  Pero las dos jóvenes que en aquel momento servían para traer tanta dulzura, también te hacían sentir que aún hay esperanza. Que en la juventud no todo es botellón, ni comida rápida. Da gusto, debe de ser muy raro, que algo tan bonito te mueva todo lo que llevas dentro, y sientas que dos lágrimas luchan por reabrir unos lagrimales que hace mucho tiempo la realidad los había sellado.

Creo que cuando las descubrí llevaban poco tiempo tocando porque no había nadie parado observándolas. Y poco a poco nos fuimos agrupando, así en la distancia. Como no queriendo asustar a aquella belleza sonora.

Tampoco quise identificar la procedencia de aquellos ángeles, quizás porque el cielo no tenga un idioma definido. Apenas fueron media docena de canciones, con un espectacular  en su sencillez “Somewhere over the Rainbow”, basada en esa versión de Israel Kamakawiwo'ole, que si existiera una especie de diccionario sonoro de qué es la belleza, seguro que estaría en una de las primeras posiciones.

No quise grabar la actuación con el móvil, por aquello de que quizás al repetirlo posteriormente se pudiera perder la magia,  y sólo voy a publicar una de las fotos, como prueba de que no me he inventado nada. El cielo existe, pero está en momentos como el de ayer, y me siento un privilegiado por haberlo vivido.

Los que me siguen habitualmente ya conocen mi humor ácido. Y ayer mientras saboreaba el momento solo pude decir, y sin pasar por el filtro de mi mente: "Y Belén Esteban millonaria...". Una mujer que estaba a mi lado me oyó y me miró muy fijamente. Quedó claro que entendió por qué lo decía, y se dió por aludida. El que se pica...

*FOTO: F.E. PEREZ RUIZ-POVEDA



viernes, 10 de agosto de 2018

PÍLDORA PARA LA RESACA, ¿BUENA IDEA?


Leo en “El País” un artículo en el que se habla de que si todo va bien es posible que en un año se empiece a probar en personas una píldora que nos librará de la resaca.

Vaya por delante que ya La Nuri, mi sufrida, me llama malpensado, pesimista, y que siempre veo la parte negativa de todo, pero … ¿es necesario conseguir esa píldora?

Soy de la opinión de que todo debe de tener sus dos lados, y que si nos pasamos en algo, deberíamos de pagar las consecuencias. No existe el yin sin el yang, ni lo bueno sin lo malo. Y si agarras una buena bimba, borrachera, castaña, cogorza, cuelgue, curda, chispa, ebriedad, embriaguez, intoxicación etílica, juma, jumera, mamada, manta, melopea, merluza, mierda, mona, moña, llorona, papalina, pea, pedal, pedo, pítima,  tablón, tajada, tea, toña, tranca, trompa, turca, zamacuco, y algún sinónimo más que seguro se me ha escapado, lo justo es que te lo pases mal, por aquello mismo, ya lo dice la mismísima Dirección General de Tráfico, de que las imprudencias se pagan, y que de lo malo se aprende, aunque más de una vez sea tarde.

Si se consigue está píldora, ya me veo, y sino al tiempo, recuerdo que me llaman malpensado, al típico listillo o listilla, que de todo hay, y nunca mejor dicho, en la viña del señor, que antes de empezar su periplo de bares, o de bancos de parque, si practica el botellón, se endilgue, una, o me temo que unas cuantas píldoras, por aquello del “porsiacaso”. Y entonces, que no sufra de resaca, podría inducirle a pensar, que el alcohol en exceso, y de eso precisamente estamos hablando, no daña tanto como se decía.

Se empieza logrando una píldora para la resaca, y quizás logremos a su vez la figura del “borracho viviente”, más cerca del zombi que del ser humano, y se acabe, quizás puede ser lo próximo, inventando un pequeño paracaídas para los que practican el “balconing”. Al final no van a dejar ni que la "selección natural" actúe.

Ya lo decía el título de aquella vieja película “el mundo está loco, loco, loco”.

*FOTO: DE LA RED







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miércoles, 8 de agosto de 2018

RÉQUIEM POR UN ORDENADOR


Cada verano trae su inevitable canción, la famosa y la mayoría de las veces repetitiva hasta el odio canción del verano.

Este año, todavía al menos, no parece haber nada claramente definido si nos olvidamos de ese “Chico malo” que ya viene de hace  unos cuantos meses, y que a más de uno, incluido este vecino del mundo, le ha dado cuando menos ganas de limarse las venas.

Eso sí, en lo que parece que no va a haber ninguna duda es en el tema del verano: el master del Señor Casado, y el padre del master que lo parió. O lo que viene siendo, al parecer, el que puso un chiringuito para regalar “másteres” a tutiplén.

¡Es curioso, curiosísimo! En un mundo en el que ya no se regala ni el perejil, y en las tiendas te hacen la machacona pregunta, cuando pasas por caja “¿Quiere usted bolsa?”, para así clavártela, y se ahorran ya la humillante cantinela de “son cinco céntimos”, alguien regalaba, presuntamente, títulos como en una pescadería, “fresquitos y del día”. Y ahora viene la inevitable pregunta: ¿Por qué? ¿Con qué fin?

El Señor Casado ha cometido, al margen de lo que pudo ocurrir en la manera de conseguir el master, un gran error: dar muchas explicaciones. Y cuando uno habla mucho, llegamos al “por la boca muere el pez”,  y hace un tiempo, el Señor Casado comentó algo así como que había conseguido sacar una copia de sus trabajos para el master del viejo ordenador. Y como en cualquier novela o película negra, cualquier seguidor ya sabe que el mencionado “viejo ordenador” a partir de ese momento, y para que no hable, ya está muerto.

En cualquier momento, y no a mucho tardar, la policía entrará en algún lugar donde encontrarán un ordenador golpeado y machacado, en el que cualquier autopsia informática será vana. Todos sabemos que la idea ya no es original, porque recordamos el disco duro en el más que célebre caso “Bárcenas”, pero sí resultó efectivo. Y es que más de treinta golpes machacan a cualquiera.

Lo malo que tienen las canciones y temas del verano, es que por repetitivas, y consecuentemente cansinas, ya nunca podrán ser estudiadas objetivamente. Aunque debiera de quedar suficientemente claro, que si en algún momento alguien dio algo que no le correspondía o debía dar en las circunstancias en que lo hizo, también tiene culpa el que lo aceptó. Y en esas estamos…

*FOTO: DE LA RED


martes, 7 de agosto de 2018

MÁS "BLACK" QUE "WOOD" (...A ESTAS ALTURAS DE LA PELÍCULA)




Hace tan solo una hora he salido del cine. He ido a ver “Blackwood”.

Los que siguen a este vecino del mundo, saben que por su manera de ser, él se pringa en lo que se tiene que pringar, aunque muchas veces tire de ironía para no ser cruel.

Uno de los motivos por los que ha ido  a ver esta cinta que se acaba de estrenar, es porque Rodrigo Cortés, su director, le parece una persona muy inteligente y culta a la que sigue  en muchas de sus intervenciones en Onda Cero, y en ese programa que al parecer acaba de desaparecer, “La cultureta”, en la madrugada de los viernes al sábado, y que merecía muy mucho la pena.

Vaya por delante que en ningún momento este vecino del mundo se ha acercado a “Blackwood” pensando que era una película de terror, ni una más de adolescentes, porque muy probablemente  en ese caso no hubiera ido, ni Rodrigo Cortés en ningún momento la ha vendido así. Por lo que pudiera ser que cierta publicidad de la película no ayude en absoluto.

La premisa, "unas jóvenes, cuando menos complicadas, que son llevadas a una especie de casona a ser educadas", a este vecino del mundo, que ya tiene sus años, le recordaba mucho a una película del gran Narciso Ibáñez Serrador, “La residencia” (1969), que degustó en su juventud, y que durante varios años fue la película española que más recaudación había obtenido.

En ningún momento, por supuesto, este vecino ha ido al cine para comparar ambas cintas, por aquello de que las comparaciones son siempre odiosas, y que el espectador que el vecino era entonces, no es el mismo espectador que es ahora, especialmente por los años que ya acumula.

La historia va por buen camino hasta que llega un momento en el que claramente descarrila. Y lo de “claramente” es un decir, porque hay momentos en los que hay tanta oscuridad en pantalla, que este vecino está convencido que en sus pases televisivos los espectadores directamente no verán nada. Quizás de ahí venga el "black" del título, porque sin duda el "wood" (madera) lo tiene a espuertas el director, aunque quizás en esta ocasión el guión ha sido un tanto endeble, intentando coger de aquí y de allí, sin llegar a nada.

Es una pena porque el trabajo de dirección, música (con una extraordinaria banda sonora de Victor Reyes), y montaje son excelentes, especialmente en momentos en los que la joven protagonista, AnnaSophia Robb, está desatada ante el piano. Pero hay mucho de artificial en los minutos finales, e incluso de escenas precipitadas y aparentemente solo bosquejadas. Y, seamos serios, las últimas imágenes de Uma Thurman, que no se pueden relatar por aquello de no destripar la trama, sería mejor olvidarlas cuanto antes.

Ir al cine, como muchas cosas en esta vida, no deja de ser en el fondo una transacción económica. Y este vecino, en este caso, no se considera estafado, sino decepcionado, porque esperaba más de la película en cuestión. Otra vez será...

*FOTO: DE LA RED

domingo, 5 de agosto de 2018

CAROLINA MARÍN, FELICITACIÓN Y AVISO A NAVEGANTES



El termómetro fuera marca los implacables 36 grados, y en casa sólo me alejo un rato del aire acondicionado del salón porque creo que es justo y necesario. 

Creo que es justo y necesario que este vecino del mundo haga dos cosas: mandar un mensaje de felicitación y un aviso a navegantes.

Un mensaje de felicitación a Carolina Marín, porque ni se puede ser mejor ni tener ese pundonor que antes se nos vendía cada vez que alguien de España perdía a nivel internacional, y volvíamos a casa, con perdón pero creo que es la mejor expresión, con el rabo entre las piernas, porque nos habían dado un buen meneo en algo o en casi todo. 

En el caso de Carolina Marín está clarísimo que es precisamente su pundonor el que toma las riendas de ella y no le hace cejar en su empeño de ganar. 

Este vecino del mundo tiene miedo de que los jueces internacionales se den en cualquier momento cuenta de que Carolina infringe toda la normativa internacional de bádminton ya que en realidad siempre juega acompañada de ese pundonor que a modo de turbo le hace aplicar un extra de velocidad, de visión de juego, y cuyo ruido inequívoco de "turbo" se disfraza de gritos de todo tipo.

Hoy, Doña Carolina Marín, acaba de ganar, y desde aquí le felicitamos por ello, el mundial de bádminton por tercera vez, y que es la primera vez que en su deporte se logra. Hecho que acarrea, al menos lo estimamos desde aquí, que sea una especie de extraterrestre, y que a partir de ahora ya solo pueda ampliar su leyenda.

Llegados a este preciso punto, es cuando viene el aviso a navegantes:

Esperemos que el hecho de que el bádminton no sea un deporte, digamos que mayoritario, y que desgraciadamente hay diferentes varas de medir el éxito, en cuanto a deporte y sexo, no afecte a que se valoren los logros y méritos de la Señorita Marín como se merecen. Y pronto, no es que sea nominada a los Princesa de Asturias del deporte, sino que se lo otorguen.

En realidad, y salvando las distancias temporales, Doña Carolina Marín supone para el bádminton, lo que en su momento lo fueron Manolo Santana y Severiano Ballesteros para el tenis y el golf respectivamente; con la mala suerte para el Señor Santana de que entonces no existieran dichos premios, y de los dos deportistas, solo el de Pedreña sea Príncipe de Asturias. 

Ellos fueron pioneros, en su momento,  de deportes minoritarios, y a través de sus gestas, tanto el tenis como el golf recibieron tremendos empujones de popularidad. Y Carolina, por su lado, todavía es pionera, pero desde hoy, no lo olvidemos, ya se ha convertido en leyenda.

Carolina, muchas felicidades por tu victoria de hoy y por toda tu trayectoria. Y perdónanos ya de antemano, porque es muy probable que en esta España nuestra, como casi siempre, no estaremos a tu altura, para agradecértelo. Y, un consejo de corazón, vigila tus trofeos, por aquello de que la victoria tiene muchos padres…

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sábado, 4 de agosto de 2018

ESPAÑA, COMO PARQUE TEMÁTICO



Llámenme raro, pero todos los años, siempre en verano, tengo la sensación de que España, especialmente sus costas, se ha convertido en una especie de gran parque temático, en la que los turistas, con los británicos a la cabeza, vienen a explorar nuevos límites y a hacer lo que no hacen en su isla, o siendo incluso malos, a hacer lo que les sale del Brexit.

Si ya fue vergonzoso hace unas semanas la manera que tenían de celebrar los partidos de la selección inglesa durante el mundial de fútbol, los británicos en Benidorm, ahora, entre lo sabido del caso del indigente polaco que por cien euros se tatuó el nombre y la dirección de un novio británico que estaba celebrando con sus colegas la despedida de soltero, y ese joven británico de 25 años que intentando hacer sus necesidades desde la ventana de su hotel, en Magaluf, ha caído al vacío, ya deberíamos de tener el cupo del hartazgo cubierto.

Los que siguen a este vecino del mundo saben que más de una vez se ha hecho eco de este tema (http://patxipe.blogspot.com/2014/08/magaluf-la-sodoma-moderna.html), y de detalles tan variopintos como entrar en locales de nuestras costas, donde te invade la sensación de que sin darte cuenta te has salido de tu país, ya que no hay nadie que te atienda en tu idioma, y los que están te miran como que el extranjero eres tú.

Llevamos muchos días, especialmente por los usos políticos, fijándonos en que la gran invasión viene por las costas africanas con gente que intentando salvar su vida, bien salta las vallas de la frontera desde Marruecos, o llegan a nuestras costas en un goteo de migrantes a la deriva.

Sin embargo, hace mucho tiempo que estamos siendo invadidos, y si no, solo haría falta fijarse, por ejemplo, en Mallorca y, digamos, su colonia alemana.  Lo que ocurre es que no le llamamos invasión porque se supone que vienen con dinero. Y siempre se ha dicho que el dinero mueve montañas, e incluso este vecino diría que fronteras.

Por lo dicho, no se debe de entender que este vecino del mundo es anti-nada. Pero las cosas como son: Hay una fina línea que separa el terreno de vacaciones y el terreno conquistado. Y se pongan como se pongan muchos, hace mucho tiempo que España es terreno conquistado por los deseos del turista extranjero. 

¿A quién no le ha pasado nunca ir a algún sitio estando ejerciendo como turista en nuestro propio país, y tener la sensación de que somos platos de segunda? 

Pues eso. Cervantes, hace muchos años, nos describió como quijotes y... ahí seguimos, fieles a nuestra tradición.

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jueves, 2 de agosto de 2018

SOTA, CABALLO Y ...AGOSTO



Cuando tienes por suerte, por costumbre, o por lo que sea, cogerte las vacaciones en agosto, todo tiene un olor a déjà vu, a ya vivido, especialmente en cuanto a noticias se refiere. El concurso del Cante de las Minas, las Perseidas, la Tomatina de Buñol… Una especie de sota, caballo y rey, que en plan puente de varios ojos te guía, o te pone de patitas en septiembre.

Quizás este año con la participación de un Partido Popular ya del Señor Casado, parecen empeñados en decorar de “diferente” un mes, que por otro lado, tiene un olor inequívoco a fiesta de pueblo, de muchos de los pueblos de nuestra geografía.

Tal como están de revolucionados, que no tiene nada que ver con “revolucionarios”, los populares, en cualquier momento van a recibir la propuesta de un contrato con Duracell. Y tendremos a un Casado autómata, saludando a todo tipo de gente, de todos los colores, mientras acto seguido está también totalmente exaltado en primera línea de lo que sea. Porque, quizás, lo importante, por ahora, es que se le vea al frente de todo.

De todas maneras, sus colaboradores deberían de tener un poco de cuidado, para que en un momento dado no esté al frente de corrientes opuestas, y en una especie de "big bang" pueda encender el firmamento político mientras desaparece.

Hoy, al Señor Casado en su periplo por todos lados le ha dado tiempo hasta de acercarse a La Moncloa y departir con el Presidente Sánchez, durante casi tres horas, en ese bonito juego, que en España triunfa siempre, de digas lo que digas yo siempre diré lo contrario. Incluso, aunque casi todavía hace un mes, el anterior Presidente hiciera lo contrario de lo que tu partido dice ahora.

En los mentideros se rumoreaba que para el encuentro de hoy en Moncloa, y visto la velocidad del nuevo representante popular, se había estudiado la posibilidad de acolchar cualquier arista o esquina que estuviera en el previsible recorrido. Al final este extremo no ha sido confirmado.

Ya para terminar diré que tengo un amigo, Josetxo, al que denomino, con mucho cariño además, como “filósofo de taberna”.  Y hoy me ha dicho que el Señor Casado lo tiene muy difícil porque tiene que andar lo suyo más el tiempo en que separaba, o estaba quieto, que era casi siempre, su antecesor, el Señor Rajoy. Y visto desde los ojos de Josetxo, aunque en poco tiempo el Señor Casado Blanco se ha movido mucho, todavía le queda, como en aquella película de dibujos animados, o movidos también, “hasta el universo y más allá”.

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miércoles, 1 de agosto de 2018

DOS SUGERENCIAS, UN SOLO PROPÓSITO



¡Y ya estamos en agosto! Esto ya va rodado, me temo, y llámenme pesimista, hasta nochevieja y sin parar. Eso, en el mejor de los casos y si la vida no nos apea antes.

Me despierto, ya me había levantado media hora antes, con una entrevista al Señor Maroto en Onda Cero, y me he dado cuenta, muy a mi pesar, de que dos de las canciones del verano, al menos para la derecha española, van a ser “buenismo” y “no hay papeles para todos”. Con lo cual, y además teniendo en cuenta las noticias de la ola de calor que nos invade, lo que queda de verano se nos presenta más que propicio al uso de protectores de ánimo y de sonrisa.

Precisamente, os voy a recomendar dos cremas protectoras de muy alto espectro para cuidar vuestro rostro, que siempre se ha dicho que es el espejo del alma.

Una de ellas proviene de la televisión, y es “The good doctor”. Dieciocho capítulos de una primera temporada con una trama llena de delicados sentimientos dulce-amargos, como la vida misma. 
Una recomendación: no verla en su pase televisivo, digamos que oficial en Telecinco. Porque aunque comenzaron emitiendo dos capítulos seguidos, ya que cada uno tiene unos cuarenta minutos, ahora (desde la tercera semana) ya están con la dieta de un solo capítulo, el segundo que dan es repetido, y te quedas con una terrible sensación de “interruptus”, que te impulsa a dejar de yacer en la misma cama televisiva. Se pueden seguir todos a través de Netflix, e incluso en internet.

Para la segunda crema, es necesario, al menos por ahora, visitar las salas de cine. “El mejor verano de mi vida”, de Dani de la Orden, no pasará a los anales cinematográficos como la peli de las pelis, ni del cine español, ni del extrarradio, pero sí es un vehículo que ofrece lo que te esperas: pasar un buen rato.

Con un reparto lleno de caras conocidas de la televisión  (Leo Harlem, Maggie Civantos (“vis a vis”), Toni Acosta, Jordi Sánchez, Berto Romero…), es un producto, como la comida rápida, para uso inmediato. Pero, eso sí, con unos más que mínimos de calidad y honestidad, en el no se  ha escatimado medios, de todo tipo, y se nota. 

Las primeras imágenes te conducen a un modo zen que solo se teñirán de risas, y especialmente, de sonrisas que no te abandonarán hasta el final.

Con estas dos cremas, seguramente no pasaremos el mejor verano de nuestras vidas, pero a cambio tu vecino estará seguro de que tu vida sexual es plena, por aquello de un cutis de ánimo más que envidiable y una sonrisa permanente.

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