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viernes, 10 de abril de 2020

AQUELLOS TRENES QUE NO PUDISTE TOMAR...


Al final habrá que dar gracias tras este confinamiento de que no dejamos nada puesto en la sartén. Y es que lo que iba para un tiempo indeterminado, ya se va viendo más determinado, entre mucho e indefinido.

Hay que tomárselo con humor porque lo demás pudiera ser desesperante, mientras nuestros políticos continúan echándose los trastos a la cabeza. ¿No habrá ninguna manera, a ser posible decente y sin violencia, de deshacernos de todos ellos, y comenzar otra vez?

Ha habido mas de un lector que me ha preguntado cómo paso el tiempo en este confinamiento, una vez que dije en un post anterior que mi casa no es terreno propicio para largas caminatas…

Una ventana, y gran ventana además, es el ordenador, junto con internet forman una buena mezcla, sin recurrir al alcohol, y pegarse unos cuantos buenos pelotazos al día.

Personalmente me gusta revisitar películas. Y ayer fue el día de “Beatiful Girls” (1996), una película estadounidense dirigida por el ya desaparecido desgraciadamente Ted Demme.

Protagonizada por Timothy Hutton, al frente de un gran reparto, que interpreta a Willie, un pianista de bares, que a sus 29 años, regresa a su pueblo para intentar tomar decisiones decisivas  para su futuro...

Es una película que bajo la piel de comedia toca temas muy importantes y entre otras cosas redescubres a una Natalie Portman, en un personaje de una vecinita de trece años, adorable, y que te hace plantear los diferentes trenes que hay en la vida, y que no puedes compartir porque te llevan a  diferentes direcciones.

Si alguien tiene dudas de por qué Natalie Portman está donde está que vea esta película, aunque ya en la primera, Leo El profesional, apuntaba maneras. Hubiera estado mejor que bien, y lo sugieren ellos en la película, una especie de “continuación”, del personaje de Timothy Hutton y Natalie Portman, veinte años después.

También utilizo mucho Youtube, y como me gusta mucho la música veo actuaciones de concursantes de La voz de todo el mundo. Y podrás comprobar fácilmente lo buenos que pueden llegar a ser esos anónimos repletos de ilusión y esperanza.

Me despido con un botón de muestra, mientras, por si acaso, voy a comprobar si me dejé puesta la sartén, o lo que quede de ella…

*FOTO: DE LA RED


miércoles, 20 de marzo de 2019

ALLÍ ABAJO, Y AQUÍ ARRIBA, ME PLANTO



Ha comenzado la quinta temporada de “Allí abajo” uno de los grandes éxitos de “Atresmedia” y al parecer apuesta segura temporada tras temporada.

Este vecino del mundo, seguidor de la serie, ya se ha decidido a no ver ninguna serie en el momento de su emisión, porque con tanto anuncio tiene la sensación de que los personajes, en este caso vasco-andaluces, o viceversa, apenas pueden abrirse paso en una maraña de publicidad. Añadiendo además al desconcierto, especialmente esta temporada, que muchos de los personajes ya aparecen “metidos” en anuncios calzados a la idiosincrasia, y nunca mejor dicho, de la figura en cuestión.

Al final este mundo de programación y contraprogramación nos va a convertir a los espectadores en misántropos perdidos y onanistas “seriófilos”, encerrados en un "laboratorio de gustos personales", porque lo de ayer, y comentado en casa en una especie de comité de crisis, o estado de la nación televisiva, no llegaba ni a lo que los fans de “La naranja mecánica” conocen como “el viejo mete-saca”, porque  para cuando “tocabas” el alma de los personajes, ya te sacaban de él con otra ráfaga de anuncios a modo de inhibidor para “series lovers”.

Bien pensado, y mientras en la vida real nos fríen a impuestos, una vez entrado en el mundo de la caja tonta, la publicidad sería lo más parecido a pagar todo tipo de tasas. Y hoy por hoy este vecino del mundo ya ha llegado a la conclusión, y ha tardado, de que “hasta aquí hemos llegado” y a partir de ahora, entre los ordenadores, tablets y las “Smart tvs”, va a ir a tiro hecho, y va a convertir su dedo en un asesino de anuncios, y cada vez que aparezcan, una ráfaga de flashes va a ser lo único que va a quedar de ellos. Y eso tampoco va a ser bueno para las casas anunciantes, que son, a la postre, quienes en cierta manera pagan las series.

En mi pueblo, precisamente uno de los de “allí arriba” siempre se ha dicho que lo que no puede ser, no puede ser, y además es imposible, y que más anuncios que te saquen de las series los va a soportar la tía, o tío, del programador o programadora de la denominada parrilla televisiva. Por cierto, cualquier día de estos, este vecino se va borrando también de eso que se ha dado en llamar "lenguaje inclusivo" y que te hace andar calle arriba calle abajo de nuestro lenguaje buscando una salida lo más digna posible.

*FOTO: DE LA RED

miércoles, 8 de agosto de 2018

RÉQUIEM POR UN ORDENADOR


Cada verano trae su inevitable canción, la famosa y la mayoría de las veces repetitiva hasta el odio canción del verano.

Este año, todavía al menos, no parece haber nada claramente definido si nos olvidamos de ese “Chico malo” que ya viene de hace  unos cuantos meses, y que a más de uno, incluido este vecino del mundo, le ha dado cuando menos ganas de limarse las venas.

Eso sí, en lo que parece que no va a haber ninguna duda es en el tema del verano: el master del Señor Casado, y el padre del master que lo parió. O lo que viene siendo, al parecer, el que puso un chiringuito para regalar “másteres” a tutiplén.

¡Es curioso, curiosísimo! En un mundo en el que ya no se regala ni el perejil, y en las tiendas te hacen la machacona pregunta, cuando pasas por caja “¿Quiere usted bolsa?”, para así clavártela, y se ahorran ya la humillante cantinela de “son cinco céntimos”, alguien regalaba, presuntamente, títulos como en una pescadería, “fresquitos y del día”. Y ahora viene la inevitable pregunta: ¿Por qué? ¿Con qué fin?

El Señor Casado ha cometido, al margen de lo que pudo ocurrir en la manera de conseguir el master, un gran error: dar muchas explicaciones. Y cuando uno habla mucho, llegamos al “por la boca muere el pez”,  y hace un tiempo, el Señor Casado comentó algo así como que había conseguido sacar una copia de sus trabajos para el master del viejo ordenador. Y como en cualquier novela o película negra, cualquier seguidor ya sabe que el mencionado “viejo ordenador” a partir de ese momento, y para que no hable, ya está muerto.

En cualquier momento, y no a mucho tardar, la policía entrará en algún lugar donde encontrarán un ordenador golpeado y machacado, en el que cualquier autopsia informática será vana. Todos sabemos que la idea ya no es original, porque recordamos el disco duro en el más que célebre caso “Bárcenas”, pero sí resultó efectivo. Y es que más de treinta golpes machacan a cualquiera.

Lo malo que tienen las canciones y temas del verano, es que por repetitivas, y consecuentemente cansinas, ya nunca podrán ser estudiadas objetivamente. Aunque debiera de quedar suficientemente claro, que si en algún momento alguien dio algo que no le correspondía o debía dar en las circunstancias en que lo hizo, también tiene culpa el que lo aceptó. Y en esas estamos…

*FOTO: DE LA RED


lunes, 11 de junio de 2018

LA SOMBRA, UNA COPA, Y MILES DE CHISTES ÚNICOS...



Tengo el ordenador en horas bajas. Cada vez que le doy a guardar información, es una mezcla de que se está haciendo el importante y de Dory la amiga de Nemo que tenía, por decirlo de alguna manera, dificultades para recordar.

Resumiendo: que estoy en un sinvivir, porque además, ya el ordenador en realidad es el refugio del bloguero, y lo mismo que en televisión nos enseñaron que sin tetas no hay paraíso, sin ordenador no hay un bloguero en condiciones, en buenas condiciones. Espero que lo de mi ordenador sea solo un susto ocasional y no, por favor, una realidad verdadera.

Ayer, tras ver la final de Rafael Nadal ganando por decimoprimera vez  Rolland Garros descubrí que la sombra de Rajoy es alargada, porque al ver al manacorí levantando la copa y henchido de orgullo me descubrí pensando, con mucho eco, como se supone que se relatan los pensamientos: “España es una gran nación y los españoles muy españoles y mucho españoles” con lo que la lívido o lo que fuera que estaba sintiendo bajó, como diría un engolado Matías Prat, a mínimos históricos.

Leo en primera página de El País digital que “Los críticos del PP exigen un debate ideológico en el congreso para la sucesión de Rajoy”, y me imagino a muchos de ellos, a Rafael Hernando incluido, ubicando el micrófono de la sala a la altura de su hígado, porque ni sus incondicionales podrán negar que como mínimo son bastante viscerales.

Lo mismo que acabo de hablar de la oposición, ¡Qué raro se me hace!, ahora comentaré algo sobre el recién estrenado Ministro de Cultura y Deporte Máxim Huerta.

De todos es sabido, que el nuevo ministro siempre ha llevado a gala lo de no practicar ningún deporte. Pero, tal como se le han puesto las cosas, que no hay ningún periodista deportivo que no haga su “gracieta”, ya que, al parecer, el decir siempre que no le gusta practicar un deporte debe de dar derecho a que todos los que pasen a su lado le peguen en el morro, aconsejaría a Máxim Huerta practicar un poco de boxeo, más que nada para que así se lo piensan un poco esos cómicos de chiste único. 

Sé que el Señor Huerta está lejos de buscar la confrontación, pero algunas veces conviene que te vean en otra faceta y sembrar un poco de confusión en su mirada, la misma que ayer sintió este vecino del mundo al oír en su mente la voz de Rajoy.

*FOTO: DE LA RED

jueves, 15 de diciembre de 2016

CONFIESO: HE DEBIDO DE PECAR...


¡Nunca me había encontrado en esta posición! En los más de seis años que llevo con este blog, nunca me había ocurrido. Estoy escribiendo un post, y en realidad no sé si lograré publicarlo…


Hoy no se trata de que las musas se encuentran remisas, ni que la actualidad no ha dado con temas que nos dejen sin palabras, como presidentes reelegidos que hablen en exceso en cenas navideñas con simpatizantes…, o con ese fútbol, “opio del pueblo” para muchos, pero en el que la mayoría peca viéndolo aunque sea a escondidas, y que se está intentando modernizar  con videocámaras chivatas, pero cuyas primeras pruebas dejan, al menos, mucho que desear…
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Ocurre que este vecino del mundo está peor que con las manos encadenadas en un teclado confiscado: es víctima, su ordenador, de un virus que le cierra las páginas que él quiere utilizar, y le abre otras, las que el virus de marras tiene a bien cargar… 


¡No! Para los malpensados, decir que tampoco se trata de páginas pornográficas ni nada que se le parezca, sino páginas con instrucciones, por decirlo de alguna manera, para programadores o algo así, lleno de símbolos raros.


El caso es que este  vecino del mundo se encuentra, se imagina, como esa persona que al ver su miembro viril, observa en él, cosas que antes nunca había tenido, y llega a la conclusión de que sus relaciones sexuales no han debido de ser, últimamente, muy seguras y tiene “aquello” como un floripondio a punto de explotar.


Salvando las distancias, llegas a la conclusión, de que algunas de las páginas que has visitado últimamente, correo que te ha llegado, o programas que “tus amigotes” te han dejado, eran terreno minado. Y ahora no te queda otra que poner “ojos de violín”, los más tiernos que puedas, para que el informático de turno, se apiade a la hora de adelantarte ante otros encargos, aunque al final te la clave igual con esa factura que te va a dejar más seco que la mojama. 


Porque topando con el mundo informático, ellos, los informáticos, nunca han dependido de las leyes naturales. Se rigen por otras reglas, las suyas, por otro tiempo, el suyo, y no les puedes nunca preguntar: ¿Cuánto vas a tardar?  Porque como mínimo ofensivo te dirán eso de “Lo estrictamente necesario”. Y "eso" puede navegar entre “el ahora mismo” y el “pasaron varias glaciaciones”.


En este mismo momento me imagino dejando este mensaje dentro de una botella, y depositándola en el océano de internet, esperando a que recibáis mis noticias, y confesándoos que os quiero mucho y que siempre os he respetado, y lo seguiré haciendo. Con la esperanza, también, de que lo más pronto posible, que puede variar entre "el mañana mismo" y el "nunca más se supo", sigamos mutuamente sabiendo el uno del otro, o de la otra.


Todo queda en manos de la informática, y especialmente, de la suerte.

¡Os quiero!

*FOTO: DE LA RED

sábado, 10 de septiembre de 2016

¿INTERNET PARA EL PORTÁTIL? LA SOLUCIÓN TIENE UN NOMBRE (3/3)



Tras los dos artículos anteriores en el que este vecino del mundo quería encontrar esa tarifa que le pudiera satisfacer  en su búsqueda de tarifa plana para su ordenador portátil mientras se está fuera de casa, faltaba ese en el que el vecino intentara dar una solución lo más cercana posible a lo deseado, que recordemos era:


Conexión a internet vía USB para el portátil, que sea tarifa plana, y así, saber de antemano, cuánto voy a gastar cada mes, con una velocidad entre 10 y 30 megas, si es ésta última mejor que mejor. Y sin permanencia.


También recordaré, que me puse en contacto, vía Twitter, con los siete suministradores de internet presuntamente más importantes de España: Másmóvil -Orange  -Vodafone -Jazztel -Movistar -Yoigo –Euskaltel.


Lo curioso del caso es que no todos me contestaron, por lo que se puede adivinar de que “la cosa”  les va estupendamente a la mayoría, y no ven necesario luchar por cada cliente.


Con respecto a Euskaltel con la que tenía 2 Gigas contratados, lo máximo que me habían ofrecido, digamos que las dos mujeres, además con las mismas iniciales, A.O., que me atendieron, fueron unos auténticos ángeles ya que cada una de ellas lo hizo durante más de media hora. Pero, será el sistema, las empresas son cuadriculadas, y no se adaptan a las necesidades del cliente, sino que tiene que ser al revés, y van muy por detrás de las exigencias de los ordenadores de hoy en día, ya que con 1 o 2 gigas al mes, en el portátil ya no llegas a nada. Y normalmente no te ofrecen más de 10 gigas, y con un precio que, siendo guipuzcoano,  parece que vas a comprar angulas, y además en la víspera de San Sebastián, cuando están más caras.


Al final he encontrado la solución, que a juicio de este vecino, no es que sea la mejor , sino la menos mala. Es un aparato (el de la foto) que te ofrece hasta 20 Gigas, de la empresa WIFI AWAY (http://wifiaway.es/)
La idea y la ejecución son muy buenas, con la salvedad de que esa cantidad de gigas es suficiente para trabajar con el portátil, o leer páginas web, pero no para usarlo como medio de ver televisión a la carta, ni muchos videos de youtube, cosa que ellos en sus instrucciones ya te lo advierten. Juegan limpio.


Para mi bolsillo, al menos, un poco caro, concretamente, en el caso de este vecino, se pasaría en  su presupuesto, unos 15 € si fuera para todos los meses. Pero si te vas de vacaciones, con quitarte una cerveza y una tapa diarias, ya lo amortizas; y tu dieta te lo agradecerá. Eso sí, y es lo más importante, da buenas prestaciones. Y a nivel usuario no se puede tener ninguna queja, añadiendo además que da muchas más soluciones que esos “pinchos” por USB. Ya que esta fuente sirve para surtir a varios aparatos a la vez, tanto en casa como en la calle. ¿Y su instalación? Aunque parezca una contradicción: apta para ineptos.



Resumiendo, es una solución fiable, pero no “la solución” que te evite buscar la perfección, especialmente en materia de más gigas sin tener que temer por tu patrimonio…


*FOTO: F.E. PEREZ RUIZ-POVEDA

miércoles, 11 de noviembre de 2015

EL SECRETO DE VICTORIA


Este vecino del mundo tiene sus ritos y costumbres cada mañana al levantarse, y uno de ellos es salir al balcón para que la realidad diaria le acaricie o, como en este caso, más bien le abofetee con un día tristón y casi en blanco y negro. Ya cualquier cosa puede pasar, como que no existan los ángeles o estemos solos ante el peligro de la vida.

Más tarde, y ya  con el ordenador, buscando en "noticias de aderezo", porque el día a día es el que es, y últimamente no hay manera de quitarse la barretina, otra noticia me azota, como el nuevo día, en plena cara. Los ángeles en contra de lo que me temía siguen viviendo, y ayer volvieron a volar otra vez, al menos, los que tienen el secreto de Victoria.

Tantos años de lucha feminista, para muchas, y muchos, y en este caso el machismo se disfraza de etiqueta y de medidas perfectas ocupando primeros espacios en cualquier noticiario que se precie, cuando no deja de ser un acto publicitario, eso sí, con unos publicistas cum laude. Porque cuando la publicidad se hace costumbre y además se espera cada año, chapó al que tuvo esta idea, aunque pase de las mujeres y solo quiera vender lo que quiere vender.

Mi vecina, Lola, la del tercero A, la que es demasiado pequeña para el peso que tiene, ya estará, más que triste, buscando cuerda y viga. Y es que ella se gasta un dineral en lencería, soñando en mostrárselo a un novio que todavía no tiene, y pues eso, que no le queda igual. Y además tampoco sonríe como las modelos en cuestión, porque en lugar de cobrar, y muchísimo, por ponérselo, ella tiene que ahorrar un tiempo, bastante largo por cierto, para comprarse un modelito, que además no le queda  bien, sino  todo lo contrario.

A todo ésto habría que añadir todo lo que una mujer paga por comprarse productos que claramente van dirigidos a un público femenino, como desodorantes, cuchillas de afeitar, que si miramos entre el producto femenino y su equivalente masculino, el de la mujer siempre es bastante más caro. Con el agravante de que la mayoría de las mujeres ignora ésto, que desde hace muchos años ya, en Estados Unidos, se ha dado en llamar "Pink taxes", por traducirlo de alguna manera "Impuestos rosa".
Y para más inri, no hace falta apostillar, que ésto se debe de descontar a un sueldo, el femenino, que de sobra es sabido que siempre es más enclenque que el masculino.

A Lola, mi vecina, para animarla le diré que yo, personalmente cada vez que veo a estos angelitos, pienso en el teléfono móvil, y el favor que nos ha hecho su inventor a los que tenemos menos de 1,70 mts., porque antes  y por problemas de altura, en el utópico caso que hubiéramos intercambiado un par de palabras con ellas, siempre hubiera sido gritando, y por supuesto, con eco.

¡Es curioso! Para los diseñadores del secreto de Victoria, si supieran lo que es un botijo, coincidirían que en su concepto de moda, Lola es más parecido a este artilugio que a sus ángeles. Y, por otro lado, personas de a pie del sexo masculino, a los que los personajes encarnados por Alfredo Landa en su momento, podían ser fácilmente un precedente, en el fondo al ver a los ángeles de Victoria es muy fácil que nos sintiéramos también un botijo en manos de la mujer alada.

Y ahora, ¿cómo le explico todo ésto a Lola? 

Quizás será mucho mejor no decirle nada, y guardarme para mí que después de todo  el secreto de Victoria sea, presuntamente, que todo lo que no se ciña a sus medidas, es ... un botijo.

Siempre debiera ser deseable que los ángeles se queden en el cielo.
Lo demás es alborotar en vano. 

*FOTO: DE LA RED