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martes, 7 de agosto de 2018

MÁS "BLACK" QUE "WOOD" (...A ESTAS ALTURAS DE LA PELÍCULA)




Hace tan solo una hora he salido del cine. He ido a ver “Blackwood”.

Los que siguen a este vecino del mundo, saben que por su manera de ser, él se pringa en lo que se tiene que pringar, aunque muchas veces tire de ironía para no ser cruel.

Uno de los motivos por los que ha ido  a ver esta cinta que se acaba de estrenar, es porque Rodrigo Cortés, su director, le parece una persona muy inteligente y culta a la que sigue  en muchas de sus intervenciones en Onda Cero, y en ese programa que al parecer acaba de desaparecer, “La cultureta”, en la madrugada de los viernes al sábado, y que merecía muy mucho la pena.

Vaya por delante que en ningún momento este vecino del mundo se ha acercado a “Blackwood” pensando que era una película de terror, ni una más de adolescentes, porque muy probablemente  en ese caso no hubiera ido, ni Rodrigo Cortés en ningún momento la ha vendido así. Por lo que pudiera ser que cierta publicidad de la película no ayude en absoluto.

La premisa, "unas jóvenes, cuando menos complicadas, que son llevadas a una especie de casona a ser educadas", a este vecino del mundo, que ya tiene sus años, le recordaba mucho a una película del gran Narciso Ibáñez Serrador, “La residencia” (1969), que degustó en su juventud, y que durante varios años fue la película española que más recaudación había obtenido.

En ningún momento, por supuesto, este vecino ha ido al cine para comparar ambas cintas, por aquello de que las comparaciones son siempre odiosas, y que el espectador que el vecino era entonces, no es el mismo espectador que es ahora, especialmente por los años que ya acumula.

La historia va por buen camino hasta que llega un momento en el que claramente descarrila. Y lo de “claramente” es un decir, porque hay momentos en los que hay tanta oscuridad en pantalla, que este vecino está convencido que en sus pases televisivos los espectadores directamente no verán nada. Quizás de ahí venga el "black" del título, porque sin duda el "wood" (madera) lo tiene a espuertas el director, aunque quizás en esta ocasión el guión ha sido un tanto endeble, intentando coger de aquí y de allí, sin llegar a nada.

Es una pena porque el trabajo de dirección, música (con una extraordinaria banda sonora de Victor Reyes), y montaje son excelentes, especialmente en momentos en los que la joven protagonista, AnnaSophia Robb, está desatada ante el piano. Pero hay mucho de artificial en los minutos finales, e incluso de escenas precipitadas y aparentemente solo bosquejadas. Y, seamos serios, las últimas imágenes de Uma Thurman, que no se pueden relatar por aquello de no destripar la trama, sería mejor olvidarlas cuanto antes.

Ir al cine, como muchas cosas en esta vida, no deja de ser en el fondo una transacción económica. Y este vecino, en este caso, no se considera estafado, sino decepcionado, porque esperaba más de la película en cuestión. Otra vez será...

*FOTO: DE LA RED

viernes, 30 de enero de 2015

EL TRUCO DEL TIEMPO


Hace dos días, y viendo una serie de televisión, estaban dos niños con un tablero de la oca, y uno de los niños le preguntaba al otro que por dónde se enchufaba aquello, y el otro sin dudarlo le indicaba un determinado punto del tablero.
Todos recordarán aquella primera vez en que un niño se nos acercaba con cierta precaución,  y hablándonos de usted, nos preguntaba qué hora era. Esa sensación sentida por nosotros, con tanto enojo como sorpresa, y lanzada al silencio del aire de ¿Por qué me hablas así si todavía soy muy joven? Tonto de niño.
Con el paso de los años, y por experiencia propia, uno se va sintiendo cada vez más mayor, normalmente por nada físico, sino cuando en los medios de comunicación, por ejemplo en la radio, y hablando de algo de un pasado inmediato, en teoría, para nosotros, a uno de los interlocutores de turno se le ha de explicar algo que ignoraba, porque evidentemente eso no era de su época y no tenía por qué saberlo.
El  problema de cumplir años, es que cada vez hay más gente a la que hay que explicar muchas cosas que nosotros conocemos, como si el tema en cuestión fuera de ayer mismo, y han pasado, quizás, más de cuarenta años.
Todavía recuerdo el famoso “comediscos” que nunca conseguí que me regalaran. Eran finales de los sesenta y comienzos de los setenta. Mucha gente nacida con posterioridad no tiene ni “pajolera” idea de qué era. En realidad, y visto desde ahora, fue un invento con fecha muy corta de caducidad. Su mismo material de fabricación, pasta o plástico puro y duro, fue un intento de llevar el disco de paseo, en una especie de bandolera.
Muchos ignorarán también,  que durante unos años, una película dirigida por Narciso Ibañez Serrador, por siempre conocido por todos como el creador del mítico “Un, dos tres”, fue una de las películas más taquilleras de España: La Residencia, rodada en 1969. Una historia del género de terror, con un “algo más” de calidad, del que siempre el célebre “Chicho” ha sido gran aficionado. Y cuyo decorado, la fachada de aquella “residencia” de cartón piedra, en su momento fue el más caro del cine español, tres millones de las pesetas de entonces.
Decir también que el guion fue de un tal Luis Peñafiel. ¿Poco conocido? Depende, escribió todas las historias que el bueno de “Chicho” llevó adelante en televisión, y el guion de sus dos únicas películas. Ambas, muy, muy, interesantes, y abriendo el cine español más allá de nuestras fronteras. Y es que en realidad el tal Peñafiel, es el mismísimo Chicho. Mis amigos me suelen tildar de muy “enterao” cinematográficamente hablando.  Y quizás habrá que ir pensando, en que en realidad lo único que ocurre es que tengo todavía buena memoria, para los años que este vecino ya va cumpliendo.
Por eso, y viendo la vida de otra manera, lo importante no es el tiempo que nos queda, que nunca sabremos cuánto es, sino la cantidad de cosas, datos, sucesos, que nosotros sabemos no por haberlos estudiado, sino por estar vivos y atentos. Porque quizás la vida, es un gran truco de magia ejecutado por un gran prestidigitador que es el tiempo, y tenemos que estar siempre atentos para averiguar el truco.

*FOTO: FOTOGRAMA DE "LA RESIDENCIA".