miércoles, 30 de octubre de 2013

PENSANDO EN MÍ

El otro día estaba pensando, que ya es de lo poco que el españolito medio se puede permitir sin que le cueste nada, …por ahora, haciendo un balance de mi vida, y a lo mejor me he pasado en eso de ser formal.
Con la amenaza constante de una filosofía familiar de “pórtate bien”, quizás durante toda mi vida lo he hecho, y la he convertido en un tanto monótona.
A lo mejor, el día aquel que todavía sin llegar a los catorce, pensé tirar mi bolígrafo al suelo para, aprovechando el incidente verle las piernas a la profesora…debí de hacerlo. Y, quizás entonces, las piernas no hubieran sido todo un símbolo de nuestra represión sexual, porque las piernas nunca es el comienzo de nada, sino solo una excusa. Y es que lo importante es París, y no un cartel que diga “París a 30 kms”, a no ser que seas un diseñador en ciernes, y te exciten los carteles en sí.
Tampoco cuenta, en lo de no haber sido un poco díscolo, aquellos partidos de fútbol en la plaza del pueblo, bajo el letrero de “se prohíbe jugar con la pelota bajo multa de cinco pesetas”, porque nunca fui ni el organizador, ni siquiera el capitán del equipo.
Mi madre siempre tuvo la filosofía de que el trabajo de un niño es jugar, y había que estar todo el día jugando, para cumplir con el estatuto del niño trabajador. Y quizás, visto desde la orilla de los cincuenta y tantos, no rompí todos los cristales que tenía que haber roto, ni di todas las patadas que tenía que haber dado, ni levanté las faldas que tenía que haber levantado. De hecho, creo que no levanté ninguna falda.
De todas maneras, en el baúl de mis recuerdos, solo me quedan dos cosas que no repartí:
Muchos besos, que tenía que haber dado y no me atreví a dar, en aquellos amores de juventud que se iban antes de comenzar, pero que luego lamenté por no haber dado un primer paso.
Y las cosas que se quedaron en el viejo tintero, por no decirlas. Especialmente el descubrimiento de buenos sentimientos hacia otras personas. Porque los malos pensamientos, los malos sentimientos, siempre caducan, pero los buenos, se marchitan y siempre quedan allí, como flores amarillas, que en un momento dado se cultivaron para regalar, y nunca llegaron a tal fin.

*FOTO: DE LA RED

3 comentarios:

  1. Ceci Lia(Por Facebook)
    Querido Patxipe. Me ha gustado muchísimo tu reflexión; vamos, ¡que parece que la he hecho yo_! XDDD En serio...¿acaso piensas que no estás a tiempo todavía de dar besos y expresar los buenos sentimientos? El mundo está falto de estas emociones positivas...¡regalémoslas! Yo me apunto a hacer de cobaya. Prueba conmigo si no tienes a nadie más a mano...
    (Y si me la juego con la Nuri da igual jajajaja)

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  2. De: Ceci Lia (Por facebook)
    Querido Patxipe. Me ha gustado muchísimo tu reflexión; vamos, ¡que parece que la he hecho yo_! XDDD En serio...¿acaso piensas que no estás a tiempo todavía de dar besos y expresar los buenos sentimientos? El mundo está falto de estas emociones positivas...¡regalémoslas! Yo me apunto a hacer de cobaya. Prueba conmigo si no tienes a nadie más a mano...
    (Y si me la juego con la Nuri da igual jajajaja)

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  3. Para: Ceci Lia (por facebook)
    De parte de La Nuri, que te da permiso para todo....Un besazo grande, y gracias por todos tus "pairopos", como diría un guiri.

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