viernes, 17 de noviembre de 2017

PUIGDEMONT EN EL PAÍS DE LOS BELGAS


Hace mucho tiempo que ya estamos en la fase de ir a mear y no echar ni gota respecto a las aventuras de "Puigdemont en el país de los belgas", como si de un cómic se tratara.

Ahora la fiscalía de ese país nos pregunta que cómo tenemos nuestras cárceles bajo la versión de a qué cárcel iría Puigdemont, más que nada por si tienen un mínimo de garantías, en caso de que fuera devuelto a la justicia española

Y es que hay preguntas que es sabido que no se deben hacer. Si quieres ligar con una joven no puedes preguntarle por cómo anda de sus ventosidades y luego quejarte de que, y como mal menor, te ha dicho que vayas a peinar bombillas. Por esa misma razón, el gobierno belga no puede venir ahora a preguntarnos: "¿Cómo andan ustedes de cárceles?", cuando somos compañeros en la Unión Europea, y como vecinos que somos nos pedimos perejil en zapatillas un día sí y el otro también.

Una cosa es que haya norteamericanos, por ejemplo, que estén convencidos de que España esté en algún lugar de Sudamérica, pero la pregunta de la fiscalía belga cuando menos sin decirlo, eso sí es un acierto, nos instala en África, con perdón para África.

Para saber si una pregunta se debe o no hacer es muy sencillo. Tan sencillo como preguntarse: ¿Esa cuestión se la haríamos a la Alemania de la Señora Merkel, o a la Francia del Señor Macron? 
Y automáticamente nos viene la respuesta: No, porque no hay … lo que hay que tener.

Quizás, y puede ser el origen de muchos de nuestros males, es que la figura que nos representa, en este caso el Señor Rajoy cuando menos lleva con él un halo polémico. O lo que en muchos de nuestros pueblos se acercaría a esa figura llamada Rita La pollera, o Rita La Cantaora. Y que si fueras un perro macho te haría acercarte y levantarle la patita. 

¡Vamos! Resumiendo, que al respeto ni se le conoce ni se le espera en torno a la figura de nuestro presidente. Porque entre otras cosas, mientras le acompañe ese olor a presunta corrupción, será imposible.

Sin embargo, eso no quiere decir que el Señor Puigdemont se tenga que ir de rositas, porque éste, Puigdemont, sería a reescribir la historia lo que Julio Verne a la literatura fantástica: todo un innovador. A Puigdemont y a los suyos les das dos días y demuestran, si quieren, que Dios proviene del Maresme, e incluso que el centro de cualquier galaxia pasa por Cataluña y, por eso mismo, les pertenece.

*FOTO: DE LA RED

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