domingo, 5 de noviembre de 2017

VIGILANDO LA VIDA


Contradicciones de este mundo tan políticamente correcto que nos está tocando vivir: 

Me voy a preparar un gin-tonic en casa, y como la crisis si algo nos ha enseñado es que hay que pensar en el mañana, me lo hago de una marca blanca del supermercado de guardia. La tónica avisa que no tiene gluten. Eso está bien. Y va en la misma línea de esa leche que tomas en el desayuno, y que ya viene de fábrica con todo quitado, para que no sufras de exceso de grasa y colesterol, y que en lo único que se parece a la original es que sigue siendo blanca, pero con la sospecha de que ese “blanco” puede ser la ausencia de todo.

Ayer mismo, un amigo se dejó asesorar por un camarero y se bebió un “chupitazo”, porque el tamaño era ex profeso para un chicarrón del norte.

El brebaje debía de ser tan sano, tan sano, que el camarero-gurú le metió todo tipo de plantas. No se lo dije a mi amigo, por no estropearle el trago, pero al ver la propuesta a degustar, no pude por menos que acordarme del Ganges después de un funeral…

Llegará un momento en que el consumismo conseguirá convertirnos en los muertos más sanos del mundo.


De todas maneras, conviene seguir vigilando la vida con ojo crítico, pero al mismo tiempo, con mucho humor/amor, más que nada porque no nos queda otra; y observándonos podremos seguir aprendiendo de nuestros continuos errores, y en otra vida, si nos dan la posibilidad, opositar al Nirvana en mejores condiciones.

*FOTO: DE LA RED

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