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viernes, 20 de junio de 2014

DOÑA MELANIA Y SU CORAZÓN MAQUILLADO

Este vecino tras esa pátina de ironía, tal vez forzada por las experiencias de la vida, porque de la muerte nunca se podrá hablar por experiencia propia, cree en todo y no cree en nada, pero sobre todo cree en el amor.
El amor podrá morir, de muerte súbita o de abandono, pero siempre quedará un poso que es el recuerdo, de los hijos que nacieron, de los que solo se soñaron, de momentos felices, y quizás de momentos que no lo fueron tanto. Pero esos momentos nunca podrán desaparecer, porque siempre serán los que nos han traído hasta aquí, hasta el presente, o hasta el final de nuestros días.
Una de las imágenes de esta semana, quizás no en el momento de verla, pero que se ha quedado en la retina del vecino, es esa del tatuaje de Melanie Griffith, hasta hace muy poco Doña Melania, luciendo “un corazón maquillado”. Maquillado para intentar olvidar a “Antonio”, al que hasta hace muy poco ha sido su “Bandera” del amor.
Y a este vecino le ha dado mucha pena. Y esto no es ironía.  Porque a las personas, que no pasan desapercibidas, se les coge cariño u odio. Y tras dieciocho años de colarse en nuestras casas, a la hija de Marnie La ladrona, se le cogió cariño, y mucho. Por su acento americano, por intentar hablar de un amor, que sin duda lo sentía, y mucho, en un castellano de cien palabras. Por aquello tan bonito que dijo, de que “todo lo anterior en su vida había sido preparación para Antonio”. Y todos nos los creímos, porque era verdad.
Los años no pasan sin dejar huella, y como dice esa canción de Manuel Alejandro, “se nos rompió el amor de tanto usarlo”…Y los tatuajes, es triste comprobarlo, duran más, mucho más. Aunque en nuestro recuerdo siempre quedarán esas imágenes de un amor triunfante pese a la geografía, a la lengua, y durante mucho tiempo, incluso al destino.
Por eso a este vecino le causó impacto esa foto de un tatuaje “entre tinieblas”. Nunca ha habido nada tan cinematográfico que un paisaje entre tinieblas, aquella despedida en Casablanca...
Algo tiene la niebla que primero te hace preguntar qué es lo que hay ahí, y luego te encoje el alma. Y eso mismo, quizás sin pretenderlo por parte de Melanie, causa en el que la observa. Parte de su vida ya parece que tiene que estar oculta por el recuerdo, o el no recuerdo. Y eso en el fondo infunde tristeza, porque un amor que se rompe, un fracaso de dos, al menos durante mucho tiempo infunde tristeza, y la tristeza es soledad, sobre todo para sufrirla.

*FOTO: DE LA RED