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miércoles, 26 de julio de 2017

NO ES RUSO TODO LO QUE RELUCE...



Este vecino del mundo siempre ha sido muy tímido, y no es una pose. Incluso viendo la televisión, cuando alguien da la nota, o lo que vulgarmente se dice, “mea fuera del tiesto”, pasa vergüenza ajena.

Ayer, y sin proponérselo, este vecino del mundo se lo pasó mal ante un niño, por una “gracieta” que este vecino quiso hacer, y que quizás, los niños al tardar en detectar la ironía, quedó en la más absoluta de las ruinas ruinosas...

Estos días veraniegos este vecino del mundo ha conocido en el vecindario a un niño que pasaría un casting para hacer “de el más arquetípico de los rusos, en una película de rusos”, y que además lo es. O al menos, eso creía este vecino del mundo.

Ayer al mediodía, tras ir a la playa, volvía a casa, cuando le vi al niño en cuestión, con su padre, que le hablaba constantemente, se supone, que en ruso, y el niño, unos ocho/nueve años, le contestaba todo el rato en un correctísimo castellano, diciéndole que le quería mucho y que era el mejor padre del mundo. 

Mientras su padre dejaba el coche en el garaje, al verme que iba a entrar en el portal se acercó para entrar a la vez, y al verme que le dejaba pasar, me miró y con una gran sonrisa me dijo: Muchas gracias.
Este vecino del mundo, y ahora viene el intento de “gracieta”, con cara de sorpresa le dijo: Ahora me entero que hablo ruso, porque te he entendido perfectamente.

El niño se para en su intento de entrar al portal, y me dice: Yo soy ucraniano pero llevo años en España, y mi hermano pequeño ha nacido en España.
Y me acordé del conflicto entre Rusia y Ucrania, y grité en la inmensidad de mi pensamiento un “Tierra, trágame” que deseé tatuarlo en mi lengua como castigo.

Podía haber sido peor, incluso decir en defensa propia que no tengo nada contra los rusos, ni mucho menos contra los ucranianos, y que además “Doctor Zhivago” es mi película preferida (que para más inri ni es rusa ni se rodó allí). Hubiera sonado mucho a que cuando para demostrar que no tienes nada contra los gays, inmediatamente dices que tienes amigos que lo son.

¿Lo peor de todo? Que quedó claro, con el comportamiento del niño, que no es la primera vez que le “recuerdan” que no es español, y eso le ofende, porque seguro que se ha pasado más años aquí que en su lugar de nacimiento. Este vecino del mundo está completamente de acuerdo en ese pensamiento popular de que “uno es de donde pace, y no de donde nace”, porque, entre otras cosas, normalmente en “pacer” viene implícito el “querer”.


Hay momentos en que uno desearía ser un ordenador portátil, y… poder resetearse.

*FOTO: DE LA RED

martes, 6 de mayo de 2014

EL DIABLO Y SU RABO

Mi madre siempre ha dicho eso de que “cuando el diablo no sabe qué hacer, mata moscas con el rabo”. Y de eso se ha acordado este vecino cuando se ha enterado de que en Rusia, como si no tuvieran suficiente con la que está montada en Ucrania, se va a castigar a todo aquel que utilice palabras malsonantes en los medios de comunicación, películas, piezas teatrales, espectáculos, conciertos, libros y obras de arte.
Este mismo lunes, Vladimir Putin ha promulgado una ley, que entrará en vigor el 1 de junio, con multas de 2.000 - 2.500 rublos (40-50 euros) para particulares, entre 4.000 - 4.500 rublos (80-90 euros) cargos públicos, y entre 40.000 y 50.000 rublos (800-1000 euros) para personas jurídicas. Y, curiosamente, debido a esta ley, y desde nuestro punto de vista, en castellano naturalmente, decir su apellido ya podría costar algún disgusto. Según parece expertos filólogos serán los que determinen si  las palabras o expresiones empleadas en cada caso son merecedoras de sanción, que irónicamente lo veremos como una manera curiosa de crear más puestos de trabajo.
A partir de ahora, y según la nueva ley, no debe de haber palabras malsonantes en actos públicos (artísticos, culturales, o de entretenimiento). Con relación a las películas, cintas conteniendo diálogos con “tacos” o palabras soeces,  no recibirán certificados para su exhibición en cines.
De todas maneras, puestos a insultar o hablar mal, lo importante en realidad nunca es el, al menos desde el punto de vista de este vecino, el significado de una palabra, que también, sino la intención con la que se dice. Porque malsonante, como todos sabemos, viene literalmente de “sonar mal”, y qué diferencia hay entre los fonemas de “puta, ruta, fruta”, todos suenan de una manera bastante similar.
Es conocido eso de que los niños siempre dicen la verdad, pese a quien pese, y desde su mentalidad hay momentos en que ellos expresan, aún sin saberlo, verdades como templos.
Este vecino conoce a un mocetón ahora, niño en el momento de lo que va a relatar, y que se supone que por haberlo oído alguna vez, atribuía a palabras acabadas en “ón el poder del insulto. Por eso, cuando se enfadaba, y empezaba a soltar una retahíla de improperios, según su mentalidad, para acabar con broche de oro, utilizaba su insulto más sonoro, la palabra “salchichón”. 
Según la nueva orden establecida por Putin, esta palabra pasaría la criba establecida, pero para el niño de entonces, “salchichón” solo hubiera ido dedicado al peor de los hombres malos, dicho además, y ésto es lo importante, con toda su intención.
Y ya para terminar, quién no recuerda, las escenas de "El gran dictador", en las que en un idioma inventado, el gran Charles Chaplin, da toda una exhibición de insultos, sin que, en realidad, se entienda nada. Está claro que el Señor Putin nunca ha visto esa película, porque seguro que tendría otro concepto de la palabra y su significado


*FOTOGRAMA: "EL GRAN DICTADOR".