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sábado, 25 de enero de 2014

¿EL DILUVIO QUE VIENE?

De pequeño, este vecino recuerda que cuando llovía mucho solía decir que era porque los angelitos estaban llorando. Por eso, hoy al levantarse, y mirar por la atalaya, no ha tenido más remedio que pensar que esta vez los angelitos debían de haber sufrido una tragedia, porque entre diluviar y lo que está haciendo en mi querido Donosti, no hay una gran diferencia.
No le extrañaría a este vecino, que en cualquier momento vaya a ver flotando el arca, con Noé al frente y toda la colección de animales abordo.
De todas maneras, y puestos ya a imaginar, ahora Noé tendría más difícil el construir y botar el barco, entre todo tipo de permisos necesarios para la obra, más los requeridos también para poder tener a los lindos animalitos, y el precio cambiante entre lo que te dicen que te va a costar la obra, y lo que te ha costado al final, y si no, pensemos en lo que está ocurriendo con el Canal de Suez…
Las cosas que se imagina uno cuando se acaba de levantar, será que todavía está entre dos tierras: la realidad y los sueños.
Y quizás sea mejor así, la realidad con toques surrealistas, y ver a todos los poderosos de este país en la cubierta de ese arca intentando salvarse de lo que pueda pasar. Porque no nos engañemos, es más fácil que subieran ellos al arca que nosotros, ya que ha quedado demostrado con creces, que en este país se cambian las leyes en un pis-pas, y “democráticamente” siempre se salvarían los mismos.
Siempre nos quedará el consuelo y la esperanza de un ligero cambio en la historia bíblica, y que al final, “solo” se salven los que no se montaron en el arca. ¡Vamos! Seguro que el “inadaptado” guionista de la nueva historia, se llevaba el Goya al mejor guion adaptado. ¡Cosas de la vida!
Como también son cosas de la vida, el que haya bajado el paro, según el último estudio publicado, y  quizás sea porque ya no existan más puestos de trabajo por destruir. Y como aquel que ya está en el fondo del mar, y lo único que puede ver, encima suyo, es el arca del viejo barbudo, solo le queda coger impulso, e intentar salvarse.

*FOTO: DE LA RED