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sábado, 20 de agosto de 2016

EL CABREO TIENE NOMBRE: WILLY


Me gusta cuando callas porque estás como ausente…

No, no es que me haya puesto romántico recordando los versos de Neruda, Don Pablo, que también, sino que es la primera frase que me ha venido a la mente, al enterarme de la última (le iba a tratar de “Don” pero a lo mejor le sienta mal) de Willy Toledo, poniendo a parir al atleta, antes cubano, y ahora español, Orlando Ortega, medalla de plata olímpica en 110 metros vallas, y llamándole "gusano" (que parece ser es lo que se les llama a los que van en contra del gobierno castrista) y "pobre hombre". 


Se diría que le escocieron las declaraciones del Señor Ortega, diciendo que al ganar, le ofrecieron la bandera cubana pero él quiso la española. Señor Toledo, eso suena a compromiso con el paso que había tomado. En cambio lo suyo es en erigirse en juez, y no lo olvidemos, en parte, de todo lo que ocurre en España. Por cierto, muy mal, en mi opinión, ya que es muy libre de hacer y decir lo que quiera, eso de “…Roma no paga a traidores, cosa que todo cubano debería tener siempre presente.” Suena a términos mafiosos, y como imágenes pudiéramos imaginar esa iescena de “El padrino” con la cama cubierta de sangre y la cabeza del caballo en ella.


Lo de Willy Toledo, en general , suena bastante a lo de los perros (por supuesto que no le estoy comparando con ese animal, ni llamándole así) de Pávlov, que cada vez que oían un silbido comenzaban a salivar, porque les habían acostumbrado a relacionar el silbato con la comida.


Él, Willy, oye “Cuba” e indefectiblemente entiende que se está hablando mal de ese país, aunque en este caso se trata sobre una persona que siendo originario de ese país, abrazó, y fue abrazado, por otro país, que en este caso es España.


Willy, si comparamos la democracia con una puerta (giratoria no, porque el chiste es muy fácil), tú cada vez que la utilizas, la dejas inservible porque no es que la fuerces, sino que la arrancas directamente.


Me considero una persona de izquierdas, pero, y ya sé que ésto a Willy le traerá al pairo, su comportamiento hace un flaco favor a la izquierda de este país que puede ser “acusada” de utilizar esos mismos modales morales.


“Ser de izquierdas”, lo mismo naturalmente que “ser de derechas”, es una manera de ver la vida, de pensar, pero no debe ser forzar ni juzgar hasta denigrar a alguien porque no “actúa”, como tú lo harías.


Siempre he tenido una debilidad por Cuba, y ganas, pero no dinero, de conocer ese país. Lo malo es que a partir de ahora cada vez que piense en ella, voy a tener miedo de que me aparezca el recuerdo de un Willy Toledo cabreado porque vaya o porque no, ya que en el fondo parece que le da lo mismo, con tal de que se le vea cabreado hasta el paroxismo.


Por cierto, al Señor Willy Toledo convendría recordarle que no tiene por qué vivir en un país que parece ser le hace siempre estar cabreado. Y debiera de pensar, además, que tiene suerte porque aquí si quiere puede salir, e incluso volver a entrar cuando quiera. En algún otro país, quizás no pueda salir cuando quiera, especialmente si dice cosas que no estén en sintonía con la versión oficial, que siempre la tiene el gobierno; y si lo hace, a lo mejor no puede volver a entrar…

Ya para terminar, le diría a Willy Toledo, que siempre me ha gustado, y lo mismo quiero para los demás, pensar lo que me dé la gana y cuándo me dé la gana, sin tener un maestro que me ponga nota, y me recrimine por no pensar como él.


Simplemente, Willy, vive y deja vivir, es lo mejor para todos, y para tus entrañas. ¡Ah! Y si no lo haces, tú mismo, seguirás perdiendo tú y tu tensión arterial, porque eso, ese cabreo constante, no es nada bueno. Y además, incluso, y tratándose de un artista, como es tu caso, te puede pasar lo peor: aburrir.

*FOTO: DE LA RED

miércoles, 16 de octubre de 2013

CABEZA DE MAL SOMBRERO

¿No os ha dado nunca la sensación de que no estáis en el lugar que verdaderamente quisierais estar en ese mismo momento?
Son muy frecuentes, para este vecino del mundo, los casos en que desearía estar en otro sitio, hacer otras cosas, y sin embargo cuando estás haciendo eso, ya desea encontrarte en otro lugar.
No sé si será la expresión popular “eres un culo de mal asiento” lo que le ocurra a este vecino, pero si buscamos dentro de nosotros, “el que esté libre de pecado que tire la primera piedra”.
Y este vecino no se refiere a esos momentos en que prefieres que te trague la tierra, porque a lo mejor estás sintiendo vergüenza ajena, o incluso propia, sino a aquellos en que tras desear durante mucho tiempo por ejemplo, visitar un sitio determinado, en realidad ya deseas encontrarte en otro lugar.
Quizás sea verdad aquel pensamiento del escritor Robert Louis Stevenson de que  ”Yo no viajo por ir a alguna parte, sino por ir. Por el hecho de viajar. La cuestión es moverse”.
Y este vecino no se refiere solo al hecho físico de viajar, sino también, y preferentemente, con la mente. Espero que este caso, el de este vecino, no sea el primer caso de “cabeza de mal sombrero”, por denominarlo de alguna manera, porque creo que estará clarísimo que uno de los componentes principales, sino el principal, de todo ésto es la ilusión, y quizás cuando se comienza algo, algo deseado durante mucho tiempo, sea el momento de más ilusión, que no "ilusionante" como acostumbra a decirse ahora.
Ocurre lo mismo cuando uno “inaugura” el casillero de sus vacaciones. La ilusión plena es el momento anterior a comenzarlas. Si el lunes ya no tienes que ir a trabajar, para aquel que tenga trabajo, el fin de semana anterior, es de los que se deben denominar “fin de semana glorioso
Quizás, entonces, el verdadero tesoro sea “imaginar”, y no lo “imaginado”. Incluso, según la tradición católica, todo empezó en el Paraíso, y a todos nos gustaría nuestro paraíso particular, nuestro Xanadú bíblico, pero una vez conseguido, seguro que le encontraríamos defectos, como el costoso mantenimiento, o el cercarlo, el ponerle puertas al campo, más que nada para que no haya tanta corriente.
Ya lo dijo el escritor Salman Rushdie: “El lenguaje y la imaginación no pueden ser aprisionados”, y no hay mejor tesoro, añade este vecino, que  la libertad, aunque sea para imaginar.

*ILUSTRACIÓN: DE LA RED



viernes, 31 de mayo de 2013

MÁS DE LO MISMO

Hoy es un día de más de lo mismo. Te levantas por la mañana. Miras, porque hay que hacerlo, por la ventana , ya que realmente no tienes más interés, y prevés que la única diferencia con los días anteriores es que parece que van a caer unos cuantos litros de lluvia más hoy.
Sigues pensando, por no dejarlo más que nada, y viene a tu mente quizás como nexo de unión con lo que estabas soñando, que no recuerdas, porque al levantarte, los sueños se han quedado en la cama, esa frase de que
Todos los caminos conducen a Roma. Pero...realmente ¿hace falta ir?.
Quiero decir, vas a la calle y encuentras a alguien que te habla de algo, que parece que merece la pena, y luego otro que te dice lo mismo, y entonces decides ir, pero cuando estás llegando, se cae un tiesto y cae encima tuyo.
Si no hubieras intentado ir, no se te hubiera caído el tiesto, o se hubiera caído a otro, pero no te hubiera originado a ti, ese dolor de cabeza que ahora te hace sentirte realmente incomodo.
Busco las pastillas esas para el dolor de cabeza. En el cajón de las pastillas hay de todo, tiritas, termómetro para cuando tiritas porque tienes mucho frío pero en realidad tienes mucha fiebre...Hay de todo en el cajón de marras, menos las pastillas para el dolor de los cojones, bueno en realidad es para el dolor de cabeza, pero ya me está poniendo negro.
Recuerdo que las aspirinas las dejé en el bolsillo interior de esa cazadora de cuero marrón que tengo en el armario empotrado de mi habitación. Abro la puerta del armario, la que tiene el espejo de cuerpo entero por dentro, y me encuentro a Maslua leyendo el periódico alumbrado por una linterna. ¡Menudo susto me ha dado! No me acordaba de que estaba ahí. Es que no molesta, el pobre. Creo que ya no me hacen falta la pastilladeloscojones porque con el susto me he despejado. Maslua tiene cuarenta y cinco años, y es de algún país africano, me dijo el nombre de su país, pero ya no recuerdo. Desde hace dos, vive en mi armario, No, no paga nada por el confort de un armario calentito. Es un top-manta con mala suerte, porque como no vende nada, ya sus productos no son de esta temporada, de hecho vende las pelis y los discos de hace dos, de cuando le conocí, y al no ganar nada, no puede renovar el material.
Le quise dejar una habitación, pero él no quería molestar, y se avino a vivir en el citado armario. Entra y sale. Nos vemos poco, pero no se aburre porque como tiene un espejo, habla con Maslua una y otra vez.
Parece que son las ocho de la mañana y suena el despertador.

Hoy es un día de más de lo mismo. Te levantas por la mañana. Miras, porque hay que hacerlo, por la ventana , ya que realmente no tienes más interés...

*FOTO: DE LA RED