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lunes, 1 de septiembre de 2014

¿SER REALISTA VIENE DE REALIDAD O DE REAL MADRID?

Quien me sigue, quien sigue a este vecino, ya sabe que este blog no es un blog de deportes, pero que en ningún momento se rehuye el hablar del tema, y si hay que hablar se habla.
Sin embargo hoy quizás el deporte, en realidad, queda en un segundo plano, el fútbol concretamente, y este vecino quiere hablar del tratamiento que reciben  los equipos de fútbol que no están en primerísima línea por parte de los medios de comunicación desde Madrid.
Este vecino aunque no es un fanático del futbol, sí tiene su corazón txuri urdin. Y ayer estaba sufriendo oyendo la radio, la Cadena Ser concretamente, pero con las demás cadenas, en realidad, ocurre lo mismo.
A los quince minutos desgraciadamente solo había un equipo en el campo. El Real Madrid  ganaba dos ceros y la superioridad era apabullante, y los aficionados txuri urdin como siempre en lugar de animar a su equipo  (en eso no nos parecemos en nada a los vecinos vizcaínos y su fidelidad sacra por su “Athleti”) se oían mucho pitidos. Sin embargo, luego la cosa cambió, hasta el punto de que la Real Sociedad ganó con un contundente 4-2. Y aquí viene la queja del vecino.
Según los sesudos locutores, y  colaboradores, Valdano incluido, toda la debacle fue culpa del equipo blanco. Y este vecino se pregunta, si en los primeros veinte minutos, y dicho por gente que estando en el campo, simpatizantes de la Real, decían que el equipo, estaba acojonado. Algo tuvo que hacer luego bien el equipo, para ganar. Y es lo que no dijeron, lo que no le concedieron esos sesudos sabios al equipo txuri urdin.
A este vecino no le gusta el entrenador de la Real Sociedad, Jagoba Arrasate, durante los partidos le recuerda mucho en su  comportamiento al Dustin Hoffman de “Perros de paja”, manojo de nervios y sudor sin límites.
Si Casillas, ahora, no infunde confianza a su defensa, lo de Jagoba Arrasate tiene que ser de poner de los nervios a cualquiera de sus jugadores, por la inseguridad que destila. Y que a este vecino siempre le ha parecido que está más pendiente de preparar las excusas post partido, que intentar encontrar un lance positivo para el equipo. Pero, en fin, hay lo que hay. Y ayer, pese a todo eso ganamos el partido. Y algo habrá hecho bien nuestro equipo, y los de la Cadena Ser, en Carrusel Deportivo, con Jesús Gallego al frente, ni se tomaron la molestia de analizarlo, porque lo que vende para ellos es el “equipo blanco” durante toda la semana.
El año pasado, por ejemplo, cuando el Real Madrid quería fichar a Illarramendi, con una clausula de treinta millones, había cantos de sirena de periodistas adláteres del equipo blanco que decían, que la Real Sociedad se debería de conformar con diecinueve millones, que por pedir que no quede, pero que esta vez se han pasado.
¿Tu puedes entrar en el huerto del vecino y causar cualquier estropicio sin respetar la opinión del propietario? O más claramente ¿tienes que dejar que se aprovechen de tí, y además poner la cama? El Real Madrid sabrá vender, este vecino no lo duda, pero la Real Sociedad también, y además tiene su orgullo.
El tratamiento al fútbol cada vez se parece más al dado, en nuestro país, a la prensa del corazón. Se habla más de las rencillas, filias y fobias de los jugadores, que de lo que van a ser los próximos noventa minutos de juego.
Lo mismo que para el rodaje de una película, aunque la “peli” se va a vender por los protagonistas, si los secundarios no son buenos, no hay película que se mantenga, y en nuestra liga tan importante deben ser los equipos grandes como los secundarios, porque contra ellos también se juega, y son los que a la postre con sus machadas y sus "picos en Flandes" desequilibran una liga, que ya comienza desequilibrada de presupuestos, entre dos equipos que tienen mucho, y los demás que le ponen ilusión.
Si las cadenas de radio desde Madrid quieren hablar directamente solo para los seguidores de los equipos grandes, a este vecino le parece perfecto, pero que no jueguen a ser ecuánimes, cuando no lo son. Porque para que uno se pase de listo, a otro le tienen que tomar por tonto. Y tontos ya quedan cada vez menos, y además están cabreados

*FOTO: DE LA RED