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domingo, 30 de marzo de 2014

NUESTRAS VIDAS Y EL CROMA

Me imagino que ya para ahora, la mayoría sabe lo que es “la técnica del croma”, esa pared verde que en España comenzamos a ver con “los hombres del tiempo”, y a la que luego se puede añadir la imagen que queramos.
Y, últimamente, este vecino tiene la sensación de que vivimos en un país lleno de croma, que no corresponde lo que el españolito de a pie ve cada vez que le toca salir a la calle, con lo que luego le quieren vender por la televisión. O peor, cada partido político decora el croma a su libre albedrío, de tal manera que de un paisaje español, obtenemos múltiples y variados.
Separándonos de toda opinión política, ahora, en realidad no somos tan modernos como pensamos, porque somos puñeteros, retrógrados y sobre todo sibilinos.
Estamos hablando, en la tele por ejemplo, de que tal persona famosa ha sido padre, o madre, de un niño. Pero luego a la hora de referirse a la otra mitad de la pareja, distinguen entre novio o esposo, para recordarnos sibil de que todavía les falta algún papel, o póliza. No sería mejor hablar, en general, de parejas, y no crear listados de hijos cuyos padres no han pasado los debidos controles de calidad.
Nosotros mismos hacemos distingos entre unos y otros. En los medios de comunicación siempre se protege  al famoso en contraposición al famosillo.
No importa la gravedad o no de lo que haga el hijo de un famoso de los de toda la vida, para la prensa siempre será “el niño, o niña, de tal”, pero el hijo/a de un famosillo o el de un desconocido, con la misma edad, siempre será tratado como un adulto, y sin piedad.
Hablamos del choriceo político, pero quien más quien menos, si se puede aprovechar de algo, lo hace.
En cualquier conversación siempre se nos escapa, ”Oye, tengo que hacer tal gestión, en tal sitio. Por casualidad, no conocerás a alguien que me pueda ayudar…”. Si eso lo vemos en un político, le fusilamos al amanecer.
Este vecino, por razones que no vienen al caso, está bastante informado con el proceder del españolito de a pie en los hospitales, y ha llegado a la conclusión, por poner una excusa, de que las series televisivas de médicos han hecho mucho daño al espectador, y futuro “cliente” de un hospital. Y como siempre se han visto, en la ficción, problemas de todo tipo, pequeños y grandes dramas, una gran parte, especialmente de familiares que acompañan al enfermo en cuestión, van con el gatillo preparado, y la pistola de la indolencia presta a ser usada. 
Una cosa es ir escamado por los famosos recortes en todo, y otra confundir la sanidad con hoteles todo incluido, y como no hay que pagar, si necesitas una esponja, coges cinco, porque conozco mis derechos, porque si se muere mi padre que no sea porque no se le dé abundante comida en el hospital, porque no me creo que tiene que estar a dieta. Y mi familiar es antes que todos los demás, porque ya conozco como va esto, y a mí ya no me toma el pelo nadie.
Quizás puede ser por el ejemplo que hemos sufrido durante cuarenta años, pero la mayoría somos pequeños dictadores en potencia, y como para algo está el timbre de la habitación, primero que atiendan a mi enfermo, y luego a todos los demás.
Lo dicho, lo del croma no solo se utiliza en las producciones de cine o televisión, sino en la vida diaria, porque todos vemos lo que queremos ver, y los malos siempre son los demás.

*FOTO: DE LA RED