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sábado, 12 de septiembre de 2015

DUCHA POR LA VIDA


¿No habéis sentido nunca la necesidad imperiosa de ducharos porque os sentís angustiósamente sucios?

Este vecino del mundo se siente sucio, muy sucio, y rodeado de suciedad.

Cada loco con su tema, y el que no lo tiene lo toma prestado. El que no ha estado en la Diada porque lo siente así, está preocupado por los que han estado y se han multiplicado o han desaparecido, según quién sea el observador. Al que no le llega, la mayoría, para el final del mes, hable catalán, euskera, gallego, o castellano, se acuerda  del gobierno y de sus ancestros, también en sus respectivos idiomas. Y nadie dice nada…

Conectas la televisión, porque encenderla la encendería una sola vez para hacer con ella una bonita “falla”, y el que no habla concienzudamente hasta que pierde los papeles para anunciar su último libro ya a la venta, o el garito en el que actúa este fin de semana, despotrica sobre una novia, amante o similar. Y nadie grita nada…

Buscas alguna película, en el mismo aparato televisivo, antes de “encenderlo” definitivamente, y todo son películas vistas y odiadas hasta la saciedad, e incluso hasta la suciedad, será por eso lo de la necesidad de la ducha.

En Nueva York y representando a la nueva España se han paseado y contoneado, el escribidor galardonado con todo lo galardonable, y todavía marido de alguien, y la exmujer, exmujer, viuda, y ahora novia oficial del notario de la vida, mientras la prensa oficial y oficialista les hace unas bonitas fotos, siempre con una marca al fondo, aunque él se haya cansado de recordarnos en días anteriores, que no está acostumbrado a “eso”, que su vida privada es “eso”, privada. Y este vecino del mundo llega a la conclusión de que cuando el escritor decía “privada” se debía de referir a “privada de libertad para no anunciar marcas”. Y nadie se sonroja de nada... Quizás, porque las arrugas son un parapeto en el que se escudan los que tienen dinero, y quieren más.

Ya nadie se flajela por nada, todo es normal, porque si no lo has visto, te lo han contado, o es el argumento de una de esas películas que has sufrido muchas veces.

Y mañana (domingo, 13 de Septiembre),  esa es otra, una nueva edición, y será la decimosexta, de aquel Gran Hermano que era un experimento sociológico, y ha quedado tan solo en negocio, muy lucrativo, eso sí. Y conoceremos  a nuevos poligoner@s y friquis de cualquier pelaje, con familias, más que desestructuradas, solo provenientes de la imaginación de un Julio Verne versión sociópata.

Como mañana, en la casa, aparezca algún/a doctor honoris causa, o bajando un poco el baremo, algún/a poseedor/a de algún título universitario, que además quiera trabajar en ella, o bajando un poco más el nivel, alguien que sepa qué es un libro, será necesario que esconda toda la cuchillería para que no me subraye las venas.

Nos fijamos en las luces y en las sombras, pero siempre todo distorsionado bajo las órdenes del mejor postor, y pastor. Y nadie parpadea…


Lo dicho, necesito una ducha rápidamente y que dure toda una eternidad. Debe ser verdad eso de que la vida mancha, y yo, me siento sucio, muy sucio.

*FOTO: DE LA RED