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domingo, 26 de mayo de 2019

UN CIERTO AROMA A MIEDO...


Ha habido gente, lectores, que se han puesto en contacto interno conmigo, porque estaban preocupados por mi "desaparición" del blog durante las últimas semanas.


No me ha ocurrido nada, el vecino del mundo sigue vivito y coleando, o al menos intentándolo. Quizás había llegado a un pacto conmigo mismo para no hablar más hasta que terminara este circo de muchas pistas que se forma, y este año en particular, cada vez que hay comicios a la vista.

Llevaba días, semanas, en que no me encontraba muy católico, (por cierto siempre me he preguntado si existirá la misma expresión en las diferentes creencias, o solo será propio de los católico-apostólico-romanos), por lo que he decidido visitar a mi galeno.

Me ha preguntado cómo me siento. Le he dicho que ya llevo varios días más que excitado, cabreado con todos y de todo. Que cada vez comprendo menos a la gente, que me va pareciendo más, por cierto, gentuza. 

Tras explicarle  que sufría claros síntomas de hartazgo e intolerancia, ha querido ver mi lengua. Al explorarla, inmediatamente me ha pedido permiso para poder sacar una foto con su teléfono móvil. Tras hacerla, me la ha mostrado, mientras me preguntaba más en un susurro  que con voz clara: -¿Qué ve usted?

-Pues por la edad que tengo- le he contestado - lo que veo, esas manchas blancas en mi lengua, me recuerdan a las famosas caras de Bélmez...

-Lo mismo me parece a mí – me ha confesado el doctor, - solo que no sé si aconsejarte un tratamiento médico o llamar directamente al Vaticano por una posible posesión, y además múltiple. Mucho me equivoco, o las caras que aparecen en tu lengua son la viva imagen de Doña Cayetana Álvarez de Toledo e Isabel Díaz Ayuso. 

Ambas llevan envueltas semanas en una especie de cruzada contra el infiel de todo, y desgraciadamente parece que pudiera ser además contagioso… Ya me veo con cierto acento argentino criticando a gente mayor, como a la primera edil de Madrid, solo por el mero hecho de ser mayor, mientras miro a todos desde arriba. Y es que todavía hay clases …y clases.

Por un momento tuve la sensación, tras el dictamen de mi doctor, de que en cualquier momento, un discípulo del Padre Karras, uno de los protagonistas de "El exorcista", estaba a punto de llamar a mi puerta...

Ya lo dijo el otro día en "El hormiguero", Iñaki Gabilondo. Algo ocurre en España cuando los políticos que se supone están para servirnos, adquieren maneras de estrella mediática, y son noticia un día sí y el otro también, y no precisamente por dar rienda suelta a la doctrina e intenciones de su partido, sino por montar espectáculos, la mayor parte lamentables, como el día que fueron a hacerse cargo de su escaño en esta nueva legislatura.

Como siga la cosa así, ya no van a querer, nuestr@s polític@s de cabecera, ni puertas giratorias al despedirse o ser despedidos de la política, sino un buen fichaje televisivo al reality de turno. Y si no, al tiempo...

Hoy nos toca votar otra vez, y es también muy importante. La duda que tiene este vecino es sí hoy termina todo, o solo es el comienzo del fin...
Juraría que acabo de oír el timbre de la puerta.

*FOTO: DE LA RED

sábado, 2 de abril de 2016

COLLEJA HONORIS CAUSA (O LA SOMBRA DE MARGARITA LANDI ES ALARGADA)



Pido de antemano perdón a todos mis fieles lectores, y a los que por casualidades de la vida, brinden su atención  a este blog del vecino del mundo por primera vez, pero el de hoy no va a ser un post fácil, porque haciendo de tripas corazón voy a abrir el grifo de mis críticas para que salgan, muy poco a poco, y no a chorro libre, que es en realidad lo que me pide el cuerpo.


Por decirlo de alguna manera, esta semana se va a caracterizar por el de la colleja echada a perder, o la colleja que nunca fue. Esa colleja honoris causa que sabes que no puedes dar,  no debes, pero que te haría tremendamente feliz.


Los ya entraditos en años recordarán a toda una periodista de raza, y que en la nueva serie de “El Caso”, uno de los personajes es una especie de homenaje a ella, que se caracterizaba por llevar siempre una pipa en su mano, Margarita Landi, especialista en la llamada “crónica negra”.  Pues bien, la Señora Landi solía decir que hay personas que vienen a este mundo predestinadas a que las maten, porque son tan malas que hacen el mal a todo el mundo, y algún día pueden topar con alguien que pueda reaccionar de manera inesperada, desequilibrada,  y como tajante autodefensa.


Salvando todas las distancias, y que se me entienda, por favor, este vecino del mundo está convencido de que hay personas que vienen a este mundo metiendo el dedo en el ojo hoy sí y mañana también, porque son tan listos que tienen explicaciones para todo, especialmente para salvar su trasero, sin importar implicar a quien se le cruce por el camino.


Esta semana hemos podido ver a todo un ministro, el Señor Cristóbal Montoro, en la arena mediática, que es donde se maneja bien, repartiendo mamporros, dialécticos naturalmente, a diestro y siniestro, con tal de defender a la mano que le da de comer, aunque esté desorientado, porque en el fondo, le damos de comer nosotros. Que el déficit público se sobrepasó en diez mil millones, no hay problema, la culpa es las autonomías, y lo que más me ha dolido personalmente, de los enfermos de hepatitis por tener que pagar sus medicamentos.


Hay personas, e incluso entidades, como el club de mis amores, Real Sociedad (http://patxipe.blogspot.com.es/2016/03/el-caballero-de-la-mano-en-el-pecho.html), que parece que se concentran más en defenderse, que en cumplir su trabajo. Y el Señor Montoro nunca tiene la culpa de nada, hace unos tres años, la culpa era de famosos actores españoles que no pagaban impuestos. Podría también decir que a parte de ese dinero que se ha perdido, presuntamente, por el camino entre sobre y sobre, también podía haber hablado de esos dineros que se pagan para que gente de su partido viva, por ejemplo, en París, con todo pagado porque siguen representando a España en el extranjero, en apartamentos de lujo, muy por encima de nuestras posibilidades…


Hay cosas que realmente ofenden, y lo de los enfermos de hepatitis ha sido un golpe bajo, en un terreno, en el de poner el ventilador para repartir porquerías, por no decir “mierda”, en el que cada vez se están ampliando, tristemente, los límites.


Hay gente que tiene suerte, el Señor Montoro, y el gobierno al que representa, incluidos, porque lo que les sale bien sirve para ponerse medallas, y lo que no, la culpa es de la herencia adquirida, o del que pasaba por allí.


Lo dicho, Señor Montoro, esta semana me siento frustrado por esa colleja que nunca le podré dar, pero que se la entrego “honoris causa”, mediante este post, y bajo la sombra de aquella señora, Margarita Landi, que siempre contó menos de lo que supo.

*FOTO: DE LA RED