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lunes, 29 de mayo de 2017

ESPABILA O REVIENTA, PERO EN FRANCÉS


Estos días los medios informativos se han hecho eco de una innovadora campaña de tráfico en París, y que me ha tocado muy dentro, ya que me he dado por aludido desde el primer momento, con ese mal hábito que muchos tenemos, aunque siempre estemos seguros de que tomamos las debidas precauciones...

Se trata de una impactante campaña del gobierno francés destinada a intentar evitar que los peatones crucen los pasos de cebra sin mirar, y así parar los demoledores y crecientes datos: 4.500 peatones sufren accidentes cada año en Francia.

Se ha usado, para este loable empeño del Gobierno francés, tecnología interactiva para conseguir que los peatones sepan qué se siente, cuando están a punto de ser atropellados, en una especie de frío ultimátum, a modo de un "espabila o revienta" casi literal.

Mediante la ya citada tecnología interactiva, se muestra al peatón “despistado” cruzando en rojo, y tras el ruido de un importante frenazo “enlatado”, pero que hiela el alma, antes de que el sorprendido peatón pueda comprender nada, ve en una marquesina anexa lo que pudo ser y, afortunadamente, quedó en un “casi”-cruel pero esclarecedor ensayo de un percance que no fue. Un primer plano de su cara desencajada por el susto, llena la pantalla de la marquesina, junto con un envenenado recordatorio: "No corras el riesgo de mirar a la muerte a la cara". ´

Bien pensado, en esta campaña el Gobierno Francés, permite sentir lo que sería encontrar la noticia de tu muerte, en primera plana, sin necesidad de esperar “al día después” o vivirlo, si fuera posible, desde el más allá.


Al final, parece que va a ser verdad eso que siempre ha dicho nuestro refranero: “La letra con sangre entra”.

*FOTO: DE LA RED

miércoles, 4 de febrero de 2015

CARTA ABIERTA A LA SEÑORA BOTELLA, Y A SU PEINETA

  
                             San Sebastián,  3 de Febrero, 2015

Att.: Señora Ana Botella

Muy Señora mía,

Hace unos pocos días me he hecho eco de una noticia que casi pasa de puntillas, pero de la que me congratulo haberme enterado, porque ella, la noticia, da una imagen detallada de lo que usted realmente es, y de su sentir por los problemas de la Villa y Corte.
Parece que desde hace un tiempo se están cambiando las marquesinas de esa, su ciudad, con un supuesto desembolso económico que en otras partidas se vigila y mucho. En realidad, el cambio estriba en que los asientos, en ellas habilitados, tengan reposabrazos. No, no se está velando por el bienestar y el descanso de los usuarios de los autobuses, sino por la imagen del partido en el gobierno, tanto del país como de su autonomía.
Es sumamente inteligente su postura como primer edil de esa su ciudad, porque hasta nuevos comicios, la ciudad es suya y de su partido. Y con ella, con la Villa y Corte, hacen lo que a usted se le pone en su peineta, que con ese donaire que le caracteriza, tan bien lleva en importantes ocasiones.
Como no se puede cambiar la realidad, esa pobreza  que ha forzado a mucha gente a dormir al raso, por lo menos que no se vean, y menos que destaquen. Porque,  siempre es más fácil falsear la realidad, que mejorarla. Y ya que los pobres existen, por lo menos que no duerman al resguardo de esas marquesinas. Por eso se están poniendo esos reposabrazos que en realidad son artilugios anti-pobres.
Le escribía la presente, no solo para felicitarla por su gran idea para “disimular la pobreza” que junto con “the relaxing cup of café con leche in Plaza Mayor” ayudan a dar una exacta idea de su perfil profesional, y de su sentir diario por los que tienen la suerte de cohabitar con usted.
Estoy seguro de que, como además debe de seguir muy ocupada en hablar catalán con su marido en la intimidad de su hogar,  y en estos momentos que además no serían muy bien vistos, si saliera a la luz pública, por parte de su partido, en tiempos en los que precisamente se está poniendo en cuestión la unidad de España, por eso este vecino del mundo se atreve a molestarla para traer a colación una idea, que muy bien le pudiera parecer de utilidad.
Quizás, y como los pobres no pueden desaparecer con este sistema social que ustedes están promoviendo, y visto lo visto cada vez habrá más, se les pudiera ataviar con ropa a modo de los pobres pintados por Diego Rodríguez de Silva y Velázquez en sus famosos lienzos, y de esa manera, calentitos con pesadas ropas de época, y bien alimentados con el dinero ganado como “figurantes”, pudieran ambientar los rincones típicos del Madrid de los Austrias, dando además una imagen más realista de la época. Con ello se conseguiría una idea exacta del Madrid que una vez fue, y una especie de gran plató del denominado Siglo de Oro español, y que ustedes al parecer tanto añoran, y que a fe de pensar en él lo están consiguiendo. Un país en el que los pobres son muy pobres, y los ricos hacen como usted, lo que se les pone en la peineta.
Ya sabemos que ahora los bandoleros se visten de traje, e incluso abren cuentas en Suiza, pero siempre daría gusto ver a unos cuantos bandoleros ataviados a lo Luis Candelas, y que por un plato caliente seguro que se romperían hasta el alma. Lo que además, en realidad, está ocurriendo en cualquier parte de esta España, que los políticos de su raza nos han puesto, más encaminados al pasado, que a un futuro en el que si se cuidan las marquesinas para el pudiente, de las marquesas y del resto de la nobleza ni hablamos.

Atentamente,

Un vecino del mundo

*FOTO: DE LA RED

lunes, 23 de junio de 2014

¿CARA RARA? NO, ESTOY PENSANDO.

¿No os ha pasado nunca eso de que, sin darte cuenta, debes estar poniendo una cara muy rara, porque el que está al lado tuyo no tiene más remedio que preguntarte qué estás  pensando? Y lo peor no es eso. Lo peor es cuando en un alarde de honestidad respondes: -Nada. Pero, no queda ahí la cosa, porque  la respuesta podría ser aun peor si contestas: -Pues no sé.
En cambio, los blogueros, o "bloggers" si le damos un aire internacional, eso lo tenemos más fácil. Por ejemplo, este vecino del mundo para saber lo que le preocupa, lo que piensa habitualmente, no tiene nada más que leer su post diario, y así se entera de lo que le está preocupando. Y hay algunas veces, incluso, que no le ha gustado lo que ha escrito, y puede estar varios días sin hablarse, aunque se deje mensajes en el mismo blog.
Y es que la mente del hombre es muy compleja, y cuando este vecino del mundo dice “hombre” se refiere también a la “mujer”, que tampoco se escapa .
Cuando estamos mucho tiempo sin volver a un mismo sitio, por ejemplo, a nuestro pueblo, pensamos eso de “lo mayor que está menganito”, o “lo fondón que está fulanito”. Pero nunca pensamos en cómo nos habrá visto fulanito, o menganito a nosotros.
Y es que como nosotros somos el héroe de nuestra propia película, el héroe nunca ni se despeina, ni se constipa, ni hace el ridículo.
De todo esto quizá venga el misterioso hecho de que las leyes se han hecho para cumplirlas, pero siempre, naturalmente, los demás.
Ayer estaba esperando un autobús, que por cierto, creo que lo esperé por un montón de pasajeros, porque prácticamente estuve  casi una hora, y en frente de la marquesina, ya en el asfalto, estaba bien marcado en el suelo la palabra “bus”, que además no puedes poner por excusa que no entiendes ese idioma, porque es internacional, y un coche aparcó, no paró solo, sino que hizo la maniobra de aparcar encima de la palabra escrita en el suelo, para que no se viera.
En un principio este vecino dio el beneficio de la duda, y quizás pensando eso de que “será alguna urgencia”, porque eran más de las nueve de la noche, y al lado mismo había una farmacia abierta, dio un margen prudencial. Los dos hombres, de alrededor de los cuarenta, sin embargo, solo hablaban tranquilamente entre ellos, con risotadas incluidas, que, así, a la distancia, se podían traducir como “qué inteligentes somos, y qué tontos son los demás”.
Y cuando este vecino ya vio que la única urgencia que había era la de la cara dura que ambos tenían, y que un autobús acababa de parar en paralelo para que se bajaran varios pasajeros, sin que los dos se inmutaran, se acercó a ellos, y cuando les empezó a decir lo egoístas que eran, y que el cemento era menos duro que su rostro por aparcar en la parada del autobús, la expresión de ambos fue la misma que pondría un marciano al ver un desfile del Corpus Christi, vamos, de total incomprensión. Y, así, sin inmutarse, optaron, pero con tranquilidad, mucha tranquilidad, por irse con la música a otra parte.
Nos quejamos de los desmanes que nos hacen los banqueros, empresarios o políticos de turno, en el uso de su poder, y sin embargo, hay mucha gente de esa que se queja, que en cuanto roza ligeramente un poco de ese mismo poder, aunque sea encarnado en el volante de su coche, se convierte en otra persona, y no es, desgraciadamente, como en el caso de Clark Kent que se transforma en Superman para salvar a la humanidad, sino en un auténtico peligro de dos patas, repleto de egoísmo, y que solo piensa en que se aparte el otro.
Por cierto, y de acuerdo con lo comentado al principio, voy ahora mismo a leer mi blog, para ver lo que hoy me preocupa, porque al mirarme ahora mismo en el espejo, me acabo de dar cuenta de que estoy poniendo una cara muy rara y se me está alterando la tensión.

*FOTO: DE LA RED