EL MILLONARIO NOCTURNO

Esta noche pasada me he despertado sobre las cuatro y veinte de la mañana. Como ya es habitual en mí estos despertares, tengo un modus operandi para combatirlos... tan fácil como encender la radio. Es la mejor medicina para relajarme, y normalmente a los veinte minutos más o menos ya he contactado con Morfeo.
Hay que tener en cuenta que la programación nocturna no es la alegría de la huerta precisamente, con la excepción de las denominadas radio formulas. En la mayoría de los programas abunda la acumulación de problemas de los oyentes, y uno ya tiene suficiente con los problemas propios como para acumular ajenos también. Acostumbro a conectar con Radio 1, de Radio Nacional, en su programa Afectos matinales, presentado por Jordi Tuñón y Queralt Flotats, rara avis de la programación en la que de manera aparentemente fácil te hablan de cualquier tema, aderezado con noticias cuanto más extrañas mejor.
Todo ello viene a colación para contaros el por qué de este comentario.
Utilizan un tema, todos los días diferente claro está, para hacer que la gente se anime y llame por teléfono. En ese momento, en las distancias cortas es cuando los presentadores se crecen y dan lo máximo. Son conversaciones entre amigos, donde nunca se llega a lo chabacano, ni a los comentarios de mal gusto.
Ayer el tema era el trabajo de cada uno, y cuánto gana.
Uno de los primeros en llamar fue un joven empleado en una funeraria. Ganaba unos mil quinientos euros. Visto con ojos actuales es bastante dinero. Los primeros seis meses los pasó llorando por lo que le tocaba vivir. Ahora está muy contento.

El momento álgido del programa se vivió cuando llamó un señor de cuarenta años. Tras identificarse, comentó que es notario en Zaragoza y que al mes gana treinta mil euros. Desde ese momento Jordi Tuñón, que es el presentador que lleva la voz cantante, se dio cuenta de que tenía una gran entrevista entre manos y a través de sus preguntas nos enteramos de que el presunto millonario era soltero, y tenía una casa de
doscientos metros cuadrados, con piscina; además de un Ferrari rojo, y otro coche más pequeño que es el que normalmente utiliza para desplazarse. En ningún momento su tono fue chuleta ni desafiante. Hablaba con normalidad de lo que es normal en su vida.

Le preguntaron si es verdad que el dinero da la felicidad, ya que el tiene la oportunidad de comprobarlo todos los días, y comentó que realmente ayuda. 

En cambio, fue chocante el pudor que mostró a la pregunta de que ya que tiene muchas posibilidades para hacer el bien si lo ejerce ayudando a la gente. No quiso dar muchos datos, aunque no rehuyó la pregunta, pero dijo que sí ejercía el poder de hacer el bien. Comentó que no se fía de los intermediarios y por eso va él, aunque hablaba en plural, directamente a hablar con la Cruz Roja y pregunta por sus necesidades, ayudandoles en consecuencia.

Por último diré que me pareció una persona muy sola, pues de sus relaciones personales, y especialmente con las mujeres, comentó que las ve venir. Me pareció lo más triste de la entrevista.

Fue una momento extraño. Durante unos minutos, y tumbado en la cama, tuve las sensaciones de un millonario. Fue como el tomar la famosa pastilla azul. No vas a follar... pero estás armado.

*FOTO: DE LA RED