Estación del tren en San Mamés, Bilbao, son las once y
cuarenta y cinco de la mañana. Faltan diez minutos para el tren de Muskiz de
acuerdo con el horario mostrado en la pantalla.
En el andén solo estamos cuatro personas. Escucho la
radio en mis cascos cuando me parece oír una voz que no proviene del programa.
Miro frente a mí y un señor de unos sesenta años, con cara de aburrido tras una
sonrisa, me vuelve a hacer la misma pregunta:
¿Está usted escuchando música, verdad?
Sin el más mínimo ánimo de darle un corte contesto: -No, en realidad estoy escuchando la radio.
–Pues mi cuñada canta en un coro de Santander,
y el otro día les grabé mientras cantaban en una iglesia - Lo dice más para
sí mismo que para informar a alguien más –Y
se oye muy bien -mientras empieza a sonar en su móvil una canción a
bastante volumen sin que suene distorsionado. –Además, me ha dicho – y su voz comienza a teñirse con ecos de
orgullo – que gracias a ello, ahora
viajan mucho.
En mi rostro ha tenido que aparecer una sonrisa, y con un tono de inequívoca ironía le he
contestado: -Todo depende de cómo se
miran las cosas, porque Rajoy, y sin faltar a la verdad, puede decir que como
consecuencia de la crisis y de su política, ahora a los jóvenes les da por
viajar mucho, especialmente al extranjero, y en viajes muy, muy largos.
La verdad es que con una gran rapidez y sin esperarlo,
prácticamente me corta contestando: -Sí,
pero mi cuñada lo hace gratis.
Con aire pensativo y un poco triste, le contesto: -Es en lo único que se diferencia, en que los
jóvenes tienen que pagar por viajar muy lejos, porque luego por lo que hacen
les pagan como a su cuñada, prácticamente nada.
Por primera vez el hombre del teléfono cantarín me mira a
los ojos, y dándose cuenta de que estábamos manteniendo conversaciones desde
mundos muy lejanos, tras unos segundos de una especie de reconciliación, los
dos comenzamos a reírnos.
Al fondo comienza a oírse el traqueteo de nuestro tren en
una especie de aplauso sonoro por la escena que acabábamos de protagonizar.
*FOTO: DE LA RED
Ingenuo el hombre. Oportuno tú, dándole la vuelta al pobre que erre y erre con el rollo de su cuñada. Al final te entendió y supongo que vuestra risa sería un pelin amarga.
ResponderEliminarPasa un buen "finde" como dicen los pseudomodernos.
Un abrazo.
Para: Joxepaximur
ResponderEliminarMe dio la sensación de que se encontraba muy solo, pero la escena los dos escuchando la música del móvil impagable.Lo mejor es que solo había dos personas más.
Tu "finde" también que sea tremendamente bueno. Un abrazo.