miércoles, 30 de julio de 2014

AHÍ ESTÁ EL DETALLE

Para aquel que vaya a leer el post de hoy pensando que vamos a hablar de la película de Cantinflas del mismo nombre, este vecino, y jugando con el título, va a tener el “detalle” de sacarle del malentendido inmediatamente, aunque muchos políticos, y especialmente en España, hagan uso, más de lo que ellos piensan, del verbo “cantinflear”, que se usa especialmente en Latinoamérica, por, y según el diccionario, hablar de forma disparatada e incongruente y sin decir nada.
En realidad vamos a hablar de que la vida está llena de pequeños detalles.
Por ejemplo, una puerta automática que no se abra en su momento, puede  crear un pequeño problema, pero si estamos en uno de esos días en que nos sentimos completamente deprimidos, con la sensación de que no valemos nada, e incluso ponemos en duda, si suponemos algo para la gente que nos rodea, y al intentar salir de una gran superficie no podemos hacerlo porque la puerta automática no se abre, y nadie durante más de diez segundos repara en el incidente, quizás la teoría de que no existes sea aún más consistente, y el problema ya trasciende en importancia casi hasta límites metafísicos. 
Porque los gestos son importantes. Nadie va a creer que le digan que están tremendamente enamorados de él o de ella, si la persona que se lo dice ni le mira a la cara, y además está leyendo el periódico.
Estamos en plena crisis, y eso de remar todos en conjunto ni se atisba ni se prevé.
En Euskadi, se supone que somos una Autonomía, y sin embargo cada diputación hace la guerra, o en este caso la tarjeta de transporte, por su cuenta, y luego, entre dimes y dirites, ya nos iremos arreglando, eso sí, cada uno con su tarjeta haciendo distinción de la provincia de la que viene. Cualquier día este vecino espera que cada ayuntamiento saque otra tarjeta para distinguir del pueblo en el que vive, o al menos, en el que pernocta. Y, mientras, se nos llena la boca hablando del mundo como “aldea global”, pero, en realidad, nos hemos quedado solo con lo de “aldea”.
Por otro lado, en Málaga, se inaugura el metro, y en las fotos huele a el PSOE, por todo lo alto, con Susana Díaz en autopromoción continua. Es más, el primer viaje solo es para “los entes” (suena a algo terrorífico, y en realidad lo es) y personal relacionado con el proyecto, por aquello de que el orgasmo de orgullo sea de pedigrí. Este vecino creía, sigue siendo igual de iluso, que el citado proyecto era para la ciudadanía, pero eso, en todo caso, será a partir del segundo viaje.
De todas maneras, como no hay mal que por bien no venga, el día que haya un accidente de metro, que ni Dios ni el destino lo quieran,  y como, con lo ocurrido en el tren que descarriló cerca de Santiago de Compostela, se le eche la culpa al maquinista, que sin duda, por lógica, la tendrá, pero parcialmente, y no aparezcan más responsabilidades, la foto de hoy, el gesto inmortatlizado hoy,  se puede usar para aclarar actuaciones.
Hablando de detalles equívocos, este vecino se pasa la vida mirando hacia arriba, muchos pensarán que está buscando la luz de salida al túnel de la crisis. Sin embargo, los que así piensen, se equivocan de pleno. Solo busca la bomba de este escusado, y nunca mejor dicho, gigante que es España, para tirar de la bomba, y que haya un poco de limpieza.

*FOTO: DE LA RED

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