A este vecino del mundo siempre le han gustado las
películas lindando con el terror, pero no ese terror de seres carniceros, o escenas de casquería tosca, sino ese “fino” terror que puede producirse a partir de una escena cotidiana.
Durante mucho tiempo, este vecino se obsesionó con las
cabinas telefónicas, tras ver esa pequeña obra maestra televisiva que fue y es
“La cabina”, de Antonio Mercero, sobre un guion, entre otros, de un todavía desconocido
Garci. Por eso, para este vecino el teléfono móvil ha sido un gran
descubrimiento al poder evitar perpetuamente las cabinas y el recuerdo de
aquellas, las de la peli, cabinas malditas.
Pero la gran película de un terror cotidiano es “Los
pájaros”, con esa premisa de qué pasaría
si un buen día a las aves les diera por atacarnos. Un pequeño cambio en
el transcurrir del día a día puede crearnos una verdadera pesadilla.
Seguro que más de uno ya os estaréis preguntando: ¿Este
vecino, hoy, por dónde quiere ir?
Tan sencillo como que durante estas vacaciones, el vecino
ha pasado grandes momentos paseando por los bellos paisajes torrevejenses, y
todos ellos han tenido algo en común: una gran cantidad de gatos asilvestrados,
o muchos de ellos ya nacidos directamente lejos de la tutela de cualquier
vecino de esta comunidad. Gatos, por otra parte, que además están ya
acostumbrados a la figura humana, y prácticamente ni se apartan cuando pasas,
dándote la sensación de que si lo haces, es porque ellos te dejan, con lo cual
este vecino no ha tenido más remedio que recordar algunas escenas de la célebre
película de Alfred Hitchcock, y el sudor que te entra no sabes si es cien por
cien motivado por el calor y la humedad imperante, o por un cierto “canguelo” que va imprimiendo
tu piel.
Tal vez el primer paso para ese terror solapado comience
con la gestación de, quizás, una pregunta inadecuada, y que a partir de ella,
posiblemente, te haga ver las cosas de otra manera.
Por eso este vecino del mundo quiere jugar con vosotros,
y como hace tan solo un momento, sobre las seis y media, y al no poder seguir
durmiendo, ha salido a la calle para dar un paseo, y contemplar la conquista de
la playa de los primeros conquistadores veraniegos del día, os quiere hacer una
pregunta inconveniente: ¿Estas personas capaces de levantarse por un metro de
terreno a horas intempestivas son verdaderamente fiables, o son capaces de
cualquier cosa por conseguir su objetivo?¿Estamos seguros estando esas personas
entre nosotros?
Como mi deber como “blogger” es anticiparme a lo que
pueda pensar mi potencial lector, este vecino está seguro de que puede recibir
también la siguiente pregunta/respuesta por parte de algún lector ¿Es fiable
una persona, en clara referencia a este vecino del mundo, que se levanta muy temprano, sin tener en cuenta el por qué, para
ver a otras el tomar la playa a primera hora de la mañana?
Con el fin de ahorraros posibles debates, este vecino y sin
dudarlo un solo momento ya desde ahora os contesta que no, no es de fiar, ni
ahora ni nunca.
Sin embargo, a partir de ahora seguro que veréis esa
realidad, la de los conquistadores de playas ya conquistadas, de otra manera. Y
es que el germen de las historias terroríficas está en nosotros mismos.
*FOTO: PLAYA DE LOS LOCOS, TORREVIEJA, 6:45 A.M., 20.08.14.
F.E.PEREZ RUIZ-POVEDA
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