Como hubiera dicho el
Padre Cipriano, un cura de los de antes, lo importante es llegar a la fe, sin
importar el camino recorrido.
Eso le ha pasado a un
amigo, que llamándole hoy para felicitarle por su cumpleaños, me ha informado
de que él mismo ha llegado a la conclusión de que la crisis ha terminado. No,
no es economista, si lo fuera a lo mejor no se hubiera dado cuenta de eso,
tiene estudios contables, pero especialmente sabe fijarse en lo que pudiéramos denominar
“los signos externos”.
A él le ha valido
fijarse en el detalle de que el anuncio de COFIDIS, esa compañía que presta dinero,
tras mucho tiempo desaparecido, ha vuelto a nuestras pantallas de televisión. Y
“esos”, como mi amigo me ha dicho, tienen que saber algo del negocio.
Quizás la teoría de
mi amigo tiene el mismo sustento que la teoría del grajo y el frío. Teniendo en
cuenta que este blog se lee desde muchos puntos, muy alejados, del mundo, voy a
exponer la citada teoría, en la versión oída a la Señorita Mari Puri, una
vecina octogenaria, soltera convencida, de misa diaria, que “cuando el grajo
vuela bajo hace un frío exacerbado". Ella, aunque en su versión, omite la rima
de grano grueso, seguro que todavía tiene más base que la exhibida por el
gobierno español, que hace ya unos dos años nos habló de “los brotes verdes”.
Tal vez la teoría de
mi amigo se quede en una de las denominadas “serpientes de verano”, que hace ya
años se inventaban algunos periodistas para rellenar los periódicos famélicos
de noticias durante la "canícula", como entonces se decía, motivado especialmente
por estar de vacaciones los máximos candidatos a producir noticias el resto del
año.
Pero sea serpiente de verano o no, a este vecino le ha alegrado el día,
porque mientras algunos se refocilan totalmente en el negro, especialmente en
las cuentas y en el dinero de ese color, él, el vecino, lleva una vida más
blanca que nunca, especialmente “disfrutando” de los “productos blancos” de las
grandes superficies.
Y es que algunos no
queremos recurrir a un “cofidis” cualquiera, porque por la teoría del mismo vecino "si no me puedo arreglar yo,
difícilmente me va a arreglar la vida otro". Este vecino tampoco se ha doctorado
en “económicas” como el mencionado amigo, simplemente ha estudiado “humanidades
vecinales” por la Universidad de su barrio, y aunque no ha obtenido un doctorado,
ha conseguido sobrevivir cum laude.
*FOTO: DE LA RED
Buen artículo
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