martes, 15 de noviembre de 2016

EL ANUNCIO DE LA ESPERANZA, Y SU OTRA LECTURA...



Si fuéramos americanos, en concreto, de los Estados Unidos de América, podríamos decir que en la práctica el espíritu navideño te invade el último jueves de Noviembre, el Día de Acción de Gracias, en el que ya para ellos queda prácticamente inaugurada esa época del año. Pero en España en realidad, el punto de partida es algo más abstracto. Y sin embargo, últimamente nos vamos “orientando” con el anuncio de la Lotería de Navidad.
Y el de este año se dio a conocer ayer, lunes, 14 de Noviembre, por lo que se supone que el espíritu navideño patrio ya se tiene que estar acicalando...


Este vecino será partidario, por siempre, del calvo que durante muchos años nos visitó al ritmo de aquel vals que en realidad lo compuso Maurice Jarre para una escena del Doctor Zhivago; pero quizás, y ésto es cosecha propia, por miedo a que el personaje trascendiera a la lotería, y llegara a convertirse en un ser libre de yugos, la empresa de Loterias, quizás, optó por cargárselo.


El anuncio de este año, cuya duración más larga (ya que se han hecho, como en otras ocasiones, varias versiones) llega casi a los cinco minutos, y en realidad sería el equivalente a un auténtico largometraje, en el que en apenas con quince segundos, y vía fotos que veremos en la casa en la que transcurre parte de la trama, ya somos informados de toda la vida de la protagonista: maestra, jubilada, con familia, un nieto y muchos amigos. Un malentendido por parte de la prota, la hace creer que es propietaria de un décimo premiado en la  lotería de navidad, cuando en realidad todavía el sorteo no ha tenido lugar…


Como en los tres últimos años de la era sin-calvo, que por cierto el último anuncio ya data de  las Navidades del 2005 (y a este vecino le sigue pareciendo que en realidad fue ayer), lo que los pijos denominarían como “target”, objetivo del anuncio, es claramente aquellos que han sido más perjudicados por la crisis. Pero si algo está dejando claro la realidad de estos últimos años, para muchos tan duros, es el conocer la crudeza de la necesidad, sin estereotipos, sin imágenes prefijadas.


Siempre habíamos creído tener a la lotería como a esa urna de auxilio en la que metes lo necesario para que en caso de necesidad “rompes el cristal” y te sirves de ella al menos para seguir teniendo esperanzas.


Esta crisis sin embargo, y este vecino del mundo lo cuenta por experiencia propia, nos ha enseñado a unos cuantos al menos, que eres verdaderamente pobre cuando ya no puedes elegir, y te tienes que gastar, sí o sí, los últimos cuartos en seguir sobreviviendo, dejando incluso atrás la esperanza que te daría el tener un billete de la lotería, porque ya has incluso traspasado esa fase, y no te llega para ello…


Hay muchos empresarios y políticos que creen haber inventado otro tipo de rueda, en la que pagando a la gente mucho menos va a poder seguir gastando lo mismo, y aquí también entraría la compra de décimos de lotería, para que el sistema siga funcionando.  Pero, amigos, hay un momento en el que el sistema y la rueda citados anteriormente, terminan por romperse… Aunque tengamos amigos, como los del anuncio de la lotería de este año, que finjan para salvarnos de nuestra vergüenza, que no pasa nada, y cuando nos descuidemos, para no humillar, nos ayuden… Esa, tal vez,  también pueda ser otra lectura, más importante quizás, del gran anuncio de este año.

*FOTO: DE LA RED


No hay comentarios:

Publicar un comentario