Quizás si habría que definir una época por algo importante que ha ocurrido en ella, sin lugar a dudas ésta sería la época del "selfie". De hecho, más de un@ no sería nada sin unos morritos, los suyos, que llevarse a un primer plano, mientras que con la mano que le queda libre hace la señal de victoria, que tal como últimamente está el patio, este vecino está convencido de que esa victoria sólo puede ser la Beckham.
Mi madre, filósofa en "sus labores", hubiera dicho que mantener las manos y el morro ocupados es a lo máximo que más de una mujer ha querido siempre aspirar. Y, llámenme malpensado, pero creo que contenía profundas connotaciones sexuales, más que nada por que ella siempre guiñaba un ojo mientras lucía un rictus muy cercano a la sonrisa descarada.
El selfie es la consagración del ego por el ego, el yo por delante de todo lo demás. No importa el por qué, el cuándo y el dónde estás, sino que eres tú por delante de todo lo demás, y conviene no olvidar, dando la espalda a lo que de otra manera hubiera sido lo más importante.
Y ayer, mediante un tweet, descubrí que también existe el selfie-tweet, ese mensaje que en el fondo quiere poner el foco en el que escribe o en sus intereses.
El diputado de ERC, en el Congreso, Joan Tardá, ha sugerido/exigido, por Twitter, a los ayuntamientos catalanes a que no instalen este año las tradicionales luces de Navidad, todo un símbolo en estas fechas, como gesto de protesta por la encarcelación, de manera preventiva eso sí, de los ocho exconsellers de la Generalitat.
Este vecino del mundo quisiera pensar que el Señor Tardá no ha sido plenamente consciente de la gravedad de su petición; en la que se mezclarían grandes perdidas monetarias con la decepción de muchos, comenzando especialmente por los niños.
Es conveniente no anteponer siempre los propios intereses, bajo la excusa de "el mandato que nos ha sido otorgado por nuestros votantes". Porque cuando menos, se asemejarían a esos a los que ellos que acusan de vivir en su propia burbuja y solo atender a sus propios intereses.
"Fotoshopear" la historia hasta dejarla como les interesa es una práctica habitual en el independentismo. Y si consiguieran que no se festejaran las Navidades, dando un golpe gravísimo a la economía, y llenando de tristeza a "los menudos", al final, de una u otra manera, la culpa siempre sería del Gobierno español, o Gobierno de Rajoy.
De conseguir asir otra vez las riendas de la república, ellos jugarían sobre seguro, porque tras haber dejado a Cataluña, al parecer, como un solar, ahora solo podrían mejorarlo.
*FOTO: DE LA RED
No hay comentarios:
Publicar un comentario