Lo que son las cosas, toda la vida teniendo por seguro mi
heterosexualidad, y media hora viendo “La sexta noche” ha sido suficiente para
cuestionármela. Y es que cada vez que veo tanto a Francisco Marhuenda como a
Eduardo Inda, me entran unas tremendas ganas de besarles la boca, con muerdo
incluido, más que nada para que se callen; el primero con esa tristeza y
quejido perpetuo, y el segundo con esos aires mezcla de autosuficiencia y un
continuo perdonar la vida de los que no han tenido la suerte de estar en su
piel.
Siempre me he preguntado si estas personas, tan en contra
de todo y de todos, tienen vida privada, pero hoy he llegado a la conclusión de
que tanto el Señor Marhuenda como el Señor Inda deben de vivir en la misma
tienda china de donde provenían los Gremlins. Estoy convencido de que las
diversas productoras que les contratan van a esa tienda y les llevan
directamente a los diversos coloquios.
De todas maneras, y con toda la mejor intención, sería aconsejable
que antes de presentarlos en los programas, deberían de leer sus respectivos
modos de uso, porque al igual que los Gremlins, este vecino está convencido que
tanto Don Franciso Marhuenda como Don Eduardo Inda deben de tener algún modo de
uso, que quiero creer por desconocimiento de los diversos productores, no se
les trata como sería preferible, bien sea por darles de comer a horas no
recomendadas, o incluso por no darles de comer. Y lo mismo debe de ocurrir con
el agua, por darles de beber a partir de ciertas horas no aconsejables, el
caso es que ya vienen cabreados de antemano.
Además, tienen ciertas fobias más que patentes. Y es que
decir: “Podemos”, y especialmente el Señor Inda “pierde el norte”, lo que es
más que curioso, teniendo en cuenta que él nació en Pamplona y debería de tener
su norte bien definido. Por cierto, y siguiendo con la comparación de los Gremlins,
“Podemos” les causa el mismo efecto que el agua a esos personajes peludos y
orejones, parecen que les subdividen en diversos personajes con la
característica en común de que todos ellos odian a la izquierda.
Quizás, y bien pensado, el posible miedo tanto de
Marhuenda como de Inda a la gente de Podemos puede ser, a que sepan de que
provienen de una cajita, como los Gremlins, y tienen temor a que un día se
cierre su caja y nunca más se abra, por eso ellos intentan enterarse antes de dónde
está, si existe, la caja de Podemos, para cerrarla para siempre. Y, en
definitiva, ese puede ser el oscuro deseo cada
vez que hablan del grupo del “coletas”.
Ya para terminar, sería aconsejable que tanto el Señor Marhuenda como Don Eduardo Inda, ocuparan programas en la misma franja horaria que esos de sexo explícito.
Personalmente, alguna que otra vez que tenga la lívido extraviada, seguro que recurro a ellos. Lo de esta noche ha sido como rejuvenecer a mis dieciocho años, dicho sea de paso, a cuando Franco todavía vivía y era más fácil encontrar personas y personajes como los hoy comentados, y no, no me refiero a los Gremlins.
*FOTO: DE LA RED