Mostrando entradas con la etiqueta agua. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta agua. Mostrar todas las entradas

domingo, 1 de diciembre de 2019

EL MES DE LAS LUCES



Sí. No hay duda. Estamos en el primer día de Diciembre y, además, sin red, jugándonos el tipo. 

Los norteamericanos ya han llorado, como lloran en las pelis, en su día de acción de gracias. Y nosotros, en cambio, estamos dando gracias a nuestro destino que pese a tener los políticos que tenemos, y como somos como somos, seguimos sobreviviendo, más que nada porque así fastidiamos a los que no nos quieren aquí. Y ya estamos mirando hacia abajo, por si nos caemos, donde está la nada, y te da ganas de gritar. Y miramos también arriba, por si triunfamos, y llegamos al Olimpo de la felicidad plena.

Ha pasado ya casi el año entero, y en el mejor de los casos, estamos con el mismo pelo que el año anterior, e incluso algunos, como este vecino del mundo, con un ojo menos, y no es el de atrás, precisamente. O sea, y ahora mismo me doy cuenta, este año me ha costado, y es literal, un ojo de la cara. Y luego dirán que vivir, por lo menos sobrevivir, no es caro.

Claro, vivir es un lujo, porque entre otras cosas, nos da más tiempo a seguir coleccionando lindezas del “famoseo” nacional. Y nos enteramos, en versión Francisco Rivera, que el Cola Cao es muy difícil de preparar porque primero tienes que coger una taza, leche y … más cosas. Y yo, no sé por qué, llámenme inocente, pero estaba convencido que Francisco Rivera, Don Francisco, era muy ducho en eso de coger, y ahora parece que no. 
Como hubiera dicho mi madre, algo tendrá el agua cuando la bendicen, y algo tendrá el Rivera cuando le siguen haciendo caso, y continua, como decía aquella miss, ex-miss, o ex-todo, estando en el candelabro.

Y por si fuera poco, nos enteramos también de que el Ayuntamiento de Madrid ha inaugurado su tradicional belén, uno de los 10 que este año se pueden contemplar en toda la capital, y además, por primera vez desde hace unos años, sin la supervisión de Carmena ni ninguno de los suyos. Los encargados de presentarlo han sido, como no podía ser de otra manera, el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, y la vicealcaldesa, Begoña Villacís.

El alcalde  preguntado sobre la bandera que está pintada en el pedestal en el que se erige el belén ha declarado que "no es una novedad". "Todos los que hemos tenido belenes en las casas sabemos que era también un elemento tradicional poner la enseña nacional y es lo que hemos decidido que era procedente", ha afirmado.

Y este vecino, por aquello de los déjà vu de la vida, se ha acordado de que el Señor Aznar, en cambio, practicaba el catalán en la intimidad de su casa. Y se ha puesto muy triste, este vecino también,  porque ha llegado a la conclusión de que en la suya, en casa de sus padres, sólo se sobrevivía,  y no costaba poco. Y se ha acordado también de la zambomba y del gesto para tocarla. Cosas suyas... y de este mes que no olvidemos, es el mes de las luces, y sus consiguientes sombras.

*FOTO: DE LA RED

lunes, 16 de enero de 2017

LOS GOBERNANTES DE MENTES


En el #diainternacionaldelacroqueta me da ganas de revindicar lo bueno que están las rabas, y si es en bocata, mejor, que mejor.

Lo anterior es un tweet que le ha salido del alma a este vecino del mundo, al enterarse de que era, es todavía, el "día internacional de la croqueta", momentos antes de que un algo interior, le motivara a escribir este post, y que quizás sea uno de los últimos vestigios, o  rasgos, que todavía lleva dentro de aquel joven protestón de los primeros años de la Democracia, en aquel famoso “contra Franco vivíamos mejor”.

Y es que cada uno puede ver la vida como quiera, pero algunas veces es muy evidente eso de que nos quieren gobernar, incluso en cualquiera de nuestros movimientos, con “mando a distancia”, y que nuestros pensamientos se muevan sólo por el terreno que los gobernantes de mentes quieran que nos movamos, una especie de alienación más o menos encubierta.  

Este vecino del mundo, si algo ha tenido claro siempre, es que la libertad se debe de practicar desde el pensamiento, y hacer lo que su “yo interior” verdaderamente le pide, porque ve, y quiere practicar su vida a su manera, siempre, claro está, y requisito indispensable, no altere la de los demás.

Nunca ha entendido este vecino, esas ganas de aparentar querer lo que se lleva “de moda” y no me refiero a artículos materiales, sino clichés de maneras de vivir. Y de que, por ejemplo, y soy consciente de que me puedo meter en un jardín, de que se defienda la vida de los animales, incluso por encima de la importancia de los seres humanos que te rodean. Como en el caso del niño taurino, que parece ser, para más de uno, su vida valía menos que la de los toros a los que defendía.

Si algo tiene de bueno, y nunca me arrepentiré, el llevar un blog, y ya van para más de seis años (http://patxipe.blogspot.com.es/2016/08/otra-tarta-mas-y-su-significado.html), es que uno tiene la punta de su curiosidad siempre afilada, a la búsqueda del “tema del día”, en cualquier curva de su actividad diaria. Y hoy, el detalle de la croqueta, le ha llegado al alma a este vecino. Porque, entre otras cosas, y que no me pregunten por qué, porque no lo sé, llevo varios días añorando aquellas sopas de ajo, que comía en mi juventud, como herencia, plato muy barato y rico, de los años de la postguerra que vivieron mis padres.

Y lo mismo que me ha salido el tweet revindicando los calamares, tranquilamente podía haber pergeñado otro, revindicando la añorada sopa de ajo, y que cualquier día me la volveré hacer. Es más, se la dedicaré a modo honoris causa, en la intimidad de mi hogar, a Victoria Beckham, por aquellas declaraciones, que luego negó haberlas hecho, en las que decía que “España huele a ajo”. ¿Y qué pasa, si hubiera sido verdad?


Ya para terminar, y recordando a la Señora Becham y a los que intentan dirigir nuestros gustos y disgustos, daremos la receta de la sopa de ajos: ¡Ajo y agua! (Y pan duro, naturalmente)…

*FOTO: DE LA RED

lunes, 17 de octubre de 2016

TANTOS AÑOS DE DUCHA...



Tristemente he llegado a la conclusión de que el hombre, así, en general, tiene mucho de oso, especialmente el estar en letargo mental, aunque nosotros no necesitamos que sea invierno.


Tantos años de ducha, lucha no, ducha, por aquello de no despilfarrar agua, aunque tenga una bonita y gran bañera. Pero ayer me dio por pensar, y de cabrearme, naturalmente, (que es lo que me pasa generalmente cuando me da por sopesar temas), en que últimamente se están poniendo de moda esas duchas verticales en las que te salen “chorritos” de agua de las zonas más insospechadas, incluida la retaguardia,  cuando no se opta directamente  por tener, el que tiene sitio en su casa, un jacuzzi. Y me dio también por pensar, que parte de esa agua es mía; el agua que nunca usé porque aprendí bien esa lección de que solo hay que usar el agua necesaria.


Imaginé, para más inri,  que esa agua usada en el jacuzzi es una especie de agua depositada en Suiza, e incluso en Panamá, porque es una manera de saltarse todas las normas morales, con regodeo incluido.


Y me retrotraje a aquellos años de mi infancia cuando siempre oía eso de “hay que portarse bien, decir siempre la verdad, y no hacer lo que no quieres que te hagan a ti”.


Algo ocurrió desde mi niñez hasta ahora que me perdí. Como en aquella película, “Lost in translation”, o en ese dicho tan español, “Del dicho al hecho hay un trecho”.


Además estoy seguro de una cosa, todos esos que utilizan el agua, y otras muchas cosas, sin orden ni medida, no eran obligados de niños a repartir, bajo vigilancia materna, galletas a los otros niños que se te quedaban mirando en el parque, para que no pasaran envidia. Todos esos, eran entrenados por sus padres para ir al parque sin galletas, y practicar el verbo "gorronear".


Sinceramente, no me imagino a Esperancita Aguirre, dando sus galletitas a otros niños, pero sí aparcando su triciclo en algún lugar prohibido. Aunque tampoco imagino, para ser justos, a Pablito Iglesias dando sus galletitas; pero sí le veo, en cambio, arengando a los demás niños en el parque, para que lo hagan más grande y mucho más cómodo.



Tantos años de ducha, y desperté ayer. Ese letargo del oso que llevamos dentro…

*FOTO: DE LA RED

P.D. Para los que se pregunten qué hacía Marianito Rajoy en el parque. Muy sencillo, él solo esperaba.

viernes, 5 de agosto de 2016

ESE GOLLUM QUE LLEVAMOS DENTRO



Observar lo que ocurre a tu alrededor suele ser más que aconsejable, especialmente para obtener una segura visión del estado de las cosas.


Sobre las siete de la tarde he ido a la playa, pero no para exhibirme como en la Pasarela Cibeles, sino digamos que si de una conversación se hubiera tratado, he ido directamente al grano: a bañarme.


Al llegar, y como ha sido un día extraordinario, en especial para todo aquel que goce teniendo la sensación de estar en un baño turco, la playa estaba todavía abarrotada. Es decir, para encontrar la orilla te tenia que acompañar la suerte.


Tras unos cincuenta minutos de buen baño, al salir, ya sobre las ocho menos diez, para mi extrañeza seguía habiendo mucho personal, y salir, lo mismo que al entrar, seguía siendo complicado. Sin embargo, durante el recorrido de exilio voluntario, me he dado cuenta, que lo que ocurría es que la gente al comprobar que el vecino se iba, se tomaba la molestia, en la mayoría de los casos, de mover todas sus pertenencias, esparciéndolas sin ningún disimulo ni pudor, quedándose con el terreno que en un momento dado había sido vecinal.


Creo que las caravanas en el viejo Oeste al llegar a su tierra prometida, y romper filas para conseguir una buena parcela, era mucho menos evidente que lo que debe ocurrir en cada playa al atardecer. Es cuestión de abrir los ojos, y descubrir ese Gollum que todos debemos de llevar dentro gritando "Mi tesoro", cuando hemos pasado un buen tiempo oprimidos y de pronto nos sentimos como en el mejor de nuestros sueños.


Ha quedado más que claro que si en nuestra composición, gran parte somos "agua", al menos en un porcentaje sin especificar, hay también "egoísmo", y en algunos momentos con tendencia a desbocarse.


Y por si lo anterior era poco, el espectáculo al abandonar la playa, mientras te limpiabas los pies, ha sido simplemente, sobrecogedor.


Podías observar  la gran cantidad de basura que se había producido, mucho papel y plástico. Y hay que tener en cuenta que la playa, de la que no quiero decir el nombre, porque me imagino que en la mayoría de playas de España ocurrirá lo mismo, es una de esas que tiene "la Bandera Azul", y consecuentemente se limpia todas las madrugadas.
Y para no equivocaros, la basura dejada estaba a la salida de la playa, en ningún caso depositada por el mar. 


Está visto que el Gollum que llevamos dentro, se desprende de todo menos, se supone, que de su tesoro, y consecuentemente, de su mapa, o de aquello que le haga ganar algo. Lo demás, le sobra. Y que como diría el saber popular: "el que venga detrás, que arree".

*FOTO: DE LA RED

viernes, 8 de enero de 2016

DEMASIADOS TONTOS BUSCANDO CAMINO...



Hace unas semanas, creo que no muchas, era sábado, porque recuerdo que ese programa es los sábados por la noche, en uno de esos zapping que uno hace y que al final le permiten hablar de muchas cosas, pero de nada en profundidad, recuerdo que este vecino del mundo vió a Monedero, a un Monedero desaforado y en busca de venganza, uno supone que reparando maldades pasadas, diciendo a un Inda, más Inda que nunca, que “cuando un tonto coge un camino, el camino se acaba y el tonto sigue”.


Sinceramente, era la primera vez que oía esa frase, aunque me imagino que el Señor Monedero, como viejo ratón de biblioteca, la habría recogido de algún lugar y preparado  para lanzarla en algún momento a uno de esos Goliat de la prensa, que quieren recoger cadáveres como pago de ayudas pasadas, y se convierte en lo que buscaba para los demás. Y hoy me he acordado de esa frase, porque parece que tontos con camino, o sin él, hay muchos y variados.


Todo eso me ha venido a la mente  al enterarme de que el Rijksmuseum, de Ámsterdam modificará en 2016 hasta 300 títulos de obras de cuadros para evitar palabras consideradas conflictivas como “negro”, “enano”, “moro” o “mahometano”.


Se empieza así, viendo la historia desde el punto de vista de lo políticamente correcto en la orilla del hoy, y se acaba cambiando los nombres para no molestar a alguien al que en su momento no molestabas, porque el moro estaba concienciado de que era moro, el enano, desgraciadamente, sabía que lo era y que se le llamaba así, y siguiendo por esa senda, se acabará con el tiempo, con todos los personajes de los cuadros de un Diego Velázquez que no dejaba de hacer una crónica de la sociedad de su época.


Suerte tendrá, por ejemplo, Picasso, Don Pablo, y su cuadro, que al titularlo “Las Señoritas de Avignon” y no “Las putas de Avignon”, que lo eran, se librarán de una posible quema.


Hace bastantes años hubo otro tonto, o muchos, que cuando Chicho Ibáñez Serrador volvió a Televisión Española con la que sería su última versión del “Un, dos, tres”, en uno de los gags de su célebre subasta final, sacó, durante varias semanas, al componente que quedaba del desaparecido “Dúo sacapuntas”, Manuel Sarriá, conocido como “El linterna”, en otro nuevo personaje acompañado de dos actores pequeñitos a los que llamaban “Tati” y “Quieti”, afectados por  “acondroplasia”, a los que antes se les hubiera denominado como “enanos”.  Y a raíz de las quejas de ciertos sectores, que creían ver un cierto maltrato hacia ellos, cuando en realidad eran esos personajes los que ponían en mil situaciones comprometidas al personaje interpretado por Manuel Sarriá, tuvieron que cesar los gags, y consecuentemente esos dos actores pequeños perdieron su trabajo, eso sí, en busca de la presunta defensa de ellos como personas, o lo que viene siendo un auténtico dislate.


Si siguen las cosas así, habrá un momento, y sino al tiempo, en una sociedad en la que está mal visto, y se pone cada vez más pegas a fumar y beber, en el que algún listo prohibirá todas aquellas películas, por ejemplo, de Humphrey Bogart y sus famosos detectives fumando y bebiendo como descosidos. Y seguro también, que habrá otro genio que, en el doblaje, cada vez que pide, por ejemplo, un trago de Bourbon, lo sustituyen por “agua”, y se nos emborrachará con el H2O.  O, como fumaba muchísimo también, y mediante un trucaje digital, borrarán los cigarros y el humo, y las manos de Don Humphrey, el Bogart que todos queríamos, quedarán con un ligero toque amanerado, que no importará mientras a alguien no se le ocurra llamarlo “maricón”, que ya entonces, tendríamos otro problema.


Bien pensado, en la vida hay demasiados caminos en busca de su tonto particular, e incluso al revés.

*FOTO: DE LA RED


sábado, 18 de julio de 2015

MARHUENDA, INDA, Y LOS GREMLINS




Lo que son las cosas, toda la vida teniendo por seguro mi heterosexualidad, y media hora viendo “La sexta noche” ha sido suficiente para cuestionármela. Y es que cada vez que veo tanto a Francisco Marhuenda como a Eduardo Inda, me entran unas tremendas ganas de besarles la boca, con muerdo incluido, más que nada para que se callen; el primero con esa tristeza y quejido perpetuo, y el segundo con esos aires mezcla de autosuficiencia y un continuo perdonar la vida de los que no han tenido la suerte de estar en su piel.

Siempre me he preguntado si estas personas, tan en contra de todo y de todos, tienen vida privada, pero hoy he llegado a la conclusión de que tanto el Señor Marhuenda como el Señor Inda deben de vivir en la misma tienda china de donde provenían los Gremlins. Estoy convencido de que las diversas productoras que les contratan van a esa tienda y les llevan directamente a los diversos coloquios.

De todas maneras, y con toda la mejor intención, sería aconsejable que antes de presentarlos en los programas, deberían de leer sus respectivos modos de uso, porque al igual que los Gremlins, este vecino está convencido que tanto Don Franciso Marhuenda como Don Eduardo Inda deben de tener algún modo de uso, que quiero creer por desconocimiento de los diversos productores, no se les trata como sería preferible, bien sea por darles de comer a horas no recomendadas, o incluso por no darles de comer. Y lo mismo debe de ocurrir con el agua, por darles de beber a partir de ciertas horas no aconsejables, el caso es que ya vienen cabreados de antemano.

Además, tienen ciertas fobias más que patentes. Y es que decir: “Podemos”, y especialmente el Señor Inda “pierde el norte”, lo que es más que curioso, teniendo en cuenta que él nació en Pamplona y debería de tener su norte bien definido. Por cierto, y siguiendo con la comparación de los Gremlins, “Podemos” les causa el mismo efecto que el agua a esos personajes peludos y orejones, parecen que les subdividen en diversos personajes con la característica en común de que todos ellos odian a la izquierda.

Quizás, y bien pensado, el posible miedo tanto de Marhuenda como de Inda a la gente de Podemos puede ser, a que sepan de que provienen de una cajita, como los Gremlins, y tienen temor a que un día se cierre su caja y nunca más se abra, por eso ellos intentan enterarse antes de dónde está, si existe, la caja de Podemos, para cerrarla para siempre. Y, en definitiva, ese puede ser el oscuro deseo  cada vez  que hablan del grupo del “coletas”.

Ya para terminar, sería aconsejable que tanto el Señor Marhuenda como Don Eduardo Inda, ocuparan programas en la misma franja horaria que esos de sexo explícito. 

Personalmente, alguna que otra vez que tenga la lívido extraviada, seguro que recurro a ellos. Lo de esta noche ha sido como rejuvenecer a mis dieciocho años, dicho sea de paso, a cuando Franco todavía vivía y era más fácil encontrar personas y personajes como los hoy comentados, y no, no me refiero a los Gremlins.


*FOTO: DE LA RED


viernes, 13 de marzo de 2015

APRENDIENDO, O SER TONTO



¿No os ha ocurrido nunca que os pasáis todo el día buscando algo, un papel por ejemplo, sin ningún éxito, no está donde crees que lo dejaste, y en el momento en que cejáis en vuestro empeño, al cabo de varias horas, aparece? Hoy precisamente me ha vuelto a ocurrir, y le he encontrado un cierto paralelismo con la vida misma.

Me recuerda a ese momento en que estas alabando las excelencias  de un niño, de tu hijo pequeño por ejemplo, acaba de aprender a andar en bici, y lo comentas con tus amistades, porque tú, porque te da la gana, quieres creer que para la edad que tiene va muy adelantado, y le dices que lo haga delante de tus amigos, y él bajo ningún motivo se quiere montar en la bici. En ese momento, y es casualidad, no le apetece nada. Y cuando tus amigos ya se han ido, tu hijo no solo se da una vuelta con la bici sino que no para de pedir su inscripción en el Tour de France.

Y lo peor del cabreo por no poder encontrar algo que tú mismo has guardado, es eso, que has sido tú, y como normalmente te llevas bien contigo mismo, no queda más remedio que hacer uso del famoso “ajo y agua”.

Se podría hacer un paralelismo con el mundo de la política, y el no encontrar algo pudiera tener cierta semejanza con las promesas incumplidas de los partidos en el poder. Cuando se va acercando la siguiente cita electoral, y como se dice vulgarmente “ya está prácticamente todo el bacalao vendido”, el todavía presidente quiere seguir amarrado a su poltrona, y necesita un golpe de efecto, aunque muchos de sus decepcionados conciudadanos le quisieran dar otro tipo de golpe, y se decide por bajar los impuestos, eso sí, con cara de “tan pronto como he podido los he bajado. A mí tampoco me gustaba la medida. Toda la culpa es del anterior partido en el gobierno”.

Conviene ir aprendiendo de nuestros errores, más que nada para que no nos vuelvan a meter el mismo gol por la misma escuadra y agarrar el mismo cabreo. Pues como dirían en mi pueblo: Una cosa es ser tonto y otra cosa entrenarse para serlo más.  

Lo dicho, al final no me ha quedado más remedio que alegrarme por haber encontrado el papel que estaba buscando, y que no dejaba de ser una factura que había que pagar. Así están las cosas…



*FOTO: DE LA RED

jueves, 21 de agosto de 2014

EL CLUB DEL AGUA

Estos días hay dos imágenes que no dejan de invadir mi mente, tal vez, entre ellas, no tengan nada que ver, pero a este vecino, que quizás tenga una mirada “desviada”, le parece que pueden tener ciertas similitudes.
La primera imagen es netamente personal, observada día a día en estas vacaciones y en las de años anteriores. Es la figura de esa señora, hay muchas, que va a la playa como si fuera a un club social, emperifollada (para este término la expresión en inglesa es más aclaratoria: “dressed to kill”, vestida para matar), incluso con pulseras, cara maquillada, pintada y que se note, y sombrero. Se mete en el agua hasta la cintura, y normalmente se pasa hablando en el mismo sitio, un mínimo de media hora o más, con otras de su mismo club.
Este vecino ha llegado a la conclusión de que estas señoras se meten en el agua, porque es el fin último que tiene ir a la playa, y, especialmente, para que se les vea, dentro y fuera del agua, pero que el agua les resulta más inconveniente que virtud.
La otra imagen es esa que encontramos, un día sí y el otro también, ya en todo tipo de programas, de famosos lanzándose un cubo de agua, prácticamente helada, para luchar contra la Esclerosis Lateral Amiotrófica, más conocida como ELA.
Vaya por delante de que el fin de esta campaña, el obtener dinero (según la CNN ya se han recaudador casi 15 millones de dólares, ya que junto con el cubo de agua, se dona una cierta cantidad de dinero) y dar visibilidad a una enfermedad de las consideradas como “raras”, es muy loable, pero se juega también con el ego de las personas: “yo ya lo he hecho”, que en cierta manera es el mismo símbolo de la “banderita”, en las cuestaciones típicas de toda la vida. Con la salvedad de que en este caso, la persona que pasa la prueba del cubo, y que dona el dinero (ésto se supone, porque no hay constancia), es al mismo tiempo la figura de esa señora, que se intuye de un cierto estatus, que está al frente de esa mesa petitoria que en nuestras grandes ciudades todavía se da.
Se ha llegado a un punto en esta campaña, y es lo que no gusta a este vecino, que ya parece que eres alguien si has pasado por ella. O quizás se ve mejor la reacción, si se habla en negativo: Parece que no eres nadie si todavía no has pasado por la prueba del cubo. Ya es un asunto clasista. Más que una ducha benéfica, se ha convertido en un "bautizo de fama".
Por eso a este vecino le ha parecido más clara y generosa la actitud de Charlie Sheen, al lanzarse un cubo lleno de dólares, concretamente diez mil, que es lo que donará a favor de la campaña. Por lo menos ya sabemos que el Señor Sheen seguro que ha dado dinero, aún arriesgándose a ser tildado de orgulloso y “chuleta”. Y vaya por delante, que este señor no es santo de la devoción de este vecino, y no por lo juerguista que es (eso es solo asunto suyo), sino precisamente porque eso interfiere primero con su vida familiar y, por supuesto, con su trabajo y con sus compañeros de rodaje, que muchos días le han tenido que aguantar horas y horas de ausencia.
Por eso al final de todo este planteamiento, más de uno de los lectores de este blog, comprenderán al vecino en esa concatenación de imágenes de señora ostentosa bañándose con famosos duchándose, aunque el símbolo de las dos aguas sea completamente diferente.


P.S.: Mientras este vecino escribía este post se ha enterado de que Corey Griffin, de 27 años, “el inventor” de este fenómeno viral ha fallecido este fin de semana. ¡Descanse en paz!

*FOTO: DE LA RED

lunes, 9 de septiembre de 2013

PIRATAS DE SOFTWARE DULCE

He tenido que resetear  el ordenador, y por esas neuras que le dan a uno, y al quedar el disco duro libre de polvo y paja, me he imaginado que tiene que ser muy parecido a sufrir de amnesia, con la diferencia de que, se supone, ésta se pasará algún día, y cada imagen, y día, tendrán su recuerdo, si es que tienen que tenerlo.
Incluso me imagino que los mismos olores te tienen que ayudar a recordar, cosa que con un disco duro no ocurre. A  este vecino del mundo, oler a pólvora siempre le retrotrae a la víspera de los Reyes Magos, allí en su Elgoibar natal, esperando  que la cabalgata bajara del monte, aunque siempre le hizo sospechar que en todo aquello había algo raro, más que nada por el “negro” de los pajes, más agudizado en algunas partes de su cuerpo que en otras. Los negros de las fotos y de las películas, no eran igual. Y, otro pequeño detalle, se supone que la comitiva era la primera vez que llegaba a ese pueblo, y saludaban a todo el mundo como si les conocieran de toda la vida.
Tiene que ser realmente duro estar delante de la persona que más has querido en tu vida, y ser incapaz de situarla en tus recuerdos, porque, en realidad, viviremos más allá de nuestras vidas siempre que haya alguien capaz de recordarnos, para bien naturalmente, porque en el otro caso, como se dice en mi pueblo, en ese mismo de la cabalgata, en realidad te acuerdas de la madre que le parió, lo cual es realmente injusto con esa madre, pero así es la vida, y sino que se lo pregunten a la madre de un árbitro de fútbol.
Por cierto, lo que ocurre con los discos duros es igual a lo que ocurre con nuestras propias vidas. Siempre hacemos el firme propósito de no meter, y con perdón, más mierda en ellas, y en el disco duro del ordenador, y al final, siempre encontramos de todo, y no nos damos cuenta hasta que es otra persona la que enreda entre lo nuestro, y saca cosas que en realidad nos hacen enrojecer, o más bien cambiar de tamaño, e intentar desaparecer, por de pronto, de los ojos del que, con permiso o sin él, ha entrado en nuestro disco duro de los recuerdos.
Además,  y ya para terminar, en el caso de que sufriéramos de amnesia, no es el caso de los demás,  y es tan importante recordar , como ser recordado. Por eso este vecino no entiende a todos aquellos  que en un momento, o en muchos, han defraudado a los que les rodeaban, porque podrán resetear su disco duro, pero hay muchos más discos duros, que no podrán tocar, y esos siempre serán testigos de su comportamiento, y si se vistieran como se tiene que vestir un hombre, o una mujer, no vivirían tranquilos;  pero éso también tendrá que ver con el tipo de software que utilicen. Y muchos de ellos no es que pirateen su vida, sino que ellos mismos son unos auténticos piratas, piratas de software dulce.

*FOTO: DE LA RED