Hoy me estaba bañando en la Playa de los locos, tal cual,
y no es una licencia, digamos que poética, o cabrona, para describirme, sino
que esta playa se llama así, y no voy a dar más pistas, ya que yo tampoco
quiero que me pillen sin mis mejores galas, y los paparazzi, o los becarios
eternos a periodistas (por aquello de ese invento al que se ha dado en llamar “crisis”,
y que ya va a durar eternamente) están en todas partes.
Tras unos diez minutos de oasis mental total, todo se ha
desvanecido con los gritos de dos mujeres de cierta edad, que sólo, al parecer,
han encontrado en los chillidos el único recurso para hacer saber a toda la playa de
que el agua estaba muy fría, pero que, aún así, costara lo que costara, ellas
ya habían tomado la valiente decisión de bañarse.
He sonreído ante la idea de que esos chillidos les podían
servir, ante futuras tropelías, para demostrar, a modo de coartada, de que
ellas no habían podido ser, porque a “esa” hora, se estaban bañando…
Y no sé por qué o, en realidad, sí sé, mi mente me ha traído
el recuerdo de Miguel Bosé, y sus recientes, y sorprendentes, al menos para
este vecino del mundo, declaraciones sobre lo mucho que hemos perdido, con Rajoy como Presidente, en muy
poco tiempo los españoles.
No, no es que no esté de acuerdo con él, sino que en
realidad me ha sorprendido que una persona que lleva un tiempo en Panamá, como
lugar de residencia (y no hay que olvidar que Bosé siempre ha tenido pasaporte,
también, panameño, por haber nacido allí) se meta en un fregado de hablar de
nuestra situación actual.
Hablar de Venezuela, como lo ha hecho también, me
parece mucho más comprensible por tener la importancia que él tiene en la América
Latina, pero es que el Miguel Bosé que siempre hemos conocido, durante muchos
años, era aquel que guardaba muy bien su vida privada, y solo llamaba a los
medios, o digamos que ambos se acercaban mutuamente, en momentos en que le
interesaba por su trabajo.
Entonces, éste es el momento, y de ahí la relación con “la coartada” de que hablaba al comienzo,
y si Rajoy y su política solo es una excusa para recordarnos que Miguel Bosé
está en gira y los lugares en los que va a actuar… en otra versión mucho más moderna y sofisticada de "he venido aquí a hablar de mi libro" que hubiera dicho el mismísimo Umbral.
¿Que por qué no creo en su honestidad? Porque también ha
dicho otras veces, que él no se ha retocado quirúrgicamente, y que,
naturalmente, estaría en su derecho de hacerlo, y que todo se debe a los
cambios en su dieta y en su manera de cuidarse.
Pero, mira, Miguel, tenemos la misma edad, y mientras a ti
se te está poniendo un aspecto, cada vez más oriental, especialmente en los
ojos, y en estos momentos te ha dado por decir verdades como puño, pero por
ahora al menos, en momentos de gira artística, a mí me están saliendo muchas
arrugas, de esas que se dicen de expresión, y en lugar de rasgos orientales, cada vez soy mucho más
cabroncete, escriba o no escriba en mi blog, y si no me fío de mí, mucho menos
de los demás.
Es lo que pasa cuando al público, en general, se le "torea" una y otra vez, y es que, al final, como el toro, también aprendemos; eso sí los cuernos ya no nos lo quita nadie.
*FOTO: DE LA RED