Hoy, y casi por casualidad,
porque uno no está a la última en cuanto a Fórmula 1, este vecino del mundo
se ha enterado de que el principal patrocinador de McLaren, Tag Heuer, ha abandonado este proyecto.
Al enterarme de que el
equipo de Fernando Alonso está teniendo problemas con la publicidad que
tenían contratada, ya que, al parecer, sus patrocinadores están huyendo al grito de “voy a por tabaco, y eso que no fumo...”, aunque esto lo diga cada uno de ellos en su idioma correspondiente, me he acordado de ese proverbio chino “Aprendemos poco de la victoria
pero mucho de la derrota”.
Si ese proverbio es verdad,
pronto nos enteraremos de que esta temporada el Señor Alonso ha terminado
Ingeniería (todas), Arquitectura, y Bellas Artes, porque solo le falta que le
den el segundo puesto en la categoría de “Derrotas” para que ésta aún sea más
evidente.
Últimamente al corredor asturiano se le ha visto más solo que al
personaje de Gary Cooper en “Sólo ante el peligro”, el que por
cierto, como la mayoría de las veces Fernando Alonso, también tenía “el
problema” a mediodía.
No, nos engañemos, el Señor
Fernando Alonso nunca se ha caracterizado por ser la alegría de la huerta, ni
le pagan para ello; pero lo que tiene que estar sintiendo ahora debe de ser
como para cortarse las venas. Por eso, y porque hay que estar a las duras y a
las maduras, este vecino del mundo desearía darle una palmadita en la espalda y
decirle, y nunca mejor dicho en su profesión, que seguro que está atravesando un
pequeño “bache”, y que remontará bajando los humos a muchos que ya deben de
tener la cerilla preparada para acabar con esa leña del árbol aparentemente caído.
Lo bueno que uno tiene, esperemos,
cuando ha tocado fondo, es que puede aprovecharlo para coger impulso, y
regresar el año que viene con más ímpetu.
Ahora tendrá menos gente
junto a él, otra consecuencia de los malos tiempos, pero seguro que con ellos
podrá contar siempre.
La derrota actúa, y esto lo
dice este vecino del mundo de su propia cosecha, como una especie de batea, separando el barro, que
es totalmente prescindible, del oro, que bien puede estar representado por una
amistad duradera.
¡Suerte, Fernando! Te lo
mereces por habernos hecho felices en múltiples ocasiones. Nosotros no te
abandonamos.
*FOTO: DE LA RED