Ayer mismo por la noche me enteré de que catorce
italianos intentaron irse sin pagar de un restaurante en Pamplona, lo que vulgarmente se denominaría "hacer un sinpa" en plenos
sanfermines, mediante el tweet que pusieron desde la Policial Foral.
Por cierto, no sé hasta que punto es necesario dar esa información, aunque seguro que están en su derecho a hacerlo, a no ser que sea, llámenme mal pensado, para apuntarse un tanto.
Por cierto, no sé hasta que punto es necesario dar esa información, aunque seguro que están en su derecho a hacerlo, a no ser que sea, llámenme mal pensado, para apuntarse un tanto.
Hoy, muchos medios de comunicación se hacen eco de la
noticia, y del detalle de que se añadió, por lo que tengo entendido por
mediación también de la Policía Foral, a la cuenta un diez por ciento como
propina (que, dicho sea de paso, está muy bien, como escarmiento).
Lo primero que me viene a la mente, utilizando el sentido
del humor, es el paralelismo entre aquel chiste de "cien mil chinos
jugando a fútbol en una cabina telefónica y al encajar un gol, su portero se
queja de que le han dejado solo" y que catorce italianos, también, es muy
difícil por mucho "sanfermines" que sea, que no den el cante, porque
en hablar alto y en jurar cuando menos nos empatan, pero en lo que realmente
nos ganan es en hacerse ver, especialmente si tienen público femenino
alrededor.
Por otra parte, que pillen a catorce, y todos de la misma
nacionalidad, es, en realidad, como mandar una postal a su país, gobierno
incluido, para que vean la imagen que están publicitando de Italia y ¿de un tipo de turismo? en la Pamplona que hace mucho tiempo ya fue de
Hemingway.
Sin embargo, y quizás es la razón que me ha movido a
escribir ésto, es que mucha gente, en especial en Twitter, al comentar esta
noticia, se pone del lado de los escapistas, o mejor dicho de los aprendices a
escapistas, porque el menú les parece muy caro.
Seamos serios, y con un poco, solo un poco, de experiencia de cómo va la vida, 40 euros por cabeza en un menú por la noche, y en plenos sanfermines (importante dato a tener en cuenta), no es nada caro, desde mi punto de vista (hay que tener en cuenta, también, que este vecino del mundo vive en Donosti, y su punto de vista pueda estar un poco distorsionado por los usos y costumbres del lugar), y no soy de los que derrocha el dinero, entre otras cosas porque no lo tengo. Pero aunque el motivo sea que el menú era caro, tampoco es razón para correr más que en los encierros, a no ser que desde el principio vayas a hacerlo.
Seamos serios, y con un poco, solo un poco, de experiencia de cómo va la vida, 40 euros por cabeza en un menú por la noche, y en plenos sanfermines (importante dato a tener en cuenta), no es nada caro, desde mi punto de vista (hay que tener en cuenta, también, que este vecino del mundo vive en Donosti, y su punto de vista pueda estar un poco distorsionado por los usos y costumbres del lugar), y no soy de los que derrocha el dinero, entre otras cosas porque no lo tengo. Pero aunque el motivo sea que el menú era caro, tampoco es razón para correr más que en los encierros, a no ser que desde el principio vayas a hacerlo.
Es posible que la mayoría de los discrepantes en Twitter sean
esos mismos que al morir un torero de una cornada, siempre se ponen a favor de
los toros. Y es que en este caso lo entendería, porque aquí también estamos
hablando de cabestros, o de ese turismo que se supone nos va a sacar de pobres.
Aunque ignoro si es labor de la Policía Foral, me
gustaría saber si ya que estuvieron en el restaurante, y llámenme
"cabroncete", antes de mandar el tweet, que a este vecino del mundo
le sigue pareciendo una manera de hacerse "un selfie de
autocomplacencia", comprobaron que todos los contratos de los trabajadores
del local, estaban en regla y de acuerdo a la legislación vigente. Ya puestos,
y como el Arga pasa por Pamplona...
*FOTO: DE LA RED