Mostrando entradas con la etiqueta novela negra. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta novela negra. Mostrar todas las entradas

lunes, 6 de abril de 2015

¿UN MAL COMIENZO DEPARA ALGO MEJOR?




Despertarse por la mañana y tener al fondo a un grupo de colaboradores radiofónicos hablando realísta y, naturalmente, pesimistamente sobre la economía española, no es la mejor manera de despertarse. Pero, como se dice normalmente, hay lo que hay. Y lo que hay verdaderamente es poco.

Vas por la calle con ganas de pulsar la opinión de la gente, y el baremo general es el de puntos suspensivos. Más que hablar sugerimos con el silencio. En momentos en el que se nos llena la boca de democracia, juraría que la gente tiene miedo. No al futuro, que eso por supuesto. En la mente en general se ha instalado el todavía viene algo peor. Pero, en el ambiente se huele a miedo, a resistencia pasiva, a virgencita que me quede como estoy. No hay más que ver que en un país acostumbrado "al yo pago esta ronda" está triunfando el pintxo pote.

En las fachadas de las casas no hay mas que pisos en venta.  En tu correo electrónico, y porque es gratis el tenerlo, recibes chollos de todo tipo, pero si no hay gasolina en forma de dinero, el motor de la economía no puede funcionar. 

Y vas rezando por las esquinas a la misma virgencita de que te quedes como estás, para que no se te estropee nada de la casa porque el dinero que te queda ya está más que repartido. Tu cartera está mas tensa que la piel de esa colaboradora, de derechas naturalmente, que de tanto estirarse la piel se le ha quedado cara de interrogación, mientras afirmaba como una autentica contradicción, entre lo que su rostro expresaba, y lo que decía ayer por televisión, que se notaba otro sentimiento en la calle. Será en la urbanización donde ella vive, porque por de pronto mi calle no habla, como toda calle que se precie, pero si lo hiciera se quejaría como esos propietarios que tienen tiendas allí, y que no saben si llegarán a abrir el mes que viene.


Me da que mañana voy a optar por despertarme sin opiniones radiofónicas al fondo, porque me deprimo, más todavía. Y cada día me resulta más difícil reírme de mi mismo.  

Me parece que me voy a enclaustrar en esa novela negra que acabo de comenzar, y en la que los malos son malos a secas, y los buenos, valientes y aguerridos. No existen ni grises ni puntos intermedios. Y no hay problema que no se pueda arreglar con un buen bourbon y acompañado de una rubia despampanante. ¿Interesada ella? ¡Claro está! como yo.

*FOTO: DE LA RED

miércoles, 2 de julio de 2014

EL MAPA HUMANO Y LO PROHIBIDO

A medida que uno va cumpliendo sus años, va teniendo “sus cosas”. Y últimamente a este vecino le ha dado por sentirse “incomodo” mientras lee. ¡Ojo!  En ningún momento este vecino quiere decir que le incomoda la literatura en cualquiera de sus vertientes, sino el mero hecho de leer con lentitud...
Lo que ocurre es que a este vecino le encanta la novela negra, por cuanto tiene de desentrañar un jeroglífico, pero es más bien de pensamiento disperso y tarda bastante en concentrarse en su lectura. Y últimamente le ha dado en pensar que cada vez que para de leer un libro, deja a los personajes protagonistas “parados a su vez en sus pesquisas”. Y eso es malo para la reputación del protagonista de turno, por lo que cada día que no lee es una especie de carga de culpa que se echa a sus espaldas. Y ha llegado un momento en que se ha sentido tan culpable que no es solo que haya retomado sus lecturas, sino que quiere que los protagonistas de sus últimas novelas vayan resolviendo sus casos a marchas forzadas para que no sufran en su reputación.
Este vecino está hablando ahora en plural porque está leyendo las aventuras y desventuras del sargento de la benemérita Bevilacqua y la cabo Chamorro, hijos de la imaginación de Lorenzo Silva. En estos momentos están enzarzados en la aventura de “La reina sin espejo”.
A este vecino del mundo le encanta la novela negra sueca, pero llega un momento en que tanto frío, tanta humedad, y unos personajes tan fríos y secos al mismo tiempo, piden a gritos un descanso en forma de personajes españoles en un entorno conocido, y con los vicios y virtudes que muy bien pudieran estar encarnados en tu vecino del quinto. Un mesón castellano, o catalán en estas aventuras, es más fácil de imaginar que un garito sueco. Y una tortilla de patatas siempre es más apetecible, para nosotros, que un buen plato de köttbullar.
El miedo que le amenaza ahora a este vecino es el pensar que quizás Alonso Quijano empezó así con las novelas de caballería, y acabó como… Don Quijote de la Mancha, y que quizás él pueda acabar como defensor de causas, más que perdidas cuando menos dudosas. Este vecino, de todas las maneras, tampoco se ve con tricornio, si acaso con una gabardina usada al estilo Colombo, y ya que no puede llevar el pelo despeinado por culpa de su alopecia, sí al menos con barba de cinco días, visitando garitos de luces variopintas en busca de alguna pista.
Por ahora hay que tomar notas del saber de Bevilacqua y la manera de abordar el mapa humano, que sin duda ayudará a solventar cualquier caso por extraño que de antemano parezca. Porque con el tiempo te vas dando cuenta de que la vida es la mejor de las novelas, aunque la mayoría de las veces la identidad “del malo” sea más que dudosa.

*FOTO: DE LA RED