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miércoles, 28 de octubre de 2015

EL DÍA DE PENSAR MAL


Hoy llevo todo el día con la sensación de “piensa mal y acertarás”.

Leo en algún periódico que ayer, para buscar, a primera hora de la mañana, en las pertenencias de los Pujol, se utilizaron doscientos policías. Ni en las mejores superproducciones de Hollywood se ha visto tanto movimiento de polis. Y más teniendo en cuenta que después de tanto tiempo ya no se espera encontrar más que el eco de lo que pudo haber, si alguna vez hubo. Quizás, además, habrá más de uno que pensará, que ya que no se pueden hacer nuevas inauguraciones por la cercanía de los próximos comicios, "movimientos" similares siempre pueden ser publicidad, buena o mala dá lo mismo, para un Gobierno a falta de buena prensa.

Este vecino del mundo ignora técnicas y tácticas policiales, pero doscientos policías juntos se le antojan más problemáticos que otra cosa. Doscientos policías con dos cientos pares de guantes, porque de lo contrario pueden aparecer todo tipo de huellas, hasta de dinosaurios; incluso "los malos", si los hubiera, se pueden deslizar entre doscientos hombres.

Más tarde me he enterado de que esos hombres eran para catorce registros diferentes, lo que representa más de un equipo de fútbol  por cada registro, o lo que viene a ser que para el operativo de los Pujol, casi se ha montado una liga por un día.

Semejante exageración, al menos a mi entender, me ha retrotraído a hace unos treinta años, cuando un compañero de estudios nos anunció que habían inaugurado una discoteca en el pueblo, que era lo último de lo último en tecnología, y con respecto a la iluminación, sabía de buena tinta que se habían usado más de doscientas mil bombillas. Al final, y para nuestra salud mental, llegamos a la conclusión de que doscientas mil debían de ser muchas bombillas, tantas que incluso veíamos como inviable que quedara sitio para sentarse en el citado recinto, por miedo a hacerlo encima de alguna de las bombillas.

También me he enterado, y sigo afianzándome en el “piensa mal y acertarás”, junto con la noticia de los doscientos policías, que ahora se ha sabido que según la Organización Mundial de la Salud (O.M.S.) que la carne procesada (salchichas, hamburguesas, chorizo) puede originar cáncer, especialmente el de colón.

Todo aquel que esté ya entradito en años recordará los diferentes cambios que ha habido en lo que se supone son buenos hábitos de comida. Antes era bueno el pescado azul, después el blanco. También fue muy bueno el aceite de girasol, luego el aceite de oliva, y la dieta mediterránea.

Más de una vez este vecino del mundo ha pensado, que todo ésto puede ser una manera de hacernos cambiar de hábitos según convenga en cada momento, por carencia o exceso de producto en un momento determinado. 

Y ahora, ya sé que este vecino sigue pensando mal, y le gustaría, de verdad, no acertar , pero ahora en que los consumos, y por razones obvias han bajado, y el que más y el que menos, utiliza más que marcas blancas, marcas sin pedigrí, ahora en cierta manera vendría bien que comamos comida más cara, porque todo lo que están diciendo que produce cáncer son alimentos, ¡qué curioso!, más baratos.

De todas maneras, a aquel que se extrañe de que haya hablado de dos temas tan dispares como los Pujol, y comida cancerígena, decirle que de dispares no tanto, porque ambos temas pueden tener un nexo de unión muy claro: el chorizo, que en un caso puede producir cáncer, y en el otro, presuntamente, un agujero, y no precisamente en el estómago. Aunque a más de uno, también le haya podido entrar un cólico.


Lo dicho, piensa mal y acertarás.

*FOTO: DE LA RED


domingo, 4 de octubre de 2015

HOY, ME VAS A DAR LA RAZÓN. ¿QUÉ TE APUESTAS?


A medida que uno va cumpliendo años, va aprendiendo de la vida, y una de las cosas que poco a poco va viendo nítidamente es que no somos una isla, y que parte de lo que somos lo han construido los demás, y aunque poco a poco nos vayamos sintiendo libres de opinar y de decidir, gran parte de nuestra conducta es aprendida, en un primer momento de nuestra familia, de nuestros amigos, y poco a poco de todo tipo de información, mucha de ella interesada que nos va rodeando.

Vamos hacer un experimento. La mayoría de nosotros cuando nos hacemos un zumo de esos naturales, especialmente los de naranja y limón, nos aceleramos para hacerlo y tomarlo cuanto antes para que…NO SE PIERDAN LAS VITAMINAS.
Con el tiempo, y últimamente en especial, nos van diciendo que eso no es exacto, que no es así.

Ahora el aceite de oliva es una especie de elixir que todo lo cura, o al menos actúa para que duremos más sin enfermar. Hace muchos años era muy bueno también el aceite de girasol. Y según épocas ha sido el denominado pescado blanco una gran fuente de salud, y otras también el pescado azul.

Como este vecino del mundo ya ha vivido unas cuantas décadas, no precisamente prodigiosas la mayoría de ellas, se ha hecho malpensado, y no es que crea, sino que está convencido de que muchas cosas que se dice son beneficiosas en un momento dado, es porque hay mucho de ellas, o económicamente conviene venderlas porque hay un excedente.

En los años sesenta y setenta del siglo pasado, se nos lanzaban mensajes de muchos medios de comunicación en forma de publicidad, que tanto fumar como beber eran cosa de hombres. Ahora, con el tiempo, se ha llegado a la conclusión de que beber y fumar con frecuencia pueden ser, cuando menos, malo para la salud, y en muchos sitios ya fumar está prohibido y solo pueden beber alcohol los mayores.

Sin embargo, y ahora viene la madre del cordero, desde un tiempo a esta parte, desde el momento en que se aprobaron las agencias de apuestas, su publicidad se va colando por todas partes. No hay programa deportivo, ya tanto en radio como en televisión, que no mezcle el deporte con la “necesidad” de apostar, mediante el “truco” de ir haciéndolo cotidiano.

Un buen día, dentro de unos años, alguien importante, porque le habrán presentado unas cifras negativas, levantará las manos en señal de asombro y se descubrirá que las apuestas pueden tener una gran relación con la ludopatía.

En la mayoría de los programas de deportes, los fines de semana especialmente suele ser horroroso,  los mismos locutores dicen que para el próximo partido van a apostar, solo falta decir, remedando años lejanos, de que apostar es cosa de hombre. Ahora, sin embargo,  como somos muy, pero que muy modernos, se dirá previo mandato de alguien, siempre en la sombra, y del que solo se verá la mano a la hora de recolectar los billetes, de que una apuesta la puede hacer tanto un hombre como una mujer demostrando la famosa paridad de sexo. Y aunque normalmente, paridad, suele tener el sentido de “igualdad”, también, y llegados a este momento, se puede utilizar como parida que nos están endiñando para sacarnos los cuartos, y ponernos poco a poco, y sin enterarnos, que es lo peor, a los pies de algo que primero se convierte en vicio, y luego en una enfermedad, que arrastrarás para toda la vida, como el alcoholismo, y que en este caso, se llama ludopatía.


No hay peor ciego que aquel que no quiere ver, y por ahora al menos, como va cantidades ingentes de dinero a las arcas del estado, el gobierno, y los políticos de turno, tardarán muchísimo en darse cuenta de esta cuestión. Quizás eso sólo ocurrirá, cuando alguien de su familia tenga el problema, o cuando mucha gente ludópata lleve a juicio a las agencias de apuestas (como ocurrió en su día con los fabricantes de tabaco), y a aquellos que se encargaron de ir introduciendo ese negocio.  Y sino, al tiempo. ¿Qué os apostáis?

*FOTO: DE LA RED


viernes, 30 de mayo de 2014

VERDADES VERDADERAS

La sociedad en general suele estar sometida, aunque no se dé cuenta a las denominadas “verdades como templos”, que no pueden ser discutidas; del tipo de “la mejor dieta es la mediterránea”, o “el mejor aceite es el de oliva”. Nunca se sabe quién dicta la verdad verdadera pero todo el mundo la tiene que seguir si quiere sentirse bien y dar menos gastos al sistema sanitario, que ese sí que no debe de seguir la dieta mediterránea porque de salud no anda muy bien…
El problema con el tiempo es que lo que ayer era blanco, hoy es negro, porque hemos oído de todo, que bueno es el pescado blanco, que bueno es el pescado azul, que hay que ducharse con agua y jabón todos los días, que no hay que pasarse con los jabones porque con el tiempo la piel se puede quedar sin defensas.
Esta mañana el vecino que les escribe, casi se carga el teclado del ordenador, al caérsele encima el café con leche, que tampoco es muy recomendable, dicho sea de paso, por muchas verdades verdaderas. Y es que no es que le haya temblado el pulso, es que ha sufrido un terremoto de 6.1 escala Richter en su juicio, al explotar en mil pedazos una de sus verdades verdaderas: la ropa hay que lavarla con gran asiduidad, por aquello de los gérmenes y olores que todo lo habitan. 
Chip Bergh, presidente ejecutivo de la marca de tejanos Levi´s ha “confesado” que sus vaqueros favoritos tienen más o menos un año y todavía no han visto la lavadora. Y hay otros “sabios” que ahora dicen que los vaqueros solo, solo, hay que meterlos una vez al mes en el congelador, y con eso ya es suficiente. Y es que ahora "se supone" que el tejido “denim” de los vaqueros es como el buen vino, que mejora con los años. El problema es que otros sabios dicen que en lugar de en el congelador, lo bueno para los vaqueros es pasarlos por el microondas. Y por un momento este vecino ya se estaba imaginando a Carlos Arguiñano explicándonos una receta para cuatro comensales de vaqueros en salsa verde.
Quizás la clave esté en que las declaraciones del mencionado presidente ejecutivo se dieron en el foro sobre sostenibilidad Brainstorm Green, y claro en ese ámbito hay que vender concienciación ecológica, mientras que antiguamente se vendía gasto de agua y jabón.
Este vecino inmediatamente se ha acordado de las sabias palabras del filósofo Marx, Groucho Marx: “Estos son mis principios; si no le gustan, tengo otros”.
¡Ver para creer!

*FOTO: DE LA RED