No
hay nada más extraño que una incoherencia, no hay nada más extraño
que un día de lluvia en Torrevieja en pleno mes de agosto. Te
sientes que has perdido el norte y a partir de la incoherencia a
improvisar un nuevo día.
Así
mismo me sentí ayer, porque en realidad estoy bastante desconectado
de las noticias que llegan de Donosti, cuando me enteré de lo que
habían hecho unos cuantos vándalos, porque no tienen otro nombre,
causando algunos desperfectos durante el partido Athletic de Bilbao y
Osasuna este fin de semana pasado.
Más
que los desperfectos en los asientos y paredes del estadio, que se
les había prestado para la ocasión, lo que más ha dolido a este
vecino del mundo, es el hecho de que algunos
leones negros, que
como las ovejas, hay en todas las familias, miccionaran en la estatua
que como homenaje a Alberto Ormaetxea, está antes de entrar al
estadio. Y es que si el equipo vizcaíno tiene sus santos,
nosotros
tenemos los nuestros.
Vaya
por delante, e incluso por detrás, que este vecino del mundo, si por
algo se caracteriza es por su templanza, demostrada en esta atalaya
en más de una ocasión, ver lo comentado en
http://patxipe.blogspot.com.es/2012/05/begona-y-coro-son-hermanas.html,
para que sirva de ejemplo de su manera de pensar.
Este
vecino está triste, y no es por la lluvia de hoy, sino porque el
Presidente del Athletic, del que no voy a decir su nombre, porque si
es importante es por su cargo, no por él mismo, ha sido incapaz de
llamar a su homólogo guipuzcoano, para interesarse por los hechos, y
pedir disculpas porque unos cuantos se desmadraron, e intentar ayudar
en lo que se pueda.
Todo
el mundo, en un momento dado, necesita pedir perejil al vecino de al
lado, y es conveniente llevarse bien para la convivencia diaria de
ambos clubes, y lo triste es que como en aquel dicho popular, quien
calla otorga,
y por ahora el presidente vizcaíno está tan callado que parezca que
el
domador tenga miedo de los leones negros, y no se da cuenta que él representa a una institución
a la que está dejando en un mal lugar, porque no se puede hacer
responsable de todos sus hijos, pero sí al menos dar la cara, que
seguro que no se la iban a romper, y es que cualquier cargo es para
los buenos y los malos momentos, y eso parece que al presi vizcaino,
porque está perdiendo imagen por momentos, se le ha olvidado.
*FOTO: DE LA RED