Hay imágenes que no se sabe
por qué te pueden llenar de inquietud.
No hace falta ver a una persona con la
cara marcada, y vestido de negro, para deducir que va a ser el malo de la
película. La vida no es así, ni los ángeles van de un blanco inmaculado, ni el
demonio lleva un tridente.
La imagen de hoy, un Mariano Rajoy, como se diría
antiguamente, de punta en blanco y al mando junto al conductor de la máquina
del AVE que une Valladolid y León, más que inquietarme me ha llenado de
estupefacción por lo que puede tener de metafórico. Un tren de alta velocidad,
en teoría rumbo a León y en la práctica una clara huida hacia adelante.
Más tarde este vecino se ha
enterado de que a excepción de China, España es el mejor comunicado, en cuestión
de kilómetros, por la denominada alta velocidad.
Sinceramente ver a Don
Mariano Rajoy con esa "plasmática" cara ha dejado a este vecino del mundo más que
pasmado, plasmado. Y me he imaginado a todos los parados de cada autonomía moviéndose
de un lado a otro según conveniencia para que los estudios al respecto no “delaten”
la cantidad de parados que hay, y así capear las cifras a conveniencia.
Cuando se hacen los estudios, por ejemplo, en Andalucía, pues se mueve los parados, en AVE naturalmente, a Castilla, a
cualquiera de ellas, y sanseacabó.
Es una manera de inventar la
movilidad en los parados, que para improvisar ideas siempre seremos los
primeros.
Otra cosa ya es que tanta línea
de AVE sea rentable y sirva para transacciones económicas y realizar todo tipo de negocios. Pero en un país que
inventó el aeropuerto para las personas, todo es posible, hasta que en momentos
puntuales pueda haber más unidades de AVE que clientes en potencia. Pero, no se
puede tener todo, y menos el ciudadano de a pie.
Faltan, se supone, tres meses
para las elecciones a la Presidencia del Gobierno, y los kilómetros de
fotografías de inauguraciones varias no ha hecho más que empezar. Cualquier día
nos vamos a encontrar a un aspirante, del pelaje que sea, a la Presidencia, en
las páginas centrales de Interviú, luciendo epidermis, lo cual será más
probable, mucho más probable, que
mostrar su cuenta corriente antes de entrar al gobierno y al dejarlo, porque de dimitir ni nos lo plantemos.
Hemos llegado a un momento
en esta España de tantos contrastes que, al parecer, si no tienes un AVE no
eres nada, y si lo tienes significa que lo dedicado a ello no se ha puesto, por
ejemplo, para Sanidad.
Tengo un amigo que siempre
repite eso de que con una boina, no se
pueden tapar dos cabezas a la vez. El problema es que con tanta boina, gorra, parpusa o barretina, perdamos hasta la cabeza en el esfuerzo.
Quizás la próxima vez, y ya
para terminar, que aparezcan, como hoy, imágenes de Don Mariano Rajoy, al mando
de un tren de alta velocidad, deberían de ser acompañadas de La
Marcha Imperial de La Guerra de las Galaxias, también conocida como El Tema de
Darth Vader. Lo que sería el claro equivalente, en Psicosis,
a esa colección de rechinantes notas inconexas que ya por siempre sustituirán
al ruido mismo del agua al caer durante el asesinato en la ducha.
Sinceramente, que la fuerza nunca acompañe a Don Mariano Vader, que la fuerza se quede con nosotros, porque seguro que en un próximo futuro nos va a hacer mucha falta.
*FOTO: DE LA RED