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miércoles, 5 de septiembre de 2018

HOY TE HA TOCADO, QUERIDA AMAIA



Esta noche me he desvelado  sobre las cuatro de la madrugada, y en lugar de contar ovejas y que empezaran a balar y me despertaran otra vez prácticamente antes de volver a dormirme, he preferido entrar a Twitter. Y ha sido peor que si mil ovejas se hubieran puesto a balar un reguetón.

He visto que Amaia Montero era Trending Topic, aunque deberíamos acostumbrarnos a decir "Tendencia", y he sentido miedo de lo que le hubiera podido pasar. 

Todo ha debido de comenzar  a raíz de dos tweets que ha puesto ella (“The game is over” y “Empezando a despedirme y empezando por el principio”), y se ha comenzado a especular sobre el posible retiro de la cantante irundarra.

Vaya por delante que este vecino no ha sido un gran seguidor de la Señorita Montero durante su época en solitario, pero sí durante su pertenencia a La Oreja de Van GoghNo por nada especial, lo de oírle muy poco en solitario, sino que son diferentes etapas como oyente o escuchante también. Y en esa segunda época me tocó más buscarme la vida tras perder mi trabajo, que ir tras la pista de la canción perfecta.

En Twitter, y hoy lo he comprobado una vez más, no hay término medio. O te arrojan “insulto-excrementos” o son seguidores tuyos que hagas lo que hagas lo perdonan todo. Por supuesto que de elegir, prefiero a estos últimos, ya que la perfección, más que no existir, es totalmente subjetiva.

Como hubiera dicho mi antiguo profesor de latín, a Amaia Montero le han puesto hoy como chupa de dómine. Es curioso. Si un artista, hombre, bebe o utiliza sustancias digamos que “complicadas”, como en su momento pudiera haber ocurrido con un Joaquín Sabina, es un bohemio, o un vividor en el mejor sentido de la palabra. En cambio, en una mujer, artista también, se utiliza para desacreditarla dando a entender en muchos casos que como no es la mujer perfecta, está claro que para ellos no, de ahí puede venir un comportamiento frustrante.

Últimamente Amaia Montero desde ciertos ambientes de redes sociales, si así se pudiera decir, ha sido asediada y maltratada. Algunos mensajes que intentaban defenderla empleaban expresiones como víctima de “bullying”. Para este vecino del mundo es más claro un ciberacoso. Lo de esta noche ha sido hiriente, maltrato en toda regla, del que alguien debería de hacerse cargo.

Está claro que en un artista, siempre hay una parte delicada que le hace sentir hasta sufrir una especie de catarsis que llega a transformarse en algo, en Amaia por supuesto que en una canción. Y tras esa fachada de una Amaia Montero luchadora, con las cosas muy claras, seguro que también se esconden arenas movedizas a las que muchos hoy han querido confinarla.

Este vecino no es nadie para dar consejos, pero al entender que una persona, Amaia en este caso, pueda estar sufriendo, yo le recomendaría que dejara, cuando menos, de fijarse en la opinión tanto de sus seguidores como de sus detractores. Tiene que seguir viendo, surcando, y saboreando su vida de la manera que lo hacía, y razón por la que muchos se fijaron en ella, tanto para bien como para mal.

Hay una máxima tan simple, y al parecer tan complicada de llevar a cabo, como “Vivir y dejar vivir”. Y hay muchos que su vida solo les da para ocupar una ventana de cualquier forma metafórica y agredir al que más se mueve, y hoy te ha tocado, querida Amaia. 

Viéndolo de la manera más positiva, si puede haber maneras positivas en un ciberacoso, seguro que te da para una canción, y si nos dejas durante un tiempo, esa canción te hará volver, porque un compositor, una compositora, no deja de ser una creadora de mundos, y no nos puedes dejar así, en el nuestro, al parecer tan triste e injusto…

*FOTO: DE LA RED


martes, 13 de febrero de 2018

MIRANDO HACIA ATRÁS SIN IRA



Quizás sea porque uno que ya está vacunado por la experiencia de la vida, y solo tiene miedo así mismo porque lo demás, salvo excepciones, ya se ve venir, tras levantarme y aterrizar leyendo las principales noticias de ese día, o en realidad del día anterior, y dando una vuelta por Twitter, para no decir en plural eso de “redes sociales”, me doy cuenta al verlo como “Hashtag”, tendencia o etiqueta del día, de que es “Martes y trece.

Por un momento, y no va con coña, he creído que era 31 de Diciembre de hace muchos años, y que está noche íbamos a tener el show de la pareja de cómicos que nos visitaban todos los años en esa misma fecha. Pero, claro, inmediatamente me he dado cuenta de que entonces no había internet, ni mucho menos Twitter.

De todas maneras, me pregunto si hace falta avisar para estar alerta hoy por ejemplo, cuando cada día nos levantamos como si fuera, no el comienzo que suele ser más tranquilito, sino el final de una película de acción en su punto más movidito.

En nuestros días, y convendréis conmigo, no hay jornada que en algún aspecto alguien nos robe la cartera. Ya comenzando, quizás, con esa llamada al telefonillo del portal, que cuando te pones, resulta que es el cartero para dejar algo a … tu vecino. Hay 114 familias en un portal con tres escaleras, y no hay día que no te toque a ti, que tienes tu casa en un cuarto, y que prácticamente, salvo tu familia, esperemos que sea para bien, y Montoro, nadie sabe que vives, o en el peor de los casos, que sobrevives allí.

Y alguien, mucha gente si es “tendencia”, parece preocuparse de lo que pueda pasar un Martes 13. 

Existen muchísimas posibilidades de que tal como estamos en un país donde la actualidad diaria es más sorprendente que una película mezcla de Buñuel, Berlanga y Almodóvar, y donde el que gobierna solo espera que pasen los días sin el menor de los problemas, es perfectamente posible que ese día sea mejor que los anteriores. Quizás, porque llamen a tu puerta y alguien te abrace, creyendo tal vez que está un piso más arriba o más abajo, pero te abraza, y además no te quiere ni robar la cartera ni pegarte una enfermedad venérea. ¡Has tenido suerte, y disfrútalo!

Tras estos momentos de posible euforia, me ha dado por verme, en un improbable flash-back, en los comienzos de los sesenta, todavía muy niño, y en la orilla de la playa. Sobre la arena está escrito en letras grandes y húmedas, "13 de Febrero". Al mirar al mar, alguien ha escrito de alguna manera en letras tan blancas como la espuma de las olas, “14 de Febrero, San Valentín”. Y sabiendo todo lo que mi “amatxo” me ha dicho siempre de que no me meta en el agua sin haber hecho la digestión, ante tanto contraste, tengo el presentimiento de que me pueda pasar algo al cambiar de días con significados tan diferentes. Y … corro hacia la seguridad de mi toalla.

Hay algunos días que ante tanto sinsentido, uno huye hacia unos recuerdos metamorfoseados de una niñez en la que sí fue feliz.

*FOTO: DE LA RED


martes, 16 de enero de 2018

DOÑA CELIA , Y UN PUEBLO LLAMADO TWITTER...


Siempre se ha dicho eso de que “no hay nada nuevo bajo el sol” y, bien pensado, es así. Cambian las formas, pero la esencia es la misma, incluso con muchos “inventos” de la actualidad, que se hacen obsoletos antes de decir "ya".

Por ejemplo, lo de Twitter, tiene mucho de ponerse en la plaza de tu pueblo para localizar a tus amigos, y ver la gente pasar hasta que localizas a alguien conocido y vas tirando para ir dando con los tuyos, y sigues con ellos para dar una vuelta por el acontecer de cada día.

Y si te vas fijando, poco a poco, vas viendo hasta a los más impresentables, por muy presidente de algún gobierno a nivel mundial que se pueda ser. De vez en cuando, suelta su basura y cierra la garita desde la que lo hizo. Pero ya es tarde, ha quedado retratado. 

Y en realidad, en esta aldea global, cada vez más aldea y más global, no hace falta hablar por Twitter, sino tu hablas, por ejemplo, en una televisión y la opinión pública ya te ha trasladado a Twitter como buzón de críticas.

Hoy le ha pasado esto último a Celia Villalobos, la reina del Candy Crush. Se puede decir, le serviría como excusa, que lo dicho durante un desayuno no se debería hacer público pero, el detalle es que era en los desayunos de la primera, y claro. Celia Villalobos, antigua ministra, que lo fue, de Sanidad con José María Aznar, y actual diputada, se ha convertido en tendencia, y lo ha sido prácticamente durante todo el día en Twitter, por unas declaraciones, como ya avanzado, en “Los desayunos de TVE”. 

Hablando de las pensiones, Doña Celia, expresó sus dudas sobre el actual sistema. De acuerdo a sus palabras, y ahora viene la madre del cordero, uno de los principales problemas es que “hay ya un número importante de pensionistas que está más tiempo en pasivo, es decir cobrando la pensión, que en activo, trabajando”. Habría que recordarle que normalmente cuando formas parte del grupo de jubilados, ya nunca vas a cambiar de estado, a no ser que con el tiempo, a todos nos ocurre y nos ocurrirá, que ingreses en el ilustre grupo de los que “están criando malvas”.

Intentando, quizás, dar una de cal y otra de arena, para templar gaitas, nos recordó que eso ocurre “…porque, gracias a Dios, y eso es una gran noticia, nos morimos cada vez más viejos y cada vez mejor. Yo tengo 68 años y estoy divina de la muerte”. Aunque en fin, para este vecino del mundo en eso de que cada vez nos morimos mejor, sería para discutirlo muy largo y tendido, y claro, para eso se tiene, por lo de tendido, toda la eternidad…

Sin embargo, ya se sabe que Doña Celia Villalobos cuando saca su lengua a pasear, es para hacer grandes recorridos, por eso le ha dado tiempo a recordar, como cuerda que cuelga de una viga para todo aquel que quiera balancearse… que “tenemos la obligación de decirles a los que hoy tienen 45 años: cuidado, preocupaos del ahorro”.

Al oír esto último, personalmente a parte de acordarme de su familia, me ha venido a la mente la duda de si ellos, los diputados, en su trabajo no tienen el deber de preocuparse también del ahorro. Y recordar también, el derecho a la pensión vitalicia de los diputados (ya sé que ellos me llamaran malo, pero es que después de una o dos legislaturas que te ganes el cielo de una buena jubilación, por, en muchos casos, dar cabezadas en el hemiciclo, o jugar con el Candy Crush, no es buena tarjeta de visita para unos ciudadanos que en el mejor de los casos están diciendo eso de “virgencita que me quede como estoy”). Más de uno podrá pensar que quizás ella ya se está preocupando de su jubilación y ha querido hacer un poco de propaganda, al menos pareciera, a favor de algún amigo con compañía aseguradora propia.

Siempre se ha dicho eso de que “piensa mal y acertarás”, pero en el peor de los casos se podría decir que “piensa mal y evitarás en parte un gran cabreo y una más que probable úlcera”.

Lo dicho, y ya para terminar, hoy en la plaza de mi pueblo, llamado Twitter, me he encontrado con Celia Villalobos y, naturalmente, ha salido perdiendo, aunque el globo sonda que ella, y quizás su partido, quería lanzar, ha lucido en todo su esplendor.

*FOTO: DE LA RED