Esta mañana me he levantado y he sido testigo
de una señal, y no me refiero, naturalmente, a las de tráfico. No sé si
vosotros creéis en ese tipo de cosas, pero hoy he tenido una señal, y ha sido
clarísima.
Como todas las mañanas y todavía medio drogado por el
consumo de sueño nocturno, vicio al que seguiré “enganchado” toda la vida, he
ido directo al balcón para “entrever”, entre párpado y párpado, el tiempo que
hacía. Y en ese mismo momento ha sido, he visto la señal. El mismo autobús que
me suele llevar a tierras alicantinas todos los años, incluido el número que
identifica a esa específica unidad móvil, pasaba por delante de mi portal. Una
señal clarísima de que pronto me voy de vacaciones.
Más de uno pensará que a este vecino le falta un hervor por haber dicho lo anterior, sin embargo
cuando alguien del gobierno dijo en su momento que se habían visto brotes verdes
en la economía de este país, nadie le tomó la temperatura al
propietario de esas declaraciones, y ha quedado claro que si vio los brotes
verdes, como mínimo se confundió de campo, y éste debía de pertenecer a Francia
o a Gibraltar, como ocurre cuando se habla de peleas entre barcos de la Guardia Civil y policía
gibraltareña, que ambas partes deben de tener mapas diferentes porque no
coinciden nunca. Y ya metidos en el tema, este vecino se pregunta, ¿cuando
alguien cruza la frontera española, sin papeles, en Ceuta o en Melilla, hasta
dónde debe de ir para que la policía o guardia civil reconozca que está en
tierra española? Más que nada porque este vecino cada día está más convencido, de que en cualquier momento se va a dar la circunstancia de que alguno de éstos, conocidos como sin papeles o ilegales, va a llegar huyendo hasta la mismísima
Cibeles y le van a decir que por muy poco no está en terreno español.
Volviendo al tema de las “señales”, no sé si a alguno de
mis lectores le pasará, pero este vecino más de una vez ha pensado en alguna
persona, famoso o cercano, del que no había sabido nada desde hace mucho, y al
cabo de pocos días ha sabido algo de él. Y como alguna vez la noticia ha sido
el fallecimiento de alguien, en el caso del famoso, uno en el fondo se siente
hasta culpable, de que por el mero hecho de pensar en ese famoso parece, que le
haya puesto frente a la parca.
Está claro que si la señal se cumple en forma de
vacaciones, la comentaré, pero como se suele decir, “a toro pasado”, por
aquello de no dar pistas a los amigos de lo ajeno, y que se enteren de que mi
nido está desprotegido.
Y es que una cosa es ver “señales”,y otra darlas para que
se enteren los demás.
*FOTO: DE LA RED