Mostrando entradas con la etiqueta Gibraltar. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Gibraltar. Mostrar todas las entradas

viernes, 23 de noviembre de 2018

LA MARIPOSA Y SU EFECTO


Lo de este fin de semana que tenemos por delante, con relación a la cumbre europea sobre el Brexit, que si son churras o merinas, o que si nos ponemos de acuerdo todos los países sobre las condiciones brítanicas para, como se diría en mi barrio, darse el piro, tiene pinta de que se va a parecer al famoso parto de los montes.

La postura que tomaría este vecino del mundo es clarísima, pero avisa desde ahora que es totalmente visceral, por aquello del famoso "hasta aquí hemos llegado". 

Llevamos mucho tiempo en que lo más parecido posible a la postura con la que se nos mira en europea sería el famoso "tomarnos por el pito del sereno". Y si no, recordemos cada vez que hemos tenido, a nivel europeo, problemas con Puigdemont. los países implicados han hecho de su capa un sayo, y poco más o menos nos daban a entender que nos buscáramos la vida, que eso de echar una mano...

Este vecino del mundo está totalmente convencido de que es el momento de preguntar, este domingo, por aquello tan famoso de ¿Qué hay de lo mío?

Y si no se arregla con antelación las discrepancias con el asunto de Gibraltar, pues se vota que no al acuerdo sobre el Brexit. Y no vale eso de que la Señora May tiene problemas con los suyos, porque el estado de Pedro Sánchez a nivel “doméstico” diríamos, tampoco está para echar cohetes.


Y si hay alguna duda de la postura a tomar, deberíamos de preguntarnos qué pasaría si fueran los alemanes, por ejemplo, los que tuvieran algún problema. Se paraliza todo hasta que se quitaran el problema de encima. 

¿O es que tenemos alguna duda sobre lo que ocurriría si "los hijos del la Merkel" tuvieran alguna cuita? Se paraliza Europa hasta que la mariposa y su efecto dejaran de aletear cerca de Alemania.

No puedo dejar de pensar, y seguro que quizás no tiene nada que ver con lo que ocurre ahora, en aquella viejecita británica que al volver de sus vacaciones de Benidorm este verano, se quejaba amargamente a su "tour operator" de que se hablaba mucho español en Benidorm.

Ya para terminar, debemos de recordar ese famoso refrán: Más vale ponerse una vez morado que ciento colorado... Y está claro que este fin de semana será el momento.

*FOTO: DE LA RED

martes, 4 de abril de 2017

¿Y ESA FAMOSA FLEMA BRITÁNICA?


Estoy confuso y desnortado. Cuando llevas bastante tiempo en este mundo, y vas conociendo el cómo va esto, no hace falta que mires el calendario, porque, por ejemplo, si ves castañas, es como mínimo otoño, o invierno, y si hay árboles decorados por todas partes, estamos en Navidad.

Y uno, este vecino del mundo, está acostumbrado a que lo del peñón, Gib para los británicos, siempre ocurra cuando se está acercando el verano. Algo pasa entonces, que los súbditos de su reina, las autoridades del Peñón, y de rebote nuestros políticos,  se dicen unas cuantas sandeces, como para cumplir el expediente y … hasta el año que viene.

Lo de este año, la salida de pata de banco de las autoridades británicas con lo de Gibraltar, es todo menos demostrar su famosa flema británica. 

Acaban de dar comienzo a su famoso Brexit, y ya sacan sus pistolas dialécticas. Sinceramente, durante muchos años, y desde el punto de vista de este vecino del mundo, que no es técnico en la materia, sino simple observador, el Reino Unido ha sido el niño mimado de la clase, partiendo que la clase fuera la Unión Europea. Ese niño que siempre nos han dicho que es un tanto “especial”, no se sabe si por motivos de salud, porque siempre en su casa se le ha sobreprotegido o porque siempre tiene la ayuda del comodín del público. Pero, es así.

Se han acostumbrado, los británicos, a que su viaje por Las Europas, por el Continente como dicen ellos, siempre ha sido de una calma chicha total, e incluso ayudándoles con las coordenadas si fuera necesario, y a las primeras, más que de cambio, del cambio, sacan su lado más macarra, el de Magaluf, y amenazan, a los que ellos siempre han visto más débiles, pero que en el fondo les han tenido envidia, a los españoles; no se sabe si por su clima, o por su fiesta (y no me refiero a los toros), sino que deben de creer que todas las noches nos transformamos en habitantes de una Sodoma y Gomorra hispana.

Amenazar, recordando lo ocurrido hace 35 años, con Argentina, y unas pequeñas islas, es demostrar con hechos que nada ha cambiado, que somos igual de “salvajes”, y que la vida sigue, en realidad, en blanco y negro. En ese blanco y negro de los documentales históricos en el que nos recuerdan lo que no debería de ocurrir otra vez.

El Reino Unido, el verano pasado, jugó con un fuego que pensaban tenían controlado, y las urnas, por dejadez de unos y persistencia de otros, les hizo quemarse, y ahora están totalmente desubicados. Y cada vez que les llaman a la puerta, a su puerta, no parten de que el vecino europeo les va a pedir perejil, sino que despejen la zona, y así les va, y eso solo es el comienzo. Porque la Unión Europea tiene que demostrar, por su lado, a todos sus socios, especialmente a los que tienen tentación de copiar a los británicos, de que dentro se está mejor.


Ya sólo falta que  alguien diga que ha visto al monstruo del lago Ness, para que sea verano en primavera.

*FOTO: DE LA RED

viernes, 25 de abril de 2014

SOBRE "SEÑALES" Y OTROS TEMAS

Esta mañana me he levantado y he sido testigo de una señal, y no me refiero, naturalmente, a las de tráfico. No sé si vosotros creéis en ese tipo de cosas, pero hoy he tenido una señal, y ha sido clarísima.
Como todas las mañanas y todavía medio drogado por el consumo de sueño nocturno, vicio al que seguiré “enganchado” toda la vida, he ido directo al balcón para “entrever”, entre párpado y párpado, el tiempo que hacía. Y en ese mismo momento ha sido, he visto la señal. El mismo autobús que me suele llevar a tierras alicantinas todos los años, incluido el número que identifica a esa específica unidad móvil, pasaba por delante de mi portal. Una señal clarísima de que pronto me voy de vacaciones.
Más de uno pensará que a este vecino le falta un hervor  por haber dicho lo anterior, sin embargo cuando alguien del gobierno dijo en su momento que se habían visto brotes verdes en la economía de este país, nadie le tomó la temperatura al propietario de esas declaraciones, y ha quedado claro que si vio los brotes verdes, como mínimo se confundió de campo, y éste debía de pertenecer a Francia o a Gibraltar, como ocurre cuando se habla de peleas entre  barcos de la Guardia Civil y policía gibraltareña, que ambas partes deben de tener mapas diferentes porque no coinciden nunca. Y ya metidos en el tema, este vecino se pregunta, ¿cuando alguien cruza la frontera española, sin papeles, en Ceuta o en Melilla, hasta dónde debe de ir para que la policía o guardia civil reconozca que está en tierra española? Más que nada porque este vecino cada día está más convencido, de que en cualquier momento se va a dar la circunstancia de que alguno de éstos, conocidos como sin papeles o ilegales, va a llegar huyendo hasta la mismísima Cibeles y le van a decir que por muy poco no está en terreno español.
Volviendo al tema de las “señales”, no sé si a alguno de mis lectores le pasará, pero este vecino más de una vez ha pensado en alguna persona, famoso o cercano, del que no había sabido nada desde hace mucho, y al cabo de pocos días ha sabido algo de él. Y como alguna vez la noticia ha sido el fallecimiento de alguien, en el caso del famoso, uno en el fondo se siente hasta culpable, de que por el mero hecho de pensar en ese famoso parece, que le haya puesto frente a la parca.
Está claro que si la señal se cumple en forma de vacaciones, la comentaré, pero como se suele decir, “a toro pasado”, por aquello de no dar pistas a los amigos de lo ajeno, y que se enteren de que mi nido está desprotegido.
Y es que una cosa es ver “señales”,y otra darlas para que se enteren los demás.

*FOTO: DE LA RED