Hay noticias que por muy pequeñas que puedan parecer te pueden llenar de felicidad y esperanza.
Esto ha ocurrido al enterarme de que hoy precisamente se van a casar una pareja de americanos, de Nueva York concretamente, en Donosti.
Así de primeras, que una pareja de guiris se case aquí, tampoco ya choca a nadie, pero tras ver un reportaje en el que se hablaba del tema, este vecino del mundo no pudo por menos que plantearse muchas cosas, entre otras esas modas intemporales de casarse en playas tropicales, o irse a Las Vegas para casarse disfrazado de Elvis.
Esta pareja de neoyorquinos conoció Donosti hace tres años e inmediatamente se enamoraron de su paisaje, de su gastronomía y de su cultura.
No quieren una boda para turistas americanos en Donosti, sino una boda normal donostiarra, pero con la particularidad de que los cuarenta invitados no vienen de la provincia sino de allende los mares (por fin he podido poner esta expresión tan bonita pero que es difícil de traer a colación).
Hace dos años durante unas vacaciones en Punta Cana pude contemplar más de una boda americana en la playa. Siempre eran al atardecer y sobre la arena vestidos los dos de blanco.
Al ver la bonita imagen yo me planteaba que para rodar eso en una película se podía haber hecho en cualquier playa española, o del mundo, porque solo al ver las imágenes fríamente, quién me garantiza a mí que eso es lo que parece. Es una pena el gastarse tanto dinero para algo que en imagen se puede rodar en cualquier otro sitio, porque había imagen pero no espíritu.
Sin embargo, volviendo a la pareja americana, se van a casar en la Iglesia de Santa Maria en la parte vieja, acompañados de txalaparta, y luego comerán un menú de aquí.
Este vecino del mundo les comprende perfectamente, no querían una boda en un parque temático sino que fuera una boda donostiarra real.
Da gusto pensar que para algunas personas su paraíso puede ser el sitio donde vives tú sin darle importancia, y que el “marco incomparable”, realmente lo es para ellos, y por eso se habrán gastado una suma importante de dinero para hacer realidad sus sueños, que para nosotros son la vida diaria.