Este
vecino del mundo lleva unos días en los que tiene que andar con
mucho cuidado para no pisarse la moral, de baja que la tiene. Ha
intentado remedando a Robert de Niro en Taxi Driver mirarse al espejo
y decirse eso de: - ¿Me lo dices a mí? ¿Estás hablando conmigo? -
mientras mira con cara de extrañeza alrededor. Pero al verse en el
espejo, solo le entran ganas de decirse con voz de malas pulgas, si
eso aparte de sentirse también se puede expresar: -Pues anda que
tú...
Y
es que tal como está el panorama uno siente que en parte la culpa es
suya. Los que votaron en su momento en cualquiera de las elecciones,
porque lo hicieron, y el que no, porque no lo hizo.
Ya
no es cuestión de confianza, sino de desorientación. Si no le crees
al todavía presidente de lo que queda de gobierno (porque ya no
gobiernan sino que al tener mayoría se pasan el día dando ordenes)
, el panorama es muy malo, pero es que si lo haces, si le crees, el panorama es
desolador, con un gobierno que no se entera de nada. Que
presuntamente repartan sobres por todas partes, y que a ti no te
toque ninguno, es más que para cabrearse.
Como
para salir luego a hablar con la que realmente corta el bacalao en
Europa, la Señora Merkel y decirle, según el léxico "cospedal" que a
ti no te “consta” nada de lo que se dice, y ella con un fuerte
acento alemán que suena a insulto le dirá: -A usted no le constará,
pero a su país le va a costar falta de credibilidad para llegar a
acuerdos con los demás países.
Ya
nos dijeron al comienzo de la crisis, que la culpa de todo ésto era
porque los españoles habíamos malgastado el dinero. Entonces no
entendíamos el alcance de esta declaración, pero ahora al saberse
el presunto gasto de alguno de los españoles o españolas, bien sea
en corbatas,
“sobres”-sueldos,
y payasos varios, la frase de “malgastar el dinero” alcanza toda
su magnitud.
De
todas maneras, este vecino tiene mucho miedo de que pueda ocurrir
como con los bancos. A los bancos como les fue mal, eso demostraron
algunos, que vaya usted a saber, les tuvieron que ayudar dándoles un
montón de nuestro dinero, y además se creó el famoso banco
“malo”. Y ahora, que se les tenga que ayudar a los políticos,
que visto lo visto siempre se les ayuda, y encima se cree un partido
“malo”, como si los partidos ya existentes fueran buenos. ¡Para
echarse a temblar! Y es que estamos en tiempos de “eramos pocos
y...la abuela se compró un predictor”.
*FOTO: DE LA RED