No
vamos a descubrir América si decimos que la economía está en todo
momento rodeándonos, y que ya desde niños en cuanto aprendemos a
comprar nuestro primer caramelo (que por cierto ahora los niños ya
no compran caramelos, compran “chuches”), ya entramos de lleno
en ello. Sin embargo, las maneras utilizadas ahora ya son
verdaderamente descaradas y sin tapujos.
Este
vecino del mundo, aunque procura sentir ciertos movimientos como
cuando los ve desde su atalaya, más bien lejanos, para que le afecte
lo mínimo, ya está harto de que se utiliza la denominación de
marca, remarcando con ello
su ámbito comercial, para todo. Ahora hay marca España,
Euskadi, ...y como ésto
parece que es como las enfermedades, contagioso, y conociendo nuestra
idiosincrasia, a cada alcalde de cada pueblo pronto se le encenderá
la bombilla de su imaginación, y se creará la marca de cada pueblo,
con lo cual estaremos todos marcados y
en una posición totalmente maniquea.
Si
planteamos nuestra vida diaria como un supermercado con secciones de
“sueños”, “frustraciones”, “amor”,”sanidad”, habría
que buscar aquellos elementos que hacen peligrar la estabilidad de
“nuestros precios”, y en un lugar preponderante, sin ninguna
duda, aparecería la sección de charcutería, encabezada por el
“chorizo ibérico” de distinto pelaje pero siempre bien
relacionado con las altas esferas.
La
proliferación de este producto, del chorizo ibérico, en su
vertiente seudopolítica, incrementando precios en las obras a
conceder, para uso propio en cajas denominadas “B” , y pelotazos
de todo tipo, como los últimamente conocidos de pagar a escritores
en la sombra, que al final resultan ser la esposa del mismo que paga
por los encargos, han hecho que la marca España se escriba en rojo,
de falta de dinero, y de la vergüenza que supone ser observados más
allá de los Pirineos.
En
este mundo, para bien o para mal, aunque muchos se empecinen en
demostrar lo contrario, ya está todo descubierto, y lo único que
hacen algunos es cambiar vocablos con la intención de confundir al
personal, pero lo que era legal o ilegal antes, seguirá siéndolo
también ahora aunque se cambien las denominaciones, y donde antes
eran ladrones ahora son chorizos, de marca eso sí, sobre todo para
nuestro bolsillo especialmente, pero chorizos de los de estar a la
sombra para que se sequen.
*DIBUJO: DE LA RED
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