lunes, 7 de enero de 2013

EL GLOBO COMO METÁFORA


En este mundo donde todo es para ayer, pues todo dura un momento, y hasta se diseña para que dure lo menos posible, uno de los regalos que me han dejado los Magos de Oriente (como a este vecino del mundo le gusta llamarlos, pues siempre que se menciona a la realeza parece que entramos en política, y ya se sabe que incluso suena mejor “la madre de mi mujer”, que mi “madre política”), todavía no he podido disfrutarlo.
La verdad es que en un mundo, aparte de como ya comentado, tan rápido, y de simple “posesión”, el regalo en cuestión será un disfrute de sentimientos, más de una vez imaginados, pero por ahora no experimentados. Me han regalado el disfrute de un viaje de setenta y cinco minutos en globo por tierras vizcainas.
Al recibir un sobre de parte de los Magos de Oriente, lo primero que me he imaginado es que estaba delante de una recopilación de quejas “mágicas”, por provenir de los magos, sobre mi comportamiento durante el año pasado y que podían servir de escusa para regalarme lo mismo que regala cualquier gobierno, osea: nada.
Sin embargo voy a tener el privilegio de cumplir uno de los sueños desde que el hombre pudo pensar, y es el de volar, en cierta forma ayudado, pero y es que incluso para andar, nos inventamos los zapatos.
A La Nuri,mi sufrida, como representante ante los señores de oriente, le tengo mucho que agradecer, aunque quien me lee normalmente y ya me conoce, sabe que le doy mil vueltas a las cosas, por eso no se lo voy a confesar plenamente hasta que vuelva sano y salvo..., por si acaso.
A partir del cumplimiento de este sueño, comenzarán las gracias y chistes, de que como ya tengo familia, y he montado en globo, ya solo me quedará plantar un árbol, porque creo que con tener un blog lo de escribir un libro se puede perdonar, y lo otro que me faltará no lo menciono, pero por si acaso sólo comentaré que mantendré más que nunca mi retaguardia vigilada.
De todas las maneras, un viaje en globo puede ser una metáfora de la vida actual, con muchas subidas y bajadas, y el peligro de la caída en cualquier momento. El viento bien puede ser todo tipo de instituciones, el poder, el dinero, la publicidad y todo aquello que nos hace movernos de un lado a otro, sin que seamos plenamente conscientes del paisaje en el que estamos, ni en el cual próximamente estaremos..., si estamos.
Esperemos que en nuestro viaje vital no tengamos que desprendernos ni de nuestros recuerdos, ni de nuestras raíces y filosofía de vida para volver a remontar el vuelo.
Deseo que de la segunda parte de la historia, el vuelo en sí mismo, os enteréis por este mismo medio, y no por aparecer en la primera plana de los periódicos. Ya que si alguna vez tengo mi minuto de gloria espero no tener que disfrutarlo precisamente desde la gloria, lo cual ya sería rizar el rizo.

*FOTO: DE LA RED

No hay comentarios:

Publicar un comentario