Este
vecino del mundo, como un político en busca de votos en vísperas
electorales, va muchos días a hacer compras a lo que normalmente
conocemos como “super”.
Hoy
estaba precisamente pagando en la caja, mientras al ver la gran
cantidad de cosas que llevaba me preguntaba el por qué siempre voy a
por dos cosas y vuelvo con veintidós o más. Y eso de que conviene
ir a hacer compras después de estar bien comido, por aquello de que
así, sin hambre, se compra menos, en mi no da resultados.
Era
en un Eroski, y éstos tienen la costumbre de que junto con la
factura te dan un montón de tickets promocionando otros productos.
Como es natural, para el normal de los mortales no sirven para nada
porque te ofertan productos que normalmente no entran en nuestra
bolsa de la compra tipo. En cierta manera, quieren que cambiemos
nuestros hábitos para ellos seguir incrementando sus números de
ganancias.
Al
introducir la factura en el bolsillo he pensado que la factura es el
equivalente en un viaje turístico al envío de la típica postal
como recuerdo.
Después
de las compras ya solo queda ese papel como recordatorio.
Se
podría hacer un viaje por nuestra vida si, como ocurre con las
fotos, guardáramos las facturas en un album, y de vez en cuando las
miráramos para recordar.
-Esta
factura es la de la bici del niño. Si no la hubiéramos comprado
como regalo de Reyes nos hubiéramos ahorrado muchos tortazos del
ex-aspirante a ciclista, y aquella rotura de muñeca, sin mencionar
de que vivíamos en un quinto piso sin ascensor.
--Ésta
es del abrigo aquel, imitación a bisón, pero que había que pagar
con billetes auténticos.
Desde
un punto de vista femenino, también podríamos recordar aquella
factura del abogado para lo del divorcio.
-Teniendo en cuenta lo
desgraciadamente rápido que
era para todo mi ex, lo largo que se me hizo el proceso de divorcio,
pero lo bien que me he quedado.
En
realidad una factura viene a ser como la radiografía de nuestro
bolsillo y ya la cartilla de ahorros sería como hacer un
encefalograma a nuestra economía.
La
verdad es que, bien pensado, las cosas que le da a uno por elucubrar
cuando hace las compras en solitario. Y es que, parodiando el título
de aquella película británica, hay que comprender la
soledad del comprador de fondo.
*FOTO: DE LA RED
No hay comentarios:
Publicar un comentario