domingo, 19 de diciembre de 2010

LOMANA, TRAPOTE Y UN GRAN FOLLÓN DE REBOTE

Me acabo de bajar de La Noria y estoy tremendamente mareado.
La verdad es que tenía al programa en cuestión en un segundo plano mientras navegaba por internet hasta que de pronto han empezado a entrevistar a Carmen Lomana. Me ha parecido que la entrevista podía ser sino interesante si al menos singular.
El objetivo de toda entrevista es normalmente conocer mejor a una persona o un tema en particular. En este caso era netamente para acercar la figura de Carmen Lomana aprovechando de que mañana comienzan una serie de programas sobre ella y su entorno. Esta claro que de antemano tenemos un concepto de ella, con lo cual ya te haces una idea de lo que puedes esperar, y en ese caso estás en tu derecho de cambiar de canal.
Dicho esto, lo mismo se debería decir de la actitud a encontrar en cualquier colaborador que tuviera que entrevistarla. Si a ti, el citado colaborador, te proponen de antemano a quien vas a entrevistar, y aceptas ya sabes lo que te vas a encontrar. He explicado todo esto para mencionar el comportamiento de Pilar Rahola, que junto a otras personas conocidas, tenía que entrevistarla. Si no te interesa el personaje, pues no vayas pero no hagas una crítica de su presunta manera de vivir y de pensar, pues sólo la presuponemos.
Con los años que ya tiene Carmen Lomana, nadie la va a llevar por el buen camino, dicho esto con mucha coña, ya que en el fondo no somos nadie para salvar a alguien y de qué.
Hemos estado a punto de descubrir que la crisis actual es culpa de la Señora Lomana y de su manera de vivir. Considero a Pilar Rahola y a Carmen Lomana como a dos personas inteligentes y muy diferentes, pero creo que hoy la primera solo ha demostrado ser una total demagoga, y Carmen Lomana, que además es lista, y dándose cuenta de la situación ha tenido todo el tiempo el viento a su favor.
Eso me recuerda hace muchos años cuando en una entrega de los Oscar lo retransmitieron José Luis Garci y Rosa Maria Mateo.
Como es natural Garci se pasó todo el tiempo hablando maravillas de la ceremonia. Mientras, la Señorita Mateo se pasó toda la retransmisión poniendo a parir al
"star-system", a los Oscar y a la industria que lleva detrás.
Si vas a ver esa ceremonia es para pasarlo bien y sumergirte totalmente en lo que representa lo que se está viendo, sin tener una voz en off que como si fuera tu conciencia esté todo el tiempo recordándote de que eso está mal. Para eso no vayas pues ni disfrutó ella ni nosotros. A no ser que ella disfrutara fastidiando a los demás....
En este tipo de enfrentamientos, muchas veces se aprovecha que la persona que va a ser criticada es joven e inexperta y además no se espera lo que le va a ocurrir, como pasó hace unas semanas con la encerrona que le hicieron a Beatriz Trapote, con un libro sobre sexo que ella presentaba y aunque en la portada constaba como autora, ella ya había aclarado que era colaboradora junto con otra persona, que solo firmaba con seudónimo. La acusaban de plagio, y eso no es plagio pues lo que ocurría es que la editorial había aprovechado su cara bonita, que realmente lo es, para actualizar un antiguo libro ya editado. Si sólo pusieron el nombre de Beatriz Trapote en la portada era porque le interesaba a la editorial, y es sólo su decisión, ella no había engañado a nadie.
Mi impresión fue el haber asistido a un linchamiento por parte del programa hacia ella, y además premeditado, pues ya tenían preparado la antigua edición que era muy parecida. Y a lo que algunos colaboradores denominaban plagio, en realidad era la utilizaciòn de un negro o persona que escribe sin firmar y luego se lo atribuyen a otra persona que ésta sí es famosa, aunque no sea escritora.
Esa noche me decepcionó muchísimo el presentador, y el tono que empleó, sin olvidar que al final la mandó del plató, mientras decía que no le iban a pagar. Esa decisión creo que no la debe de tomar él, y además por qué. Ella acudió al programa y contestó como pudo a lo que pudo.
De todas maneras, estoy seguro de que aquella noche, mucha gente como yo se acordó de un presunto caso en el que sí incurrían un negro y además plagio, pero nadie de los allí presentes se acordaba de ello, y eso que seguro que conocían a la persona en cuestión.
Por cierto, la expresión de que lo que se hace se paga no es siempre así, pues hay a gente que después le va incluso mejor, y otros que sólo son valientes depende de con quién.

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