sábado, 30 de junio de 2012

POR AMOR AL ARTE

Este vecino del mundo recuerda que cuando comenzó este blog, sus amigos no comprendían el por qué hacer algo sin recibir una contrapartida económica, sin embargo aquella decisión en agosto del 2010, habrá sido uno de los pasos más importantes que he podido hacer, y que estoy seguro nunca me arrepentiré.
Siempre he sido muy crítico con todo lo que me rodea, y especialmente con las presuntas moderneces, sin embargo estos tiempos, y los informáticos, nos han traído una herramienta como internet hasta nuestros hogares, y eso ha sido, entre otras cosas, darle un altavoz al pueblo.
Está claro que dependiendo de en qué manos cae, todo puede ser bueno o malo, de acuerdo con el uso dado.
Personalmente para este vecino ha supuesto el abrir los ojos a todo lo que le rodea para ser crítico de su realidad, y de intentar encontrar un poco de humor y esperanza bajo la pátina de la normalidad, y entre otras cosas te puedes ahorrar la visita a la oficina de los consumidores, pues ésta puede ser tu propia ventanilla de quejas.
Siempre he intentado, y lo seguiré haciendo, ser moderado, cuando quizás mis entrañas me pedían otra cosa. Sin embargo, bajo una capa de buena educación siempre se pueden comentar aciertos y errores propios y de la gente que nos rodea.
Hace unos veintitrés años me hubiera venido bien este blog para comentar que en una famosa, por entonces, mueblería donostiarra, hace años ya desaparecida, tardaron en traerme un año entero un armario para la sala, y sin embargo gentilmente me estaban cobrando “los plazos” desde el primer día.
Por el contrario, y debido a un fallo de su oficina, que habían anotado mal mi número de cuenta, y que gracias al empleado bancario de turno, sin embargo, siempre llegaba bien el cargo; coincidiendo con las vacaciones veraniegas del citado empleado aquel cargo no llegó, e inmediatamente me empapelaron con intereses de todo tipo.
Aquel día me oyeron los empleados de la mueblería, sus muebles, y sus familiares ya pasados a mejor vida.
Serán casualidades, pero a los veinte días ya tenía el tan deseado mueble.
Ahora a este vecino del mundo le está pasando algo parecido con un encargo que hizo, hace ya casi dos meses, y que no va a comentar por ahora, por si alguno de los empleados del comercio en cuestión, es lector de este blog. La sorpresa cuando se encuentren con el relato pormenorizado de los hechos, pero siempre intentando ser justo, será buena. La mejor publicidad, y algunos siguen sin darse cuenta, es el boca a boca, y hay cosas, que nacen de los sentimientos, como mi relación con este blog, que solo se pueden hacer por amor al arte.

* FOTO: DE LA RED

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