sábado, 28 de diciembre de 2013

VAMOS A CONTAR MENTIRAS

Me acabo de despertar, y mientras me quitaba las legañas al ir a mirar el calendario, de esos que se van deshojando día por día, falta la página de hoy. ¡Malo! Alguien está interesado en que no recuerde que hoy es 28 de Diciembre, día de los Inocentes. En cualquier momento, me temo que intentarán pasar un buen rato a mi costa… Por cierto, si hubiera que ilustrar con una banda sonora el día de hoy, esa pudiera ser la canción tradicional “Vamos a contar mentiras”.
La verdad es que a estas alturas de la vida, ya no importa que uno más intente pasar un “momento agradable” a tu costa. Y es que ayer por ejemplo, mientras practicaba el noble deporte del zapping, me topé, mala suerte, con nuestro todavía presidente del gobierno, representando un monólogo. Por un momento pensé que estaba en el canal de la Paramount, aunque ya me di cuenta desde el principio que no se oían carcajadas, por lo que no debía de ser muy gracioso, o al menos no causaba risa, lo que decía. En realidad, estaba dando una rueda de prensa para resumir el año político desde su punto de vista.
Es curioso, pero es el primer monólogo que he presenciado en el que se cambian los papeles, y el que está arriba, en el escenario, se ríe de los que le pagan, que están abajo. Resumiendo: como la vida misma. Por cierto, ayer, viendo su intervención, quedó patente que cuando uno no quiere dar importancia a un tema, y “pringarse” con él, en realidad está haciendo más hincapié, y centrando los focos de la atención en él. Eso pasó con el tema del aborto, en el que el presi, dicho así, sin respeto, porque eso hay que ganárselo, hizo mil contorsiones lingüísticas para no decir esa palabra. Como en esos concursos, en los que tienes que definir un concepto pero sin mencionar varias palabras que están prohibidas.
Cambiando de tema, y ya para terminar, este vecino ha pensado muchas veces que se puede dar la casualidad de que compartiendo un mismo apellido puedan coincidir dos artistas, o incluso tres, que sean tan diferentes. Es el caso de los Hermanos Calatrava,  y del arquitecto del mismo apellido. Y al final, si alguno de ellos pudiera pasar algún tipo de vergüenza por lo que pudiera hacer el otro, muy en contra de lo que pudiera parecer en un principio, los hermanos cantante-humoristas, tendrán que hacer de tripas corazón ante los edificios con problemas del arquitecto que en su momento recibió el “Príncipe de Asturias”, y ahora más que premios está recibiendo demandas, como lo que está ocurriendo con uno de los edificios de la “Ciudad de las artes y las ciencias”.
A lo mejor, en su momento falló el concepto, y el famoso arquitecto, al ser un edificio que se debía de construir en Valencia, pensó que era una falla y no debía de durar mucho tiempo…
Algunas veces es la vida misma la que gasta las bromas, e incluso pueden ser más crueles que las urdidas por el más frío  y calculador de los cerebros…

*FOTO: DE LA RED

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