viernes, 6 de noviembre de 2015

13, RUE DE GUADALIX (GALA 9, GRAN HERMANO 16)




Antes de empezar, confesaré que me he pasado mucho tiempo buscando mi “brújula dorada”. La compré hace ya muchos años en un mercado londinense, y en momentos como éste, de estar perdido total, siempre me ha sabido guiar.

Porque.. ¿este año, qué tenemos, ”La casa de los líos”, o “Romeos y Julietas intentan confundirnos”?

Que Suso y Ricky tras tantos años de lucha feminista, sigan tratando a las mujeres de la casa como ganado, es denigrante. Pero… ¡Ojo! Ellas tampoco ayudan. Ellas, como Raquel y Sofía, pendientes siempre de unos brazos que les estrujen y unos labios que les sofoquen. Porque, eso, parece ser el patrón de amor de Gran Hermano. Ellas, las madres (porque los padres nunca aparecen), incapaces de ver un mal comportamiento en sus hijos, o porque son jóvenes, o porque están confundidos en una casa que no es la suya. Siempre creando excusas.

Que en momentos festivos, todos bailando y mirándose en el espejo, sin hablarse. ¿La soledad de la muchedumbre? En realidad, están solos, o lo que viene siendo consigo mismo.

Por su parte, Mercedes Milá, en esta gala se nos disfraza de jardinera, es un decir. Abre zanjas debajo de cualquiera, para minar la poca seguridad de unos concursantes que siempre, o casi siempre, juegan a ciegas, y luego tira, La Milá, esa arena quitada, a los ojos de los otros. Como cuando al final de la gala, y sin venir a cuento, adula a Han por su comportamiento en la cocina dando de comer a la tropa, y Aritz se va a la cama, fustigándose el alma, porque al parecer a él no se le ha visto en ningún momento. ¿Torpeza, o clara provocación para que su relación pueda estallar?

La Milá critica en unos lo que alaba en otros. Suso es macho y le hace gracia; a Cristian de GH 12+1 le odiaba porque al entrar en el concurso el alicantino, como suplente, a ella su equipo le había “apuntado” que era machista, y no le dio ni un mínimo momento de duda. Como se dice ahora, fue a saco a por él.

Durante la gala de ayer, La Milá tenía que haber expulsado a Maite del plató por su mal comportamiento  con la madre de otra concursante, Raquel, haciendo caso a rumores que se dicen. Maite confunde lo que le cuentan con que sea verdad.  Y hay cosas que no se pueden tolerar. Maite hace tiempo que tenía que ser “historia pasada” de la parte lamentable de Gran Hermano.

La Milá, otra vez Mercedes, aprovecha cualquier momento para hacerse la moderna. Como cuando está hablando con una de las madres, que solo ayudan a sus hijos negando la evidencia, y en lugar de decir refinadamente que “han mantenido relaciones sexuales" se decanta por "follar".

Raquel es una contradicción andante, lucha entre lo que es y lo que quiere hacer ver al espectador, y ya no le creo nada, ni que se llame Raquel. Muy aclaratorio un gesto que ha tenido durante la gala. En el momento en que están los nominados, solo ellos, separados, y durante la espera, Raquel va directamente a su armario a echarse colonia. Quizás inconscientemente no quiere que se pueda oler el miedo a que se vayan los suyos, por aquello de tener que ir poniendo sus barbas a remojar.

Han es muy egoísta, y está haciendo mucho daño a su "marido" al que se supone quiere mucho. Es una carga para el vasco desde hace varias semanas. Al terminar la gala, y todavía con imágenes en directo, con Aritz hundido de moral en su cama, intentando alejarse de todos, fue incapaz, incluso, de preocuparse por él. Cuando Han es el centro del grupo, y en especial de las chicas, él está en los cielos, y no existe nada más.

Por cierto, los espectadores, nosotros, deberíamos de mandar a casa directamente, y por vergüenza torera, cuando detectamos a parejas fingidas. Lo de Raquel y Suso no se lo creen ni ellos. Cualquier persona que se haya enamorado alguna vez lo puede “detectar” a la primera.

La verdad es que ayer el programa intentando dar otro giro a la trama, mareó a los espectadores, y a las nominadas, Amanda y Marina, confundiéndolas, no mintiendo,  para que pensaran que se habían librado, y contemplar desde el salón de la casa el veredicto de la audiencia.
No ha tenido en ningún momento mis simpatías, pero lo de ayer con Amanda, que en su mente en un segundo pasó de estar libre a coger la maleta e irse, fue muy cruel. Prefería  que se fuera ella, porque tiene el orgullo más subido que su pantalón para marcar el trasero, pero eso no quita a que la organización en la manera de sacarla de la casa, fuera muy cruel.

Raquel como siempre, al ver que Amanda se había ido, quiso ser el niño en el bautizo, la novia en la boda... Impresentable.

Para Amanda la expulsión debiera de haber sido una cura de humildad, pero hay cosas que por definición, son imposibles. 

A Suso la expulsión de Amanda le ha roto los esquemas. Ahora se ve fuera; y tiene la desfachatez de describir a Amanda como HUMILDE. De traca. Mientras, se tapa la cara con las manos haciéndonos creer que está llorando. En realidad, está valorando que las cosas no son como él creía.

Entiendo la extrañeza de los concursantes porque no se imaginaban que Amanda se fuera, pero no lo de la Milá. A poco que mirara  ayer por la tarde en las redes se podía entender que se iba quien se fue.

Lo de conseguir la inmunidad ayer corrió a cargo de un “youtuber”,  Aless Gibaja, que escondió por la casa un delfín, en muñeco naturalmente, que pronto sería descubierto por un Suso a medio camino entre la taquicardia y el histerismo más extremo,  ansioso de salvar su trasero de cualquier manera. 

Mientras Aless paseó por toda la casa, como si fuese suya, y se sacó fotos con los concursantes, que en ese momento no se podían mover, no me hubiera importado pagar dinero por saber lo que pensaba Aritz mientras miraba con una sonrisa al fenómeno que había invadido “su” casa. Yo, personalmente, y basándome en este individuo de ropa más que prieta, tatuada en la piel, me pregunté en ese momento cuánto tiempo queda a la humanidad. Cosas que uno se pregunta, evidentemente, todos los días.

Amanda se ha ido por el mismo motivo que se fue Muti, por estar al lado de Suso.  Entró en el plató diciendo que no le falta humildad, al contrario, y durante toda la entrevista dio la sensación de estar por encima de la presentadora y de pasar de ella.

Como ésto está muy aburrido, sigo deseando imposibles: una relación Niedziela y Aritz. Me encantaría.

De todas las nominaciones siempre las de Aritz son las más interesantes, y lo que dice durante la semana de cómo va a nominar va siempre  a misa.

Ricky ha enmascarado sus votos. Viene de fuera y sabe los que pueden ser más fuertes, y nomina a Han, Aritz e incluso a Niedziela.

La gente equipara a Suso con Ricky, pero nominando éste es mucho más claro y sincero que Suso, y además mucho más inteligente.

Uno de los momentos claves del programa de ayer fue a la hora de usar Suso su poder de “salvar a alguien”, y sin parpadear, se salvó él mismo, y para disimular dijo que lo hacia por Amanda. ¡Hay que joderse!
Suso es un cobarde. Debería de haber salvado a Raquel, aunque sea por mero paripé, y para defender tu papel de enamorado. Para mí ésto le debería de alejar para siempre de la final.
 
Lo que hacen las votaciones, Suso nada más terminar la gala, y todavía con imágenes en directo, literalmente besando el cuerpo de Aritz que está tumbado en su cama, Raquel y él mismo, le hacen la pelota descaradamente, mientras el vasco está en la cama desanimado por no haberse comentado que él también cocina.

Han en ningún momento está preocupado porque Aritz no aparece por la cocina. Luego dirá que está enamorado.


Algo para  meditar: Aritz habrá entrado como todos pensando en ganar el concurso, pero, sin duda, es el que más está disfrutando dentro de la casa. Por cierto, ya nadie habla ni se fija en Carlos, y eso puede ayudarle a llegar a la final.

Una petición: Que alguien aclare a Suso que el televidente no es tonto, y que se da cuenta cuando le intentan tomar el tupé. Ayer se pasó muchos minutos mencionando a su madre, y a la buena suerte para salvarse. Sin embargo, fué él quien se quiso salvar, porque pudo salvar, por ejemplo, a Raquel en su lugar. La inmunidad obtenida no tenía nombre.

Y mientras, Gran Hermano 16 más parece “13, Rue del Percebe”, cada uno a lo suyo y con sus problemas, en un concurso que arrastraba, y lo digo en pasado,  masas. Eso puede ocurrir desde el momento en que alguien no quiso que Suso se fuera a las primeras de cambio. La gente, todos nosotros, ya no tenemos esperanzas de que gane alguien que se lo merezca. 

*FOTO: DE LA RED

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