Mostrando entradas con la etiqueta . lápida. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta . lápida. Mostrar todas las entradas

sábado, 25 de marzo de 2017

LA VIDA QUE NOS DEJAN VIVIR


Las veinticuatro horas que van desde este mediodía pasado, sábado, al mediodía del, todavía por venir, domingo, se convertirán, y no hace falta ser un adivino, en un continuo déjà vu, hablando sobre lo perjudicial que puede ser un cambio horario a la carta, si por "a  la carta" se entiende un cambio horario que se pierde en la noche de los tiempos, con inequívoco olor a "franquismo", y "desde hace mucho tiempo que se hace así, y no voy a ser yo quien se meta en un jardín y cambie algo, que a mi partido político, por cierto, ahora en el poder, le da lo mismo, porque lo que verdaderamente le da dinero son los impuestos, y no el supuesto malestar, en especial, psicológico, de unos cuantos, que seguro son los que siempre se oponen a todo".

Bien es verdad, que el futuro de la gente que son los que para el poder realmente cortan el bacalao, nunca tienen problemas por una hora o más o menos; más perderán o ganarán en esos jet lag a los que están más que acostumbrados por su ritmo de vida y de costumbres, sin duda. Ya que si hace falta, y para evitar su supuesto estrés, se van unos días antes a uno de esos paraísos, no fiscales esta vez, sino donde la civilización no parece haber llegado excepto a esos hoteles repletos de todo, y dejan pasar la vida, a sabiendas de que a la vuelta, a la rutina, seguro que son más ricos aún...

Por cierto, y en otro tono de cosas, parece que "La reina del Sur", no la de Pérez-Reverte, sino la del PSOE, ya ha aceptado lo que la historia, la suya y la de sus amigos, quiere que acepte.

La verdad es que ha sido un intento baldío de poner suspense, como gas en una gaseosa prehistórica, en una jugada que era tan clara en el fútbol político, desde el momento en que se colocaran el balón en la parte del campo que les era propicia, tras sacarle tarjeta roja y expulsión al supuesto capitán de entonces, Pedro Sánchez, por orden más que clara de la Reina del Sur y los que en su momento accedieron a que ella fuera reina.

La vida que nos dejan vivir es un eterno paripé y nos permiten, porque les trae al pairo, hablar de nimiedades como el cambio horario. Ya que saben que antes, y por supuesto, después, ellos, los que tienen todo controlado, serán igual de ricos, o más. Porque cosas como el himno, el honor y el orgullo, nunca cotizarán en bolsa.

*FOTO:  DE LA RED

miércoles, 29 de junio de 2016

ME EMOTICONO DE VERTE



Los emoticonos, hoy este vecino del mundo va a hablar de una convención social que ha inundado todo, y ya apesta. No se puede decir que, este blogger con su artículo, no se ha mojado desde un principio, en contra de lo que asegura normalmente, más de uno de sus lectores.


Utilizar  un emoticono, suena duro y quizás pedante, pero sería algo así como comprarse una vida en un prêt-à-porter. Irse por las ramas para decir algo sin entrar en el meollo de la cuestión. Y lo que es aún más duro, ser un “pagafantas”, antes de expresarle a su querida lo buena que está, y que prefieres decirle miles de tonterías para que siga cerca de ti, antes de que se vaya; porque sabes desde un principio, que por ti mismo no le atraes, y que te quedarás más solo que la una.


Usar un emoticono es llamar al Cyrano de Bergerac de las redes sociales para que haga un posado por ti para la Roxane que todos queremos llevar dentro.


Un emoticón es una excusa para continuar en línea sin demostrar tus verdaderas cartas, el enseñar una excusa mientras quizás quieres robarle la cartera, o lo que es peor, un sentimiento.


Un emoticono es una eyaculación precoz de un sentimiento antes de haber nacido. Es hacerse un selfish sin haber posado para ello. Valorarse tan poco que no se confía en uno mismo, y prefieres andar por sendas trilladas. Plagiar opiniones sin tan siquiera molestarse en disimular.


La rapidez de la vida hoy se retransmite por un teléfono sin cables ni ataduras, y los emoticonos serían una especie de código morse para voyeristas, explicaciones de manual para sedientos de imágenes; una especie de escritura jeroglífica para neonatos en la carrera de expresar sentimientos; dibujos que te doblan las escenas en las que se ponen en riesgo los más profundos sentimientos.



Hay más de uno, por favor no pertenezcas nunca a este grupo, que se merecería que su lápida se resumiera con un simple y seco emoticono.


*FOTO: DE LA RED