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lunes, 19 de noviembre de 2018

AHORA DISFRAZADAS DE ANUNCIO, PERO YA ESTÁN AQUÍ...



Hay regresos, o intentos, que son más largos que lo que al menos se intuía en el momento de decidirlos.

Este vecino del mundo, y la mayoría de los que le siguen lo saben, está atravesando una dolencia ocular que le hace no sentirse, en las mejores maneras para hablar de lo divino y lo humano. Pero esa misma costumbre que tenía de sentarse muy a menudo con los suyos, para plantear ciertas circunstancias, le hacen echaros de menos.

Hoy he visto un pequeño anuncio con Elton John como protagonista, para la cadena John Lewis & Partners,  y me ha llegado al alma, y aunque en el día de la presentación, 14 de Noviembre, del nuevo anuncio de la Lotería de la Navidad, me hice el estrecho, y me puse de perfil, para evitar el esfuerzo que todavía supone para mí el comentarlo, hoy con el gran pequeño Elton no he querido borrarme.

Creo que el anuncio, o la pequeña, en realidad, película que se nos cuenta, tiene un planteamiento valiente, porque la figura de Elton, en sí misma, puede enganchar y repeler aún mismo tiempo, ya que una misma vida da para eso y para más.

Mensaje, el anuncio, que va directo al corazón, y que recuerda que un regalo también puede trascender y ser un algo más. 

Bonito, muy bonito, el detalle que se nos trae en bandeja, de que ese piano, ese regalo, sigue existiendo, como una especie de guía, o de testigo algo más que mudo, y que en realidad apalea la idea que se hace del regalo actual: inmediatez y caducidad extrema.

Las Navidades, nadie lo dudaba, ya están aquí, para muchos disfrazadas de "entrañables". Al principio disfrazadas de Black Friday, por ejemplo. Mucho de consumismo con una sabia mezcla de recuerdos y sentimientos.

Si de todas maneras, nos van a meter la mano en la cartera, esta vez al menos que lo hagan con arte, el que siempre ha tenido  un roquero de pro llamado Elton John, con sus manías,y con sus carencias. Por aquello de que el que esté libre de pecado que tire la primera piedra...

*FOTO Y VIDEO: DE LA RED






martes, 8 de marzo de 2016

SABLAZO SENTIMENTAL




It's a little bit funny this feeling inside…
Hoy me he despertado pensando en esta canción, preciosa por cierto, Your song, de Elton John. Ya tengo banda sonora para este día. Además, no sé a vosotros pero como piense en una canción a primera hora, ya tengo tonadilla para todo el día.


Lo de pensar en esta canción estos días tampoco tiene mérito, sino más bien una gentileza de los publicistas de “El Corte Inglés”. De todas maneras, y pensándolo fríamente,  la importancia que tuvo en su momento, la rapidez de un espermatozoide y… apareció Elton John, porque de lo contrario, si otro espermatozoide hubiera ganado aquella carrera, la historia, de la música, y en general, no sería la misma.


Aquel Rocket man, de 1972, cuando este vecino del mundo, no soñaba con ser vecino, bastante tenía con sus dieciséis años, y sus amigos metidos en los futbolines todos  los días, donde también había una máquina de pedir, previo pago naturalmente, canciones de las que estaban de moda en el extranjero, donde estaba ese Rocket man, de un tal Elton John.


Mi padre decía que el tal Elton tenía “pintas” equivocas. Yo pensaba, y callaba para no ganarme una colleja, que de equivocas nada, eran explicitas; pero eran hijos de una guerra, los hombres de la generación de mi padre  y muchos años de dictadura en blanco y negro, sobre todo negro, y como al olmo, tampoco les podías pedir peras.


Siempre recordaré el primer día que mi padre vio por televisión, por ejemplo, a Los Bee Gees, mejor no preguntarle cómo se llamaban, porque tendríamos para todo el día. Recuerdo bien, nunca se me olvidará, que dijo “cantan como hembras”. No era el momento, aquel año no fue el momento, para decirle que me encantaban, y que a aquella manera de cantar se le llamaba “falsete”.
Mi padre no era malo, y no porque fuera mi padre.  Era buena gente, pero hijos de una época.


Y quizás peor papeleta hemos tenido nosotros, que con aquellos mimbres, y viendo lo que se gestaba en otros sitios, hemos tenido que callar por un lado,  para ahorrarnos posibles collejas que se veían venir, y ser “modernos” fuera de casa.


Solo recordar que en 1975, los últimos estertores del dictador, Felipe González era lo no va más en ideas políticas modernas, y viéndolo ahora, mareado de tanta puerta giratoria, quizás puedes pensar: “Tanto paso del desierto, para ésto”.


Por eso, a elementos como Elton John, aunque ya en su indumentaria  en estos momentos, parecen meras imitaciones, les tienes que pedir solamente sus canciones, verdaderas joyas, sentimientos hechos música con los cuales la vida siempre es más fácil. Aunque de vez en cuando, alguna gran marca, y a la sombra  de las creaciones del “Elton” de su mejor época, nos quiera pegar un sablazo sentimental a una generación, que en teoría, todavía tiene posibles.


Es curiosa esta sensación interior…

*FOTO: DE LA RED