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jueves, 30 de julio de 2015

EL FLORERO SEPARATISTA, O SACANDO LOS FANTASMAS DE PASEO




Hoy tenemos reunión de vecinos. Ya sé que prácticamente es época vacacional, y como diría aquel, “eso no se hace”, pero el llamado efecto Colau está en el fondo de todo ésto. Y para ser más exactos, aunque quizás lo líe más, el efecto Colau pero al revés.

Ayer José, el presidente de la comunidad de vecinos, me llamó para una reunión urgente, porque Rosa, la del tercero, se ha quejado de que el florero que tenemos en una mesita, en la entrada del edificio, es un símbolo netamente nacionalista. "El presi” me llamaba por teléfono, por lo que no le veía la cara,  y en un primer momento, como José es muy aficionado a los “caldos” de la tierra,  pensé que me estaba gastando una broma como consecuencia de haberse excedido en su pasión por el tinto embotellado. Pero desgraciadamente era peor que todo eso.

En la entrada del edificio, en el portal, tenemos una pequeña mesa, apoyada en la pared, con un espejo y un florero; en realidad, un señor florero pues me dirá medio metro de altura. Aunque nunca había reparado en ello, da la casualidad de que el dibujo del citado florero, es unas flores rojas con hojas, verdes naturalmente, sobre fondo blanco. ¿Algo que decir a todo eso? Pues ahí viene el problema. La Señora Rosa, que siempre hemos sabido, porque nunca lo ha ocultado, es de derechas, y no nacionalista, ha creído ver una clara referencia al independentismo vasco, pues ella dice que esos colores son una clara alusión a la ikurriña.

La Señora Rosa, viuda desde hace muchísimos años, incluso hay lenguas viperinas que dicen que ya nació viuda, ha dicho muy claramente que lo hace tomando como represalia al comportamiento de Ada Colau en lo referente al busto de Juan Carlos I que ordenó se quitara de la Casa Consisterial.

Jose, el presidente, y este vecino del mundo, que es uno de los vocales, nos hemos reunido con ella. Es tan intransigente que comenta que si no se quita ese florero es probable que un día de éstos, si aparece, lo haga roto.

Según ella para intentar atajar el problema, que dicho sea de paso, solo lo ha visto ella,  y tras muchos años que lleva el florero de marras en el portal, nos ha mostrado otro florero, tan grande o más que el anterior, también sobre fondo blanco, pero esta vez con flores rojas y amarillas, para que ocupe el lugar, según ella, del florero separatista.

El problema de ver fantasmas donde no los hay es lo ridículo de un asunto que quizás en lugar de ir a menos, de como resultado que en el portal solo quede el espejo y la mesa. No ganará nadie, y perderemos todos.

Mientras, como en el caso de Ada Colau, multitud de cosas por deshacer que esas sí que estaban mal hechas, y otras tantas o más por hacer, y mientras, hablando del sexo de los ángeles. Porque ni los bustos, ni los floreros tienen sexo, aunque mejor que no se lo pregunten a Rosa porque a lo mejor dice que eso es una clara alusión al Rh vasco.


Lo dicho, el problema de ver fantasmas, es que no existen, pero el que cree en ellos, los seguirá viendo.


*FOTO: DE LA RED

lunes, 2 de junio de 2014

CONJUGANDO EL VERBO ABDICAR

El notición del día, del mes y del año: La abdicación de Don Juan Carlos I. Tras más de un rumor, al final nos ha pillado despistados, todavía hablando de las repercusiones de “Podemos” y el desenlace de las votaciones europeas.
Este vecino, como siempre ha mantenido en este blog, está convencido de que las cosas nunca suceden porque sí, y a nadie le escapa los malos momentos, de crisis y de credibilidad de las figuras políticas, que estamos atravesando.
Esperemos que no haya nadie que “le culpe” de ésto también a Pablo Iglesias y a sus compis, porque quizás alguna de las razones esté dentro de la familia real misma, aunque en el fondo el clima que ha hecho florecer a “Podemos” es el mismo que habrá hecho madurar la idea de la abdicación. Y se podría deducir de que, como vulgarmente solemos decir, “la cosa” va bastante mal, ya que si no había abdicado antes con una salud bastante precaria, el hacerlo ahora puede significar que “el sistema” está bastante tocado.
Esperemos, ahora, que más de uno en este país aprenda del rey, y aunque sólo él puede abdicar, alguno se anime y hasta dimita.
Con un atisbo de sonrisa en el rostro, este vecino se ha imaginado por un momento a Don Juan Carlos hablando con su campechanía habitual con el Señor Rajoy sobre su abdicación, y en un momento dado en un tono irónico y jocoso al mismo tiempo, le dice en un aparte: -Bueno, Mariano, a ver cuando tú te animas también…Ya sabes que en tu caso es otra manera de crear trabajo. En el mío no, porque la persona que me va a suceder ya estaba trabajando, pero tú, ahora, con todo tu pescado vendido, lo dejas, y además ayudas a aumentar las cifras de empleo nuevo creado. Dentro de un tiempo, tranquilito desde tu casa, seguro que como alguno de tus antecesores, ficharás por uno de esos bancos…y a vivir mejor todavía.
La anterior conversación ficticia seguro que no ocurrirá nunca, aunque ya sabemos, que muchas veces la vida misma es más feroz que cualquier narración de ciencia-ficción.
Por cierto, a quienes seguro les va a servir bien este asunto, es a los dos partidos mayoritarios, para que no se hable más de sus descalabros electorales, y tengan tiempo de recomponer sus floreros rotos, aunque deberían de recordar que por mucho que se recomponga algo, la marca siempre existirá.

*FOTO: DE LA RED