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jueves, 20 de abril de 2017

UN PRESENTE MUY DE PELÍCULA...


Hoy, no sé por qué, me he acordado de aquella película, “Todos los hombres del Presidente”, que cada vez la recuerda menos gente, quizás porque cada vez hay más gente que nació después de su estreno, 1976, y no pueden recordarla, sino descubrirla.

Unos jovencísimos Robert Redford y Dustin Hoffman, a las órdenes de un entonadísimo Alan J. Pakula, nos explicaban lo que fue la odisea de dos periodistas, y al final de todo un periódico, The Washington Post, y una profesión, el periodismo, en una lucha contra el poder para contar una verdad incómoda que afectaba al entonces Presidente Nixon, y que se dio en llamar el “Caso Watergate”, y que acabó con la dimisión del Presidente.

En España, no sé si ocurrirá eso, personalmente creo que no, con el actual Presidente, Don Mariano Rajoy. Pero si formara parte de esas atracciones de feria, lo que familiarmente conocemos como “tiro de pichón”, diríamos que cada vez disparan más cerca, y ya hasta nos despertamos con el “nombre del día”, entre los periódicos y los jueces,  y si hace dos días le llamaban a declarar al Señor Rajoy, por el famoso “Caso Gürtel”, ayer detenían a Don Ignacio González, en un tiempo “chico de moda” del Gobierno autonómico madrileño.

Lo dicho, en esta feria de “El nombre del día”, más de uno, y de una, por aquello de la igualdad de sexos, dirán que “cada vez disparan más cerca” y pensarán: Ya tengo que estar de peluquería siempre, más que nada por sí soy el nombre del día, y tengo, al menos, que “parecer” muy dign@, ya que lo de “ser” veremos si lo puedo demostrar...


Volviendo al comienzo de este post, ahora está más que claro el por qué me he acordado del título de esa gran película. Aunque bien mirado, al menos en España, y para ser, políticamente correctos, y nunca mejor dicho, el título debería de ser, “Todos los hombres, y mujeres, del Presidente”. Aunque a este vecino, el final de la película, y realidad, americanas, el de dimitir un presidente, le siga pareciendo todavía, una intromisión en el cine de ciencia-ficción 

*FOTO: DE LA RED

viernes, 24 de marzo de 2017

DE LONDRES A UN FUTURO DE CIENCIA FICCIÓN


Antes de nada, condenar los actos ocurridos en el Reino Unido, en concreto en mi querido Londres, con esos ya cuatro fallecidos. Pero el cariz que están tomando las cosas no me está gustando nada.

Ya todo el mundo está comulgando con ese "Algo ha fallado" que puede ser el anticipo de "recortemos libertades" o vislumbrar un futuro a lo Minority Report, película sobre un texto de Philip K. Dick, en el que mediante un complicado camino, por ahora, y demos gracias, solo atribuible a la ciencia ficción, se detenía  a los asesinos momentos antes de cometer el crimen, es decir, y es lo más importante, de ser culpables...

Si esa persona, la de los crímenes de Londres, ya había sido investigada pero no tenía, de hecho, ninguna relación conocida con el terrorismo internacional, no le puedes detener por alquilar un simple vehículo, que es el umbral de todo lo ocurrido después

No se puede convivir, no se debe, con arquetipos, o con clichés, que nos llevarían a que nosotros, por ejemplo, los del Sur, nos gastemos el dinero de las ayudas en vino y en mujeres. Y a las pruebas me remito, La Nuri, mi sufrida, ni anda con mujeres ni le gusta el vino, y a mí, a este vecino del mundo, no le deja.

Lo dicho, lo del famoso, "algo ha fallado", miedo me da, y mucho, y que la gente diga verdaderas bestialidades en cumplimiento de un importante cargo, y luego, ni dimita ni le cesen, también.



*FOTO: DE LA RED

viernes, 14 de agosto de 2015

CANTINFLEANDO, QUE ES GERUNDIO



Esta mañana estaba oyendo la comparecencia del Ministro del Interior, Fernández Díaz sobre la reunión mantenida en el ministerio con Rodrigo Rato, una vez que ya tenía varios cargos en su contra, cuando sus declaraciones me han recordado un verbo muy poco utilizado últimamente: “cantinflear”.

El diccionario de la Real Academia Española asegura que en Cuba y México “cantinflear” significa “Hablar de forma disparatada e incongruente y sin decir nada”. “Actuar de la misma manera”. Y eso es precisamente, no sé si ha sido el objetivo, pero sí el resultado de lo dicho en la comparecencia del ministro esta mañana. No se sabía si subía o bajaba, y lo triste es que puede ser  que fuera el efecto buscado.

Este vecino del mundo durante la exposición de la defensa por parte del ministro, ha echado de menos esa razón que los “populares” esgrimen un día sí y el otro también, que es que a ellos, hagan lo que hagan, les respaldan once millones de votos.

Siguiendo con el verbo cantinflear, conviene recordar también una de las películas de Don Mario Moreno Reyes, “Ahí está el detalle”, y uno de esos detalles puede ser la foto en la que se ve a Rodrigo Rato, como si nada hubiera pasado, tras un buen baño, en un barco mostrando prácticamente sus vergüenzas traseras, que naturalmente no le deben de preocupar, como al parecer tampoco le importa esa gente, la mayoría ancianos, perjudicados por las llamadas “preferentes”.

El problema de este gobierno es que el tiempo pone a cada uno en su lugar, y ellos ahora se pasan más tiempo dando explicaciones sobre momentos y casos inexplicables que atendiendo, en teoría, las necesidades de este país.

Si exista la figura del “ídolo de barro”, el ídolo, al menos para el Partido Popular fue, o así nos lo intentaron vender, un Rodrigo Rato, que nos lo mostraban como el primero de la clase, y en realidad de la clase solo le queda ese ramalazo clasista, que incluso en momentos bajos le hace elevarse de los demás, tanto como para llamar al Ministro del Interior y contarle sus cuitas, y lo peor no es su postura, sino que el Señor Ministro le recibiera a las primeras de cambio, según lo desvelado hoy, para quejarse de esos centenares de tweets amenazantes.

Este vecino del mundo ya sabe que es impresentable lo de los tweets amenazantes, pero si al Señor Rato, al menos aparentemente, no le importan las opiniones ni el comportamiento de los “preferentistas”, ni molestar al ministro para preocuparle al respecto, tampoco parece de recibo “molestar” a todo un ministro del interior por un problema particular, sabiendo además que este ministro va a quedar, a partir de ese momento, “tocado” a la vista de los demás partidos, o quizás era precisamente lo que pudiera pretender. Lo dicho, ahí está el detalle, dejar a todo un ministro, y quizás a todo un gobierno, “cantinfleando”. Y conviene recordar, que mientras Cantinflas hablaba diciendo una cosa y su contraria, sus pantalones tendían a bajarse.

Como hemos dicho más arriba, el tiempo siempre pone a cada uno en su sitio, y es posible que en un gobierno en el que no se conjuga el verbo de la tercera declinación, “dimitir”, puede llegar el momento en el que se les caiga los pantalones de la autosuficiencia y el orgullo que les impide preocuparse por los verdaderos problemas de la gente.

Por cierto, este vecino del mundo ya se imagina en el despacho del ministro del interior un dispensador de números, como en las pescaderías, para coger la vez. Habrá cola, la misma que seguirá trayendo este asunto.

*FOTO: DE LA RED




sábado, 9 de mayo de 2015

LOST IN TRANSLATION, O LA PELÍCULA QUE NOS CUENTAN



Muchos de los goles que nos han metido a la sociedad española de ahora, vienen motivados por el famoso “en Europa se lleva esto” o “en Europa se lleva lo otro”, y así nos han dejado, que no nos conoce ni la madre que nos parió.

Sin embargo, si hay algo totalmente “spanish way”,  o a la española,  es la noche después a  unas elecciones a lo que sea. En el resto de Europa, gana uno y los demás la palman bien palmada, en España no, en España aparentemente ganan todos. El que gana, porque gana, y los demás porque nos cuentan milongas, milongas que tragamos.

Los británicos acaban de tener unas elecciones, que por cierto, todo tipo de estudios ni se han enterado de por dónde iba a ir la fiesta. Ha habido un partido, no hace falta señalarlo porque todos lo sabemos, que en contra de todas las encuestas ha ganado, y tres que han perdido sonoramente.  Pues en el momento de rendir cuentas a sus votantes, esas tres cabezas visibles han dimitido esa misma noche. En España ese verbo, dimitir, no existe.

Es como el título de aquella película de Sofia Coppola, ”Lost in translation” que viene a ser algo así como “Cosas que se pierden en la traducción”, y en España no solo varía el horario desde el Reino Unido a aquí, sino que en esa hora de diferencia, se pierden muchos usos y costumbres.

En el Reino Unido tienes, por decirlo de alguna manera, tu responsable político de cabecera, al que puedes acceder para mostrar tu malestar o tu pensamiento, en España el mundo de la política y el del ciudadano de a pie son dos mundos paralelos que no se tocan prácticamente nunca. Por eso este vecino está hasta el gorro de esa expresión de  “en Europa es costumbre…” porque siempre que se lanzan este tipo de globos sondas, mi amigo Genaro, en la tasca de la cuadrilla, diría que “date por follao” .

Nadie quiere hacerlo, pero es que Europa manda, Europa quiere. Ahora resulta que Europa es el coco, y nosotros somos Caperucita que nos han puesto “rojos” de tantos palos que nos han dado.

En Europa se lleva “dimitir” y eso no se debe de perder ni en la traducción, ni con la hora de diferencia, ni en nuestro pensamiento.


Ya no nos vale ese famoso “las cosas son así”, porque hasta hace poco las cosas en España eran de una manera, y ahora con el famoso “en Europa es costumbre” ya no nos conoce ni la madre que nos parió. Pero tenemos que luchar para que no se pierdan en la traducción hechos que nos favorecen, o que nos cuenten otra "película", ya que al político de turno no le conviene recordar, como el famoso “dimitir”, que si pudieran, cualquier día lo quitaban del diccionario.

*FOTO: DE LA RED

lunes, 2 de junio de 2014

CONJUGANDO EL VERBO ABDICAR

El notición del día, del mes y del año: La abdicación de Don Juan Carlos I. Tras más de un rumor, al final nos ha pillado despistados, todavía hablando de las repercusiones de “Podemos” y el desenlace de las votaciones europeas.
Este vecino, como siempre ha mantenido en este blog, está convencido de que las cosas nunca suceden porque sí, y a nadie le escapa los malos momentos, de crisis y de credibilidad de las figuras políticas, que estamos atravesando.
Esperemos que no haya nadie que “le culpe” de ésto también a Pablo Iglesias y a sus compis, porque quizás alguna de las razones esté dentro de la familia real misma, aunque en el fondo el clima que ha hecho florecer a “Podemos” es el mismo que habrá hecho madurar la idea de la abdicación. Y se podría deducir de que, como vulgarmente solemos decir, “la cosa” va bastante mal, ya que si no había abdicado antes con una salud bastante precaria, el hacerlo ahora puede significar que “el sistema” está bastante tocado.
Esperemos, ahora, que más de uno en este país aprenda del rey, y aunque sólo él puede abdicar, alguno se anime y hasta dimita.
Con un atisbo de sonrisa en el rostro, este vecino se ha imaginado por un momento a Don Juan Carlos hablando con su campechanía habitual con el Señor Rajoy sobre su abdicación, y en un momento dado en un tono irónico y jocoso al mismo tiempo, le dice en un aparte: -Bueno, Mariano, a ver cuando tú te animas también…Ya sabes que en tu caso es otra manera de crear trabajo. En el mío no, porque la persona que me va a suceder ya estaba trabajando, pero tú, ahora, con todo tu pescado vendido, lo dejas, y además ayudas a aumentar las cifras de empleo nuevo creado. Dentro de un tiempo, tranquilito desde tu casa, seguro que como alguno de tus antecesores, ficharás por uno de esos bancos…y a vivir mejor todavía.
La anterior conversación ficticia seguro que no ocurrirá nunca, aunque ya sabemos, que muchas veces la vida misma es más feroz que cualquier narración de ciencia-ficción.
Por cierto, a quienes seguro les va a servir bien este asunto, es a los dos partidos mayoritarios, para que no se hable más de sus descalabros electorales, y tengan tiempo de recomponer sus floreros rotos, aunque deberían de recordar que por mucho que se recomponga algo, la marca siempre existirá.

*FOTO: DE LA RED