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viernes, 5 de abril de 2019

SI NO LO CUENTO EXPLOTO



Ya perdonaréis, pero si no lo cuento exploto.

¡Es curioso! Uno de los bancos con los que opero (ha sonado pretencioso, pero en realidad es un banco que me ha venido “dado” porque tenía una hipoteca con otra entidad que en su día fue absorbida por este pez más gordo, y se supone que mejor dirigido) me ha endiñado “doce euros” por mantenimiento de cuenta, creo que es por trimestre, pero prefiero no comprobarlo para no hacer más sangre, que en realidad no se puede evitar; y muchas veces, demasiada realidad solo puede acabar en una posible úlcera. 

Lo pornográfico del caso es que este banco, La Caixa, como la mayoría por no decir todos, te pone todo tipo de trabas para que no te quede más remedio que hacerlo, como la masturbación,  por tu cuenta, desde la soledad de tu habitación…

Sin ir más lejos, y con relación a las trabas mencionadas que ponen, ayer conseguí, en esa misma entidad, en mi caso sita en Avenida de Madrid, en Donosti, que al cuarto intento, o porque ya había muchísima gente esperando, o porque sólo hacen ciertas operaciones por ventanilla a primera hora de la mañana, me cambiaran la dirección donde hasta ahora me enviaban el correo, y que con el paso del tiempo, y como hubiera dicho un argentino, me venía como el orto ir a recogerlo.

Esto de, digámoslo de manera políticamente correcta, falta de colaboración para que los clientes se sientan más cómodos durante la espera, en otros bancos, antiguas cajas de ahorro especialmente, pasa, por ejemplo, por haber quitado las sillas, que había muchas, para que la gente, en especial la mayor, que tiene más posibilidades de poder esperar, se cansen enseguida, y como hubieran dicho “los grises” en tiempos de Franco, "no amontonen".


Por eso que cada vez que compruebo que me cargan en alguna cuenta el consabido “mantenimiento”, automáticamente, y sin poder ni querer evitarlo, termino mi particular concepto contable como “mantenimiento de la mala hostia”.

Y lo triste del caso, y lo comprobé con la joven que me atendió ayer, ellos, los que te ponen trabas porque sus superiores así se lo han indicado, saben que todo acabará con ellos siendo despedidos porque ya no se necesitan tantos empleados, ya que el tonto de turno, el cliente, no es que esté trabajando gratis para los banqueros, sino que además, paga el famoso "mantenimiento", y ese dinero, todo el que se ahorran, irá directamente a esas grandes cargos, que más de una vez han demostrado que ganan más de lo que en realidad merecen. Porque en su momento quedó demostrado que son oficios, que como en el circo, trabajan con red, y si pasa algo malo, tranquilidad, que pagarán los de siempre, los que ahora mismo desde la soledad de su habitación no les queda  más remedio que practicar el onanismo bancario. 

Lo dicho, "mantenimiento de la mala ..."

*FOTO: DE LA RED