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viernes, 5 de abril de 2019

SI NO LO CUENTO EXPLOTO



Ya perdonaréis, pero si no lo cuento exploto.

¡Es curioso! Uno de los bancos con los que opero (ha sonado pretencioso, pero en realidad es un banco que me ha venido “dado” porque tenía una hipoteca con otra entidad que en su día fue absorbida por este pez más gordo, y se supone que mejor dirigido) me ha endiñado “doce euros” por mantenimiento de cuenta, creo que es por trimestre, pero prefiero no comprobarlo para no hacer más sangre, que en realidad no se puede evitar; y muchas veces, demasiada realidad solo puede acabar en una posible úlcera. 

Lo pornográfico del caso es que este banco, La Caixa, como la mayoría por no decir todos, te pone todo tipo de trabas para que no te quede más remedio que hacerlo, como la masturbación,  por tu cuenta, desde la soledad de tu habitación…

Sin ir más lejos, y con relación a las trabas mencionadas que ponen, ayer conseguí, en esa misma entidad, en mi caso sita en Avenida de Madrid, en Donosti, que al cuarto intento, o porque ya había muchísima gente esperando, o porque sólo hacen ciertas operaciones por ventanilla a primera hora de la mañana, me cambiaran la dirección donde hasta ahora me enviaban el correo, y que con el paso del tiempo, y como hubiera dicho un argentino, me venía como el orto ir a recogerlo.

Esto de, digámoslo de manera políticamente correcta, falta de colaboración para que los clientes se sientan más cómodos durante la espera, en otros bancos, antiguas cajas de ahorro especialmente, pasa, por ejemplo, por haber quitado las sillas, que había muchas, para que la gente, en especial la mayor, que tiene más posibilidades de poder esperar, se cansen enseguida, y como hubieran dicho “los grises” en tiempos de Franco, "no amontonen".


Por eso que cada vez que compruebo que me cargan en alguna cuenta el consabido “mantenimiento”, automáticamente, y sin poder ni querer evitarlo, termino mi particular concepto contable como “mantenimiento de la mala hostia”.

Y lo triste del caso, y lo comprobé con la joven que me atendió ayer, ellos, los que te ponen trabas porque sus superiores así se lo han indicado, saben que todo acabará con ellos siendo despedidos porque ya no se necesitan tantos empleados, ya que el tonto de turno, el cliente, no es que esté trabajando gratis para los banqueros, sino que además, paga el famoso "mantenimiento", y ese dinero, todo el que se ahorran, irá directamente a esas grandes cargos, que más de una vez han demostrado que ganan más de lo que en realidad merecen. Porque en su momento quedó demostrado que son oficios, que como en el circo, trabajan con red, y si pasa algo malo, tranquilidad, que pagarán los de siempre, los que ahora mismo desde la soledad de su habitación no les queda  más remedio que practicar el onanismo bancario. 

Lo dicho, "mantenimiento de la mala ..."

*FOTO: DE LA RED

jueves, 28 de diciembre de 2017

¿CALENDARIO O ANGULAS?


Ignoro si en cada Autonomía es igual, pero en el País Vasco existe la costumbre de que a partir del día de Santo Tomás, 21 de Diciembre, y a efectos de tradición, ya es el primer día oficial de La Navidad. Y eso significa de que a partir de entonces comienza “la caza” del nuevo calendario en entidades como Diputación, Ayuntamiento y especialmente en las denominadas antiguamente Cajas de Ahorro, que ahora están todas reconvertidas en Bancos.

Como el citado día de Santo Tomás este vecino no estaba en Donosti, ayer miércoles, día 26, comencé mi tradicional cacería.

En estos últimos años,  y emboscados en algo, en realidad, tan abstracto como una crisis, las antiguas Cajas de Ahorro, que es lo que este vecino del mundo más conoce, y probablemente todo tipo de negocio bancario, parece que han reconvertido a los candelarios en algo tan deseado y difícil de conseguir como unas angulas, repito angulas, no confundir con ese sucedáneo denominado “gula”.

La semana pasada había apalabrado con un trabajador de Kutxabank  , que se ofreció gentilmente, en la sucursal de Avenida de Madrid, cruce con Avenida Isabel II, que me guardaría un calendario de pared y otro de escritorio. Tras hacer una breve cola, conseguí además hablar con ese mismo empleado, y que al hacerle mención del sobre, se acordaba y lo tenía preparado. Al abrirlo solo había un calendario de pared, que por cierto, le pedí otro más. No puso ningún problema. Solo que al recordarle el calendario de escritorio, me dijo que de eso se habían hecho cargo los de arriba, sentencia que acompañó con el dedo índice apuntando al cielo.

Me preguntó, lo cual me produjo ganas de reírme a carcajadas, que quién llevaba mi cuenta; por un momento tuve la sensación de que me había reencarnado en un Richard Gere guipuzcoano. La respuesta, muy fácil, y de esas que se denominan “de cajón”: Durante años nos habéis ido enseñando, con velados malos modos, a venir lo mínimo posible por la sucursal, e incluso de cara al público tenéis menos de la mitad de empleados. Particularmente yo, hago prácticamente todos mis movimientos por internet. Y por supuesto, ya nadie me conoce.

Me dijo el nombre de "mi tutora”, él, claro, le dio otro nombre al cargo, y me dijo que iba a tener que subir a la primera planta. Todo tenía un aire a examen sumarísimo. Y, este vecino, recién jubilado, hace ya tiempo que decidió  que de su vida, él hace y deshace, aunque se equivoque mil veces.

Al negarme, y por la cara de sorpresa que puso mi interlocutor, pareciera que debía de haber sido el único en darle esa contestación.

Los de los Bancos, y sucedáneos, deberían de hacérselo mirar, porque se han subido tanto en sus pretensiones, que si no están junto a Dios, como mínimo son lo más parecido posible al “Gran Hermano” que George Orwell relataba en “1984”.


Dentro de un tiempo, ya me ha ocurrido, seguro que una señorita me llamará en nombre de esa entidad, para hablar de qué hacemos con mi dinero que está en la libreta. Ese será el momento en el que yo le diré lo “caro” que han puesto los calendarios, y que para obtenerlos nadie se merece, y nunca mejor dicho, que le lean la cartilla.

*FOTO: DE LA RED

lunes, 13 de febrero de 2017

¿DESCUBRIENDO A LA NUEVA TONTA DEL BOTE?



A medida que uno se va haciendo mayor, su mente como que se va “disipando” y borrando los pequeños detalles que le rodean. Hoy, sin ir más lejos, y es la pura realidad, estando en la ducha, y mientras me mojaba he descubierto que llevaba las gafas puestas…

Y es que uno no es perfecto. Dicho, lo cual, seguro que esa frase, “uno no es perfecto” serviría como base de defensa a todos esos, por no decir “epidemia”, que están en los juzgados, políticos de todo tipo de jerarquías, que muchos de ellos han servido de ejemplo para futuras generaciones, y que ahora no saben, no recuerdan.

Por cierto, hoy ha tenido que declarar Ana Mato, y en momentos como el de hoy, todos esos grupos feministas que se manifiestan en fechas señaladas, deberían de esperarla, es un decir, a la entrada y a la salida de los juzgados. Porque flaco favor hace ella  y otras esposas, como la del Señor Rato, que no se enteraban de nada, y lo peor, es que dan la sensación de que no les importaba el saber o no, sino que no han hecho esfuerzo por entender porque su cerebro no iba a dar para más. 

Sin ir más lejos, la mujer del Señor Rodrigo Rato le acompañaba a los bancos de Suiza, y ella ni se daba cuenta de que estaba en un “Banco”, y es que según las palabras de ella “los bancos suizos son de otra manera”. Por la manera de contestar de ella, este vecino del mundo llegó a la conclusión de que quizás en Suiza los bancos directamente te dan dinero por tu cara bonita…

Ya le he dicho muchas veces a La Nuri, mi sufrida, que a cambio de que este vecino del mundo no tenga un euro, ella al menos no es tonta, ni se le escapa nada, porque, le he dicho muchas veces, que por definición, la mente de las esposas de maridos ricos deben de ser “corta de luces”, y a lo mejor por ese motivo, ellos, los millonarios, también desgravan o tienen algún tipo de subvención. 

La Nuri, estoy seguro, cada vez que me escudriña la ropa, conoce mi caspa grano a grano, y si algún día alguna rubia, despampanante o no, o incluso rubia o no, intercambiara... granos de caspa con este vecino, lo detectaría antes de lo que se tarda en decir: ”Hoy duermes en el sofá, mañana te buscas la vida”.

De todas maneras, estoy convencido, que Ana Mato si algún cargo no hubiera podido ejercer es el de Directora General de Tráfico, porque tener uno o dos Jaguar en casa, y no darse cuenta, es de nota, mejor dicho, de dar la nota, o de reírse de todos, que uno ya no sabe.

Lo voy a decir por todas las Ana Matos que en España son, una cosa es ser la tonta del bote, y otra, darse el bote mientras tu voz interior te grita: ¡Sálvese el que pueda!


Os dejo por hoy, voy a comprobar si ya se me han secado las gafas, y con la esperanza de que todo lo que he creído ver, era por la suciedad de las lentes... Por oportunidades, que no sea.

*FOTO: DE LA RED

miércoles, 6 de julio de 2016

MALPENSADO Y SU OTRO YO



Hay noticias que tienen la capacidad de crear al ciudadano, en el momento en que se entera de ellas, una especie de túnel del tiempo que le hace retroceder a algún momento pasado de su vida.


Estos días ha habido algo que me ha hecho retrotraerme aproximadamente a 1980. Estaba viviendo en Londres, mientras iba a una academia de inglés tres horas al día (quince a la semana), para poder tener un visado como estudiante y permanecer en el país. 


Eran otros tiempos, y aunque no podías obtener permiso de trabajo, siempre encontrabas la manera de meter unas cuantas horas en el trabajo que fuera, mal pagado eso sí, preferentemente limpiando platos, y así intentar amortiguar el gasto de la academia. Pero siempre, y es triste decirlo, al margen de la ley, como ocurre ahora en muchos sitios. No hay nada nuevo bajo el sol.


Ese verano al volver al pueblo durante las vacaciones, un chico, también del pueblo, con el que había coincidido varias veces en Londres en los meses anteriores, se topa conmigo en el centro del pueblo, en Elgóibar concretamente, y empieza a hablarme a voz en grito, para decirme: -Ya me he enterado de que estás trabajando en un banco en Londres, y las veces que nos hemos visto allí no me has dicho nada. ¿Tenías miedo de que te pidiera ayuda para entrar a trabajar en esa entidad?


Teniendo en cuenta que él precisamente estaba trabajando, con "enchufe" por supuesto (y que conste que este vecino opina que cada uno se busca las habichuelas como puede) en unas oficinas en Londres, y en ningún momento se había interesado por si él me podía ayudar a mí, a pesar de todo me lo tomé, es un decir, con filosofía. Y le respondí con mucha sorna, y sin perder los nervios: -Es la primera noticia que tengo de que trabajo en un banco en la City. Luego, cuando vuelva a casa, hablaré seriamente conmigo mismo para que la próxima vez me cuente las cosas como son, y a su debido tiempo.


Lorenzo, como así se llamaba, y se llama, el listo quisquilloso, ponía cara de alucinar, y como ya le había toreado bastante, antes de irme y con cara de  acordarme de algo en ese mismo momento le dije: -Por cierto, ahora que me acuerdo, tenías razón. Trabajo en un banco, pero sólo dos horas cada dos días, eso sí, limpiando las oficinas.


Mientras a Lorenzo parecía que el suelo le desaparecía bajo sus pies, con intención de no hacer más leñas del árbol caído, me fui con un aire más que digno.


¿Qué noticia le ha hecho a este vecino acordarse de esa antigua anécdota?  El hecho de que el Partido Nacionalista Vasco, para abrir unas conversaciones con el Partido Popular en orden de llegar a un acuerdo para la investidura del Señor Mariano Rajoy como Presidente del Gobierno en la nueva legislatura, pusiera en primer lugar sobre la mesa el asunto de los presos vascos y su acercamiento a las cárceles de Euskadi.


He tenido la sensación de que era el único vasco al que otros asuntos, tales como el paro, la economía, la pobreza, los desahucios, los refugiados… le habían despistado al preocuparle más, y no se daba cuenta de que lo más urgente debía ser, sin ninguna duda, que los presos vascos estuvieran cerca de sus respectivos hogares. Y que más tarde, como en la anécdota de hace muchos años, ya hablaría en la intimidad que da el cohabitar conmigo mismo. Y que conste que no tengo nada en contra de este tema, pero de eso a ponerlo en primer lugar de importancia,  dista mucho.

Jeanette, en aquella antigua canción, decía que era rebelde porque el mundo le había hecho así, y a mí, al vecino del mundo los años me han hecho malpensado.  


Huele mucho a que el PNV ya está preparando la estrategia para las próximas elecciones al Parlamento Vasco, que presumiblemente serán hacía el próximo Noviembre. Y  parece ser que pretenden pasar tanto a Podemos y a EH Bildu, nada menos que por la izquierda.


Siempre me ha hecho gracia, por el descaro que gastan, cada vez que un partido y tras unas elecciones, dice que ya ha entendido el voto de su electorado: Indefectiblemente cada uno arrima el ascua a su sardina,  y además sin parpadear.


Al final, y tras 36 años, descubriré  que sigo trabajando en un banco londinense, y además se lo deberé al PNV.



Lo bien que nos sientan los partidos del centro. Porque a la derecha ya no queda nadie…


*DIBUJO: DE LA RED

domingo, 21 de junio de 2015

QUIQUE Y EL TESORO (NO ES CUENTO, SINO TODO LO CONTRARIO)



Que ya ha empezado el verano, señores. Y como solía preguntar mi madre, ¿Y nosotros salimos ganando en algo? Pues la verdad, salvo que el ánimo se pone como más alegre, no salimos ganando en nada. Al contrario, con esas fiestas que hay en todas partes, especialmente entre Julio y Agosto, algo tendrás que gastar. Por lo menos que no digan que perteneces a la célebre Virgen del puño. Porque antes de la crisis gastábamos, eso dicen, lo que no teníamos, vía crédito. Que regalaban créditos como si fueran gratis. Y ahora en cambio, sigues sin tener dinero, pero lo de los créditos, durante mucho tiempo al menos, en plenas vacas flacas, ha sido una leyenda, porque, como suele pasar con el “dinero llama a dinero”, solo se ha dado dinero al que ya tenía.

Y ahora, en lugar de que los bancos reconozcan que parece que bajan un poco el listón de exigencias, nos hacen ver, mediante un montón de anuncios, que solo un tal Quique no se ha enterado de que ya puedes pedir un crédito.

Cada vez que los personajes de esos anuncios dicen Quique, con el tonillo de “espabila”, a este vecino le entran unas inmensas ganas de repartir unas cuantas collejas, primero a cada uno de los personajes de los anuncios, para seguir con los gerifaltes de los bancos. Pero lo único que vas a encontrar en ventanilla, que por cierto cada vez hay menos (poco a poco y desde cualquier terminal o cajero, el mismo cliente trabaja para el banco) es a un pardillo, que a poco que le digas algo, te va a contar sus desventuras.

Este vecino del mundo siempre había pensado que las mayores lumbreras del país trabajaban asesorando a los mejores bancos, y sin embargo tal y como les ha ido, o los lumbreras no eran tales, o se han pasado de rosca, eso debe de ser, metiendo la mano y lo que no es la mano.

Visto lo visto, este vecino del mundo cuando sea mayor quiere  crear un banco nuevo, porque además el negocio es facilísimo: si ganas dinero, te lo quedas en un altísimo porcentaje, y si, como dicen ahora los jóvenes, el negocio “peta”, lo pagamos entre todos.

De todas las maneras, en todo este sistema capitalistademocráticodehoyendía hay algo que no entiendo: al trabajador hay que exprimirle al máximo, trabajando todo el día para ganar lo mínimo. Y sin embargo quieren que también gastemos. 
¿Cuándo, y con qué?

Quizás, a lo mejor no se han dado cuenta de que cada persona es como una moneda, tiene dos caras: una de trabajador, y otra de cliente. Y si el trabajador ni tiene tiempo para gastar, ni lo que se conoce como poder adquisitivo o dinero, ahora viene la madre del cordero, ¿quién va a comprar lo que se fabrique, y con qué?

Personalmente, y como este vecino del mundo muchos, cada vez tengo menos dinero, y ya las monedas en lugar de ser un instrumento de cambio, de trueque, se están convirtiendo cuando menos en un objeto de coleccionismo, y sobretodo, en un pequeño tesoro. Y los tesoros no se venden, ni se intercambian, se esconden.

*FOTO: DE LA RED


miércoles, 29 de abril de 2015

CLARIFICANDO, O TODO LO CONTRARIO


Hoy es uno de esos días en los que este vecino del mundo tiene la sensación de que acaba de protagonizar una cámara oculta para cualquiera de los canales de televisión con los que nos castigan en este país.

Este vecino ha acudido a  los bancos con los que opera, suena pretencioso, porque en realidad son ellos los que operan, y sin anestesia, con este vecino. Quería comprobar que tenían mis datos del Documento nacional de identidad, ya que mañana es el último día para hacerlo, y si no los tienen, te cierran las cuentas hasta que lo hagas. Y como se ha advertido en los medios de comunicación, ha debido de cundir el pánico, porque en el último banco he tenido que esperar más de una hora.

De todas maneras, ha sido como cuando planchas un pantalón, que las arrugas desaparecen. Mis arrugas del alma, mezcla de aburrimiento y mala leche por la espera, han desaparecido inmediatamente al llegar al mostrador, porque ventanilla, al menos en esa sucursal, no hay.


Tras ingresar un poco de dinero, le he dicho a la mujer encargada de atenderme, que quería aprovechar  para comprobar que tenían la fotocopia de mi documento nacional de identidad. Me ha  dicho que sí, pero que ya que estaba allí, iba a completar algún dato que faltaba. 

Por favor, me imagino que todo el mundo que me está leyendo estará sentado, pero si no es así, siéntense porque me ha hecho la pregunta del millón, la madre de todas las preguntas: -¿Ostenta usted algún cargo público?

No sé si habrá pasado mucho o poco, porque para este vecino del mundo se ha parado el tiempo, y le ha parecido sentir hasta el ruido de la sangre pasando por sus venas, y acto seguido ha mirado para comprobar que no hubiera cámaras grabando por si era una broma.
-¡Qué raro! En ningún sitio me han hecho esa pregunta.- le he contestado. ¿Por qué es necesario contestar a eso? ¿En qué cambiaría mi relación con su entidad bancaria de serlo? ¿Me pondrían alfombra roja, una línea especial de crédito, un contacto especial en Suiza?

Nunca me han salido tantas preguntas seguidas, pero me he sentido indignado aunque he intentado ser educado, y ella se ha dado cuenta, porque se le notaba azorada, y solo me ha respondido: - La verdad es que no se por qué está esa pregunta, pero como está la tengo que hacer.

Tras responder que “no ostento ningún cargo público, que yo sepa”, con lo cual se ha sentido aún más confundida, me he marchado con la certeza rotunda de que no todos somos iguales. Y todos sabemos que no es lo mismo sospechar de algo, que tener la certeza. Y me he sentido todavía un poco más pequeño, y más indignado.

Intentando ser optimista, por aquello de que siempre es mejor buscar el lado positivo, acabaré diciendo que ha sido, al menos, una mañana muy clarificadora.


*FOTO: DE LA RED

lunes, 2 de febrero de 2015

ACTUALIZANDO A GILA


La vida actual en nuestra España me recuerda a una película de Ingmar Bergman. Gracias a Dios, a los hados, al destino, o a lo que sea, con mucha más gracia, por supuesto.
Lo de Ingmar Berman se refiere a los recuerdos de cuando este vecino del mundo fue a ver “Gritos y susurros”, hace más de cuarenta años, creo que fue mi primera incursión en el firmamento del director sueco. Y antes de ir a ver la película, leí todas las críticas, habidas y por haber, y me pertreché con una brújula para no perderme. 
Pues eso, que ahora cualquier cosa que pasa en España, te puedes, si quieres, asesorar con mil cantos de sirena, y al final es posible que tu barco de opinión se hunda, porque cada cual pinta la vida con el color que quiere. Y, generalmente, con grises, y “marrones”, especialmente los que nos atañen más de cerca.
De todas las maneras, el que no se toma sus pequeñas venganzas es porque no quiere. Esta mañana, sin ir más lejos, estaba dentro, como se dice ahora, de una entidad bancaria, y a la persona que me ha atendido no le he visto muy centrada. Por eso le he dicho, ante sus continuos chascarrillos y risas, a un punto de ser desaforadas, que lo bueno que tienen ellos en su trabajo, es que trabajan con red. En el mismo instante se ha notado perfectamente que ha entendido que, aquello, su postura, le iba a traer factura, y nunca mejor dicho, porque se ha puesto en modo “autodefensa”, y me ha preguntado el por qué de lo de la red.
-¡Hombre! Está muy claro, pase lo que pase en el negocio en que usted trabaja, siempre “pagamos” nosotros…
Me ha dado la impresión de que esa misma conversación ya la había tenido con anterioridad, y que él se habría defendido con eso de que “es un mandado, que el negocio no es suyo, y que cumple órdenes”. Y alguno de sus interlocutores ya le habría dicho, que lo mismo había ocurrido con lo de las preferentes, y que luego nadie sabía nada, y que órdenes eran órdenes; y mientras, sus jefes en lugar de plegar velas, las desplegaban en lugares paradisiácos, y todo pagado gracias a sus tarjetas “black”.
Por eso, ese empleado se ha callado, porque su defensa era una huida hacia adelante, y a mí me ha dado cargo de conciencia, amén de los otros cargos que había ido a pagar.  Porque ni ellos cambiarán, ni nosotros tampoco, y como a lo largo de la historia se nos ha echado todo tipo de culpa, ya nacemos, no con un pan debajo del brazo, sino con un saco de culpa heredada. A favor del empleado, el que ya tiene clarísimo a quién no va a conceder ninguna hipoteca.
Por todo eso, entre el universo de Bergman, y el de Miguel Gila, sin dudar me quedo con este último, es más nuestro. Su juego entre bromas y veras, forma parte de nuestra idiosincrasia, y su famosa frase: “Y si no sabe aguantar una broma que se marche del pueblo”. No es muy democrática, pero sí visceral, y con un punto de inocencia dicha por el auténtico Gila.
Poniendo al día el universo de Miguel Gila, la única variante que se podría dar ahora, para buscar a un culpable mediante indirectas, en su famosa frase “alguien ha matado a alguien” es “alguien ha robado a alguien”. Lo demás sigue igual, nadie se da por aludido.

*FOTO: DE LA RED

jueves, 31 de julio de 2014

CARTA A UN "GRAFITERO" ENAMORADO

Querido enamorado:

Si creyera que tuvieras más de cincuenta años, no hubiera comenzado la carta así, porque hubieras pensado, sin remisión, que era la Señorita Francis, o al menos su guionista, aconsejando sobre cómo dominar los ardores pasionales.
He pasado muchas veces por el mismo camino, durante mis vacaciones en Torrevieja, y al apreciar el paisaje, precioso, nunca me había dado cuenta, de que al menos, una vez , habías estado allí.
Quiero pensar que el 4 de Mayo del 2013 (fecha que inmortalizaste en un banco de piedra) era un día pletórico para ti, en pleno proceso primaveral, y con las hormonas, dado el lugar en el que te encontrabas, cantando habaneras de amores imposibles.
Al no poner el nombre de los amantes, esas mismas habaneras, que al decir “Torrevieja”, llenan nuestros recuerdos,  de amores prohibidos, me han traído a la mente que era un amor clandestino, como esas barcas nocturnas que recalan en el puerto con cargamento prohibido.
Desgraciadamente, muchas veces el amor es una marea que viene y va. Viene arrebatándolo todo y deja, en el peor de los casos, damnificados y malos recuerdos. Espero profundamente que ese no haya sido tu caso, no haya sido vuestro caso, y que ya que lo escribiste en un paisaje marinero, deseo que vuestro amor “vaya viento en popa”. Y lo más triste pudiera ser, que tanto tú como la otra persona, al pasar por ese banco ni recordarais que vosotros lo forjasteis en un presunto atardecer enamorado, ni que al menos tan solo en ese momento os pertenecisteis el uno al otro.
Hay varias esculturas públicas en Torrevieja, con sabor inequívocamente marinero, pero ésta seguro que es la única gratuita, y proyectada desde un alma juvenil e inocente. 
Es fácil encontrar pintadas con el clásico “yo estuve aquí”, pero esta declaración, porque es eso e incluso más, está diciendo “yo estoy ahora coladito por tus huesos”, y el amor, aunque no dure, siempre es una celebración, por de pronto del espíritu, y si hay suerte, ya veremos si de la carne.
Alguien negativo verá esa fecha como fecha de caducidad, pero desde un punto de vista positivo, como hay que serlo, es una fecha de confirmación del amor que sentíais, y eso siempre hay que pregonarlo.
A partir de ahora, siempre que pase por allí voy a seguir “vigilando” ese banco por si aparecen más mensajes enamorados, porque donde hay amor, hay alegría, y el amor es como una ola, que siempre empapa a todos.
Muchas gracias por haberme traído tan gratos recuerdos.

Tuyo, con el deseo de que sigas enamorado como en aquel día de mayo.

*FOTO: F.E.PÉREZ RUIZ-POVEDA

lunes, 15 de julio de 2013

CON EL NOMBRE POR DELANTE

Ya se sabe que antes de irse de vacaciones, hay que hacer ciertas cosas para dejar la misma casa, por ejemplo, en su punto. Lo mismo que cuando se va a usar el coche para un largo viaje hay que hacerle una revisión exhaustiva, cuando se va para un cierto tiempo a otro lugar de vacaciones hay que dejar todo en un cierto orden. Y por eso, esta mañana he ido a la caja de ahorros para cerciorarme de que en las cuentas donde me pasan los pagos hay dinero suficiente para esos días, y sin proponermelo he recibido una esclarecedora explicación de cómo funciona un negocio de ese tipo.
Vaya por delante que este vecino del mundo, no va a descubrir América con esta explicación, sino a añadir cierta ironía y sentido del humor que especialmente le falta al tema bancario.
He entrado sobe las doce menos algo en la entidad bancaria, que por cierto estaba más vacía que los bolsillos de la mayoría de las españoles, y tras esperar a que salieran en pantalla los dos números anteriores al mío, me he levantado y dirigiéndome a la ventanilla correspondiente he dado orden de meter cierta cantidad de dinero en dos cartillas que he sacado al efecto.
En ningún momento se me ha solicitado ninguna acreditación, ni documento nacional de identidad, sin embargo, el problema por llamarlo de alguna manera ha venido cuando les he pedido la tarjeta para hacer compras con seguridad en internet. Entonces, se me ha requerido el DNI, y por casualidades de la vida, me lo había dejado olvidado en casa, por lo que he tenido que volver otra vez, y ésta con el carnet de marras.
Tras enseñar el documento, y cuando se estaba atendiendo mi solicitud, he recordado lo esclarecedor que ha sido lo ocurrido, y con una sonrisa en la boca les he recordado lleno de ironía que para ingresar dinero no se me ha requerido que me identificara, en cambio para todo lo demás sí.
El representante del banco que me estaba atendiendo, y sin disimular lo mal que le estaba sentando la situación, me ha recordado elevando la voz y colocándola más alta de lo normal, que para imposiciones de más de tres mil euros, también es necesario identificación.
-Es curioso. - le he comentado, con un tono muy suave y casi cándido – Pues ahora sí que no lo entiendo, porque cuando ha hecho falta reponer esa millonada a los bancos por su mala gestión, dudo que se haya pedido los nombres de todos los españolitos de a pie, aunque quizás no ha hecho falta porque hemos sido TODOS.
Dicho lo anterior, he recogido mis papeles y muy dignamente he abandonado el local, mientras tenía la sensación de que una chispa de fuego,  saltada de la mala leche del que me había atendido, comenzaba a prender en todas las instalaciones.

*FOTO: DE LA RED



miércoles, 8 de mayo de 2013

¿DULCE ESPERA?


El gran actor Pepe Isbert dijo una vez que a ellos, a los actores de cine, les pagaban por esperar. Hay que tener en cuenta que para rodar una película, en lo que menos se tarda normalmente, es en hacer la toma. Primero hay que colocar las cámaras, luces, micrófonos (si lo hacen con toma de voz directa), tomar las medidas a los actores por si hay primeros planos...
¿Os habéis parado a pensar la gran cantidad de tiempo que pasamos esperando? Si descontamos el tiempo que pasamos durmiendo y esperando, al final lo que hacemos es bien poca cosa. Porque no solo esperamos por nosotros, sino que lo hacemos también por los que están delante de nosotros, y los que están delante de ellos, y así sucesivamente.
Este vecino del mundo es un gran nervioso, y cualquier día de estos, conseguirá volver antes de ir, y la sala de espera de una caja de ahorros es un gran laboratorio de esperas. 
Si el citado establecimiento es de los de lujo, en realidad a lo que me refiero es que está adecuadamente preparado, tiene una máquina que te da un número para indicarte el orden en que te van a atender, porque entenderte en un banco o caja de ahorros es difícil, sobre todo si les vas a pedir algo. ¡Pues bien! Todo el mundo se sienta, y espera calladamente, y es en el momento en que encaras a la persona de la ventanilla cuando EMPIEZAS a buscar los documentos necesarios para la transacción. Y antes que tú, eso mismo lo hizo el anterior, y el anterior...
Eso, si todo va normalmente, y a la persona de la taquilla no la llaman por teléfono, y no comienza a hablar encriptadamente, señal inequívoca de que está hablando de todo menos de trabajo.
Si Dios consiguió crear todo lo que nos rodea en seis días, es que era un gran organizador, y ya había hecho con mucha antelación todos los pedidos, y además se dieron las circunstancias necesarias para que nada fallara, dejando al margen la cantidad de cerebro que dejó al protagonista del evento, es decir al ser humano, y que se le olvidó dejarnos el manual de instrucciones.
Ya para terminar, comentaré que establecimientos como IKEA y similares, en el que uno de los principales activos es la rapidez, el secreto en realidad es que tú mismo te atiendes, y coges lo que necesitas, y el gran arte del “inventor” de estos negocios es que el cliente paga aparte de por los materiales, por haberse atendido gentilmente así mismo. A eso en mi pueblo se le llama hacer un negocio redondo.

*FOTO: DE LA RED